Durante la ceremonia de apertura de la feria de Palermo, Javier Milei esquivó definiciones concretas sobre la fecha de salida del cepo y el fin de las retenciones. "Nadie tiene tantas ganas como nosotros de salir de este modelo desastroso", dijo el Presidente y destacó que el Estado, entre retenciones y cepo, se queda con el 70% de lo que el campo produce.

"Cada día estamos más cerca para abrir el cepo", adelantó el Presidente sin dar precisiones de fechas. "Las retenciones sí podrán ser eliminadas y ese es mi compromiso", dijo aunque no dijo ni cómo ni cuándo. Al único impuesto que le puso fecha para su eliminación es al Impuesto PAIS. Dijo que en septiembre llegará a 7,5% y que en diciembre se eliminará.

"Debemos saber que quitar los parches sin antes solucionar el problema de fondo sería agravar la crisis que heredamos", agregó Milei. Su discurso marca el regreso de un Jefe de Estado al predio de Palermo desde 2019.

"No nos importa cuánta presión haya ni de dónde venga, nosotros no vamos a apresurarnos demagógicamente. Vamos a respetar el logro del equilibrio macroeconómico y vamos a avanzar conforme sea logrado", explicó Milei.

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Minutos antes, el presidente de la Sociedad Rural, Nicolás Pino, le había hecho un duro planteo a Milei respecto de la necesidad de avanzar con el fin de los derechos de exportación.

La llegada de Milei al predio de Palermo fue un show. El Presidente ingresó a la arena principal saludando desde el techo del vehículo oficial, que además contaba con una celosa custodia. 

No nos importa cuánta presión haya ni de dónde venga, nosotros no vamos a apresurarnos demagógicamente. Vamos a respetar el logro del equilibrio macroeconómico y vamos a avanzar conforme sea logrado.

El Presidente mencionó presiones durante el tratamiento de la Ley Bases para que las retenciones sea coparticipables. "Hubo una presión enorme para coparticipar las retenciones. Sin embargo, nos mantuvimos estoicos, no cedimos un milímetro y las retenciones quedan en poder del Ejecutivo, por lo cual van a poder ser eliminadas y ese es mi compromiso", señaló. También remarcó que bajarían el Impuesto PAIS al 7,5% en septiembre y lo eliminarán en diciembre.

Fue el primer acto de Milei después de su regreso de París, donde asistió a la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos. Al subir al escenario, se reencontró con Victoria Villarruel, la vicepresidenta que mantiene una tenso vínculo con Karina Milei. También estaban en el escenario Guillermo Francos, Patricia Bullrich, Mariano Cúneo Libarona y Federico Sturzenegger, entre otros.

El Presidente recibió varios aplausos por parte de los productores agropecuarios. "Todos ustedes merecen ser llamados héroes", les dijo a los productores y agregó que "los días más felices del campo fueron los días más felices de los argentinos".

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Milei habló de "un siglo de humillación argentina, de pisoteo al campo". También tildó de "burrada importante y salvajada" decisiones económicas de gobiernos anteriores, a los que llamó "socialistas y energúmenos".

Hubo una presión enorme para coparticipar las retenciones. Sin embargo, nos mantuvimos estoicos, no cedimos un milímetro y las retenciones quedan en poder del Ejecutivo, por lo cual van a poder ser eliminadas.

"No hay contradicción entre campo e industria", destacó, y dijo que existe mucho "mito" en torno al agro". En ese sentido destacó todas las potencialidades del sector. Relativizó los cuestionamientos que se le hace al campo por no cuidar protocolos vinculados al medio ambiente. "No es nocivo, y si lo fuera, es más nociva la pobreza y el hambre", sostuvo.

El mandatario apuntó contra gestiones pasadas por hablar del modelo agroexportador "de manera peyorativa" y afirmó que "el proceso de declive económico nacional empezó cuando los políticos le dieron la espalda al sector agropecuario".

"En vez de pagar con justicia al campo por lo que había hecho por el país, la política lo castigó con impuestos, abusando de la riqueza que generaba para financiar sus aventuras dirigistas", dijo y subrayó que "prometieron que era para industrializar el país, que había que ayudarlos a competir con las manufacturas importadas, acompañado de un proceso incesante de difamación al sector agrario".