Finalmente este sábado por la mañana se publicó en el BoletÃn Oficial el Decreto 131/22 que aumenta los derechos de exportación a la harina y aceite de soja. Las retenciones a dichos derivados del complejo sojero subirán, en forma transitoria, del 31% al 33%.
El ministro de Agricultura, Julián DomÃnguez, fue el encargado de anunciar la medida en el marco de una conferencia que ofreció en la sede de la cartera del campo. "Los productores no se verán afectados por esta decisión transitoria ya que tributan el 33%", dijo el funcionario.
DomÃnguez también anunció la creación de un "Fondo Estabilizador Temporal del Trigo Argentino" con el objetivo de desacoplar los precios internacionales de los internos. El trigo aumentó un 37% desde el inicio de la invasión de Rusia a Ucrania (pasó de 25.000 a 35.000 pesos por tonelada). Se trata en rigor de la única novedad de la guerra contra la inflación que declaró Alberto, como anticipó LPO.
El campo hará una maratón de asambleas y prepara protestas contra el Gobierno
"Este aumento se trasladó al precio de la harina y, consecuentemente, al del pan y todos los derivados. El objetivo fundamental es estabilizar los precios a niveles pre-bélicos y defender a los consumidores sin perjudicar a los productores", explicó el ministro de Agricultura.
El "Fondo Estabilizador del Trigo" quedará a cargo exclusivamente de la SecretarÃa de Comercio Interior que constituirá en los próximos dÃas un fondo fiduciario. Es decir, el encargado de administrarlo será Roberto Feletti, enfrentado polÃticamente con DomÃnguez.
Como era de esperar, los anuncios generaron repercusiones inmediatas, no sólo en el sector agropecuario, sino también en la oposición. "Ahora entendemos, la guerra no es contra la inflación, es contra el campo", apuntó la diputada nacional, MarÃa Eugenia Vidal.
"El Presidente no tiene más facultades para subir retenciones. Es ilegal, injusto e inútil porque el anuncio sólo representa el 0,06% del PBI", señaló Vidal. "Este Gobierno siempre presiona sobre los que producen y trabajan", agregó la ex gobernadora bonaerense en Twitter.
En la misma lÃnea se manifestó la senadora santafesina, Carolina Losada. Para la ex periodista, "la suba de retenciones atenta contra el trabajo (de los argentinos) porque fomenta la desindustrialización; el Gobierno no tiene facultades delegadas para hacerlo", aseguró.
También se manifestó el gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti. "Es otra metida de mano en los bolsillos de los cordobeses. Es un impuesto a la producción que no existe en ningún lugar del mundo. Las retenciones deben eliminarse de manera gradual hasta llegar a cero", dijo.
El presidente de la Sociedad Rural (SRA), Nicolás Pino, también condenó el anuncio del Gobierno porque "afectará a los productores". "El mundo demanda alimentos que nosotros producimos; hay que producir más, dar trabajo y no aumentar retenciones", afirmó.
El titular de Coninagro, Carlos Iannizzotto, afirmó que "las retenciones no fueron, no son y nunca serán el camino". Desde Otamendi, en un encuentro con productores paperos, el dirigente mendocino sostuvo que "no necesitamos una guerra contra la inflación; pedimos acuerdos".
La primera entidad en salir a cuestionar la suba de retenciones fue CIARA-CEC. "La suba de los derechos de exportación atenta contra la industrialización de la soja, desincentiva las exportaciones y castiga el empleo en las provincias de Córdoba, Santa Fe y Buenos Aires", dispararon.
Cabe mencionar que, según datos de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA), entre el 15 de febrero y el 17 de marzo pasados, el Estado nacional incrementó los ingresos fiscales por retenciones al complejo sojero por un monto total del orden de los 1.330 millones de dólares.
Un estudio de la consultora DNI ubicó a Argentina entre los paÃses que más retenciones aplican junto a Kazajistán, Rusia, Islas Salomón y Bielorrusia. "El mundo no las utiliza como herramienta fiscal. Mucho menos para desacoplar precios porque afectan la competitividad", explicó Marcelo Elizondo.
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No se conformaron con robarnos el futuro y clavarnos la deuda, que ahora no quieren aportar en medio del desastre de la pandemia y una guerra.
Quieren volver a ser gobierno.