En el gobierno debaten qué hacer con la "licencia política" de Marcelo D'Alessandro ya que la figura no está contemplada en la Constitución porteña.

La licencia fue un paso intermedio entre el despido y la ratificación del ministro de Justicia y Seguridad. Horacio Rodríguez Larreta buscaba que el tema no opacara su campaña y el circulo rojo porteño tampoco quería perder a D'Alessandro, un interlocutor con buenos vínculos en tribunales.

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El dilema que enfrenta el jefe de Gobierno tiene que ver justamente con ese paso intermedio, que no está contemplado en la ley de empleo público ni tampoco en la Constitución de la Ciudad.

"La interpretación de la Constitución es restrictiva y por eso lo que no está permitido está prohibido. El jefe de Gobierno nombra o remueve funcionarios, pero no puede dar ninguna licencia", explicó a LPO un reconocido jurista con pasado en el radicalismo que pidió no ser mencionado.

Entre las licencias que contempla la ley de empleo público, en su artículo 16 se enumeran las vacaciones, licencias por enfermedad propia o de un familiar, maternidad, licencias deportivas, pero no figura ninguna que pueda encuadrarse en la situación que atraviesa el ministro.

"El invento que mencionó Felipe en la conferencia habla de lo apurados que están por cerrar el tema. Están tan apurados que no les importa violar la ley", le dijo a este sitio un legislador opositor. "¿Quién le va a dar esa licencia? El que firme va a estar en un problema", aseguró.