En la Legislatura aseguran que la tensión entre La Cámpora y el albertismo no se trasladó al bloque porteño y confían mantener la unidad más allá de lo que suceda en el Congreso.

La renuncia de Máximo Kirchner a la conducción del Frente de Todos en Diputados y el rechazo de La Cámpora al acuerdo con el FMI no parece haber generado demasiada tensión en la rama capitalina del peronismo.

"Mientras se mantenga la buena convivencia entre Mariano (Recalde) y Juan Manuel (Olmos) nosotros estamos bien. Lógico que se discute alguna cuestión, pero nada grave como parque se termine rompiendo", le dijo a LPO un experimentado legislador del Frente de Todos.

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Puso como ejemplo la que sucedió en la Defensoría del Pueblo de la Ciudad, en donde María Rosa Muíños fue designada como titular a fines de 2021 con apoyo total de La Cámpora. La ex legisladora es una de las líderes del NEP y esposa de Olmos. "Ahora hay un cogobierno en la Defensoría, nada se modificó con la pelea entre Cristina y Alberto", explicaron.

En el bloque de la Legislatura hay un claro predominio camportista y tan solo 6 o 7 integrantes son más cercanos al Presidente que a la Vice. Tras la derrota del kirchnerismo en 2015 hubo fuertes tensiones hacia adentro del Frente, pero el triunfo de Alberto reordenó la interna.

"Esperemos que Máximo no empiece a mirar muy de cerca del distrito", bromearon desde el peronismo porteño.