Jorge Telerman fue nombrado en las últimas horas al frente del Colón y ya resiste la llegada de la soprano Verónica Cangemi, pareja de Gustavo Grobocopatel, como directora artÃstica del teatro.
La llegada del ex jefe de gobierno como director general, anticipada en exclusiva por LPO, generó un cimbronazo en el mundo cultural de la Ciudad y está lejos de resolver el conflicto que se desató en el teatro tras la renuncia de la bailarina Paloma Herrera.
Telerman no es mal visto en el sector, al contrario de la resistencia que causaba su predecesora MarÃa Victoria Alcaraz, a quien la Ciudad le buscará un "nuevo desafÃo". Pese a eso, la llegada de Telerman causó malestar tanto en el Colón como en el San MartÃn, en donde tenÃa sus oficinas hasta este lunes como director del Complejo Teatral de la Ciudad.
Es que el Colón tiene prestigio internacional en la producción de ópera y en el sector aseguran que Telerman, que tiene experiencia en gestión teatral, no tiene conocimiento de esa rama artÃstica.
Para el sector esto es otro cachetazo que se suma a la programación más pobre en la historia del Teatro, con una cantidad de óperas que sólo supera en número a los años en los que el Colón estuvo cerrado por refacciones o por la pandemia.
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En la programación que se inicia la semana que viene, están incluidas sólo 7 óperas, un número muy bajo para un teatro con 1000 empleados que tiene fama mundial por dedicarse a la ópera. Sobre todo para los abonados que pagan hasta 400 mil pesos por año y reclaman que haya al menos una ópera distinta por mes. Más aún después de pagar el abono religiosamente durante la pandemia y no recibir ni un descuento pese a que no podÃan ni entrar al teatro.
Para colmo, de las siete óperas varias son reposiciones, es decir que son producciones del Teatro que ya se exhibieron en el pasado. Dos de ellas son incluso obras del mismo compositor, Giaccomo Puccini, que los abonados ya conocen de memoria: Tosca, en la misma producción de 1992, 1993, 1998, 2003 y 2016, y La Bohème.
Es decir que los encargados de la programación eligieron las dos más famosas y más representadas de Puccini. "Es como si Macri en la cena del G20 hubiera servido milanesas con puré", rezongan en el propio teatro.
Además de esa programación reiterativa, hay quejas por la exclusión de cantantes y bailarines nacionales sin justificación en la temporada 2022.
La gota que rebalsó el vaso fue el recital de La Beriso de la semana pasada, en el que hubo destrozos del mobiliario. "Se metieron con el terciopelo", se quejaban en el Colón, espantados porque una banda de rock invadiera con sus amplificadores a una sala preparada acústicamente para otros estilos. El recital estuvo acompañado de forcejeos en la puerta y acusaciones de 500 entradas truchas.
Avelino Tamargo, cercano a Mauricio Macri y hacedor del ciclo "popular" por el que La Beriso pudo entrar al Teatro sin pagar entrada, es uno de los apuntados. Las autoridades ya debieron postergar un recital de Valeria Lynch del mismo ciclo para bajar la temperatura.
Las acusaciones se reparten entre todos los protagonistas. A Telerman le recuerdan que como director del Complejo Teatral no pudo abrir el teatro Alvear, cerrado desde la gestión de Hernán Lombardi como ministro de Cultura.
Es una incógnita quién lo reemplazará en el Complejo. La Ciudad informó que anunciará el nombre en los próximos dÃas y la decisión estarÃa lejos del escritorio del ministro de Cultura, Enrique Avogadro, ya que el puesto serÃa utilizado por Horacio RodrÃguez Larreta para mantener el equilibrio de fuerzas de la Ciudad. Alcaraz, como explicó LPO, pertenece al sector de la UCR porteña que manejan MartÃn Lousteau y Emiliano Yacobitti.
A Cangemi, respetada mundialmente como soprano, le endilgan el desconocimiento total de gestión artÃstica y por eso Telerman pide que la bajen al rango de asesora. Pero Grobocopatel, fanático de la lÃrica, tiene una estrecha relación con Larreta y con el PRO. Su hijo Rosendo es muy cercano a Marcos Peña y trabaja en el partido amarillo desde hace años.
El gran ganador con la llegada de Telerman fue MartÃn Boschet, director ejecutivo del Colón, que habÃa sido el apuntado por Paloma Herrera cuando la bailarina pegó el portazo porque la querÃan obligar a hacer bailar ballet a personas de 65 años.
Boschet era enemigo de Alcaraz y pese a ser el apuntado logró quedarse en su puesto, acaso por sus vÃnculos con Uspallata. Sindicado como "comisario del PRO" en el Teatro, Boschet tiene un sugestivo vÃnculo con el primer bailarÃn del Ballet Estable del Teatro, Federico Fernández, que es cercano al kirchnerismo.
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