El paso de Milei por el G20. Real polÃtik y la prueba de fuego que superó el canciller Gerardo Werthein. |
Javier Milei sobrevivió a una cumbre en donde jugaba de visitante. Su narrativa anti-globalista, celebrada con euforia en las usinas conservadora, las redes sociales libertarias o en el mismÃsimo Palm Beach, no tuvieron el mismo rebote entre los jefes de estado del G20.
Milei dijo lo piensa de los "escleróticos" ámbitos multilaterales pero lo único que encontró fue silencio y ninguneo de sus pares. Ese espacio vacÃo lo ocupó la real polÃtica internacional, esa que Perón dijo que es la más importante de todas. Milei lo entendió y dejó jugar a dos dos sus jugadores más importantes en el terreno: el Sherpa Federico Pinedo y el canciller Gerardo Werthein. Ambos tuvieron la tarea de difÃcil de contener a Milei sin que rompa todo y terminar mucho más aislado en un contexto donde estaba representado el 85 por ciento del PBI del planeta.
"En un momento estaba solo sentado y sin hablar con nadie. Se le acercó a Meloni y ni ella le dio bola", afirma un funcionario de uno de los paÃses de habla hispana que estaban en la cumbre.
Una fuente muy importante del gobierno de Brasil dijo con claridad que el presidente negoció hablar y remarcar sus diferencias a cambio de acompañar el documento propuesto por Lula. "Romper no servÃa de nada. Logramos eso cuando todos pensaban que estábamos con el lanzallamas. No bajamos ninguna bandera e hicimos lo que tenÃamos que hacer", afirma a LPO un diplomático que estuvo cerca de la negociación.
La realidad es que esta cumbre fue la gran prueba de fuego de Werthein como ministro de Relaciones Exteriores. Como anticipamos en esta columna, el ex embajador en Estados Unidos tiene peso propio y mucha más espaldas que Mondino, que oscilaba entre la inseguridad y los errores propios del exceso de verborragia tuitera y la necesidad de aceptación en el cÃrculo libertario.
Werhtein superó la prueba porque logró añadir un poco de pragmatismo a una polÃtica exterior que desborda de una narrativa hiperideologizada. Es decir, a las caras largas con Lula se le impuso un acuerdo clave por Vaca Muerta, el inicio del deshielo con China que abre el terreno para un viaje en marzo a la potencia asiática y, si no pasa nada extraño, podrÃan llegarse a un acuerdo de pagos para el swap y hasta pensar su ampliación. Pero hay que recorrer un camino que no aguanta nuevos giros.
Este nueva predisposición libertaria a aceptar las reglas del mundo en el que les toca gobernar un paÃs de renta media y enormes problemas sociales y económicos como Argentina fue percibida por la comitiva brasileña. Según pudo saber LPO, el ministro de Minas y EnergÃa de Brasil, Alexander Silveira, le dijo a Luis Caputo que "con Alberto éramos amigos pero tardamos mucho en cerrar estos acuerdos y con ustedes nos pusimos de acuerdo en 5 minutos". Es que el problema de Lula con Milei no es que sea de derecha sino las declaraciones sobre su prisión y la amistad con Jair Bolsonaro.
A los entendimientos con Brasil y China se le suma India, una superpotencia que no tiene tanta prensa pero que avanza a pasos agigantados. La bilateral con Narendra Modi muestra otro aspecto positivo de la agenda del G20 porque se trata de una potencia farmacéutica y nuclear que con una inmensa clase media presta para para consumir alimentos.
"Entendió que para aumenta las exportaciones hay que mirar a China, India y el sudeste asiático", detalla una fuente diplomática que entiende al dedillo a esa parte del mundo. Paradoja, buena parte de los puntos que se trataron con India habÃan avanzado durante la gestión de Santiago Cafiero.
El rol de Werthein fue clave porque Pinedo no tiene la confianza de Milei. Lo sigue viendo como un dirigente del PRO con ambición de Canciller y no lo recibió nunca en la Casa Rosada durante todo este tiempo de trabajo. "Pinedo fue importante con los Sherpas de los otros paÃses, pero Gerardo hizo el laburo fino para cerrar lo que parecÃa imposible", afirma otro diplomático importante.
En conclusión, la cumbre del G20 fue mejor de lo esperado y anticipa que lo que viene será un pragmatismo que, aunque oportunista, es importante para no quedar atado a una agenda que no te resuelve los problemas inmediatos.
De esta manera, Werthein logra reconstruir una autoridad para adentro, dilapidada por el fracaso de Mondino, y no está dando lugar para los libres pensadores de la CancillerÃa que se frotaban las manos ante la caÃda de la ex canciller. Ni el secretario de Culto , Nahuel Sotelo (hombre de Santiago Caputo en el Palacio San MartÃn) ni la interventora de Karina, Úrsula Basset han tenido un rol preponderante desde la asunción del nuevo ministro.
Lo que viene por delante no es fácil. Es la tentación absoluta de oficiar del alter ego de Donald Trump, un sueño que Milei ve cerca de concertarse mas que nunca pero que deberá controlar para no generar problemas con China. Esa será otra prueba de fuego.
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Mirá vos. Ahora a pasarle el trapo a toda la izquierda mundial en su propia cara y de visitante en un país comunista y en un evento organizado por un organismo comunista como el G20 le llaman no tener rebote... Hay que leer cada cosa...
"Milei dijo lo piensa de los 'escleróticos' ámbitos multilaterales pero lo único que encontró fue silencio y ninguneo de sus pares. Ese espacio vacío lo ocupó la real política internacional, esa que Perón dijo que es la más importante de todas. Milei lo entendió"
El silencio se debió a que los humilló de una manera sin igual. Se callaron la boca porque no pudieron refutar nada ante un discurso tan magistral y de semejante solidez teórica. Recordemos que hay pocos jefes de estado que están a la altura intelectual de Milei, un economista doctorado en la Universidad de California y número puesto a llevarse un Nobel de economía al que fue nominado por el mismísimo presidente de su país.
"En un momento estaba solo sentado y sin hablar con nadie. Se le acercó a Meloni y ni ella le dio bola"
Los líderes del mundo deben sentir timidez de acercarse a Milei. Primero porque saben que es un tipo alto, pintón, humilde y sencillo. Después, por su vastísima experiencia en la política. Y finalmente por su impactante nivel intelectual. No quieren hablar con él a riesgo de quedar como un poroto (en el mejor de los casos) o ser domados o dejados como mandriles (en el peor). Además no olvidemos que es uno de los cinco principales líderes del mundo, el segundo en imagen positiva y el primer referente global de la libertad. Es lógico que haga sentir inseguros a los demás líderes a su lado con su presencia imponente y sobre todo con la pinta que maneja. Por algo la tana Meloni (a la que tiene en la palma de la mano pero no le da bola porque está enamoradísimo de la joven modelo "Yuyito" González) también lo esquivó.
"Romper no servía de nada. Logramos eso cuando todos pensaban que estábamos con el lanzallamas. No bajamos ninguna bandera e hicimos lo que teníamos que hacer"
Es verdad. La única consecuencia que tuvo la cumbre y de la que se habla en todos los medios del mundo es de la firma en disconformidad por parte de Argentina a la agenda comunista del G20 que entre otras calamidades promueve y favorece la discriminación a los supermillonarios y coartar la libertad de expresión estableciendo un control fascistoide de lo que los zurdos llaman "discursos de odio".
"La realidad es que esta cumbre fue la gran prueba de fuego de Werthein como ministro de Relaciones Exteriores. Como anticipamos en esta columna, el ex embajador en Estados Unidos tiene peso propio y mucha más espaldas que Mondino, que oscilaba entre la inseguridad y los errores propios del exceso de verborragia tuitera y la necesidad de aceptación en el círculo libertario"
Qué bueno entonces que Milei haya optado por un sólido cuadro técnico como Gerardo Werhtein (un destacado diplomático de carrera argentino) y no por un empresario amigo que le andaba prestando el avión privado para viajar a Estados Unidos como solía hacer el kirchnerismo.
"Es que el problema de Lula con Milei no es que sea de derecha sino las declaraciones sobre su prisión y la amistad con Jair Bolsonaro"
Falso. El principal problema de Lula con Milei es que le tiene envidia. Lula es pobre, viejo, políticamente fracasado, resentido, casi analfabeto y absolutamente irrelevante a nivel internacional (casi nadie lo conoce fuera de Brasil a pesar de que vive de la política hace como cuarenta años). Milei, por su parte, es joven, un triunfador de la política que dejó a todos sus enemigos como mandriles, humilde, doctor en economía egresado de la Universidad de California y uno de los cinco principales líderes del mundo. Además, Lula es un comunista que evidentemente ignora que sus políticas llevaron a Brasil a ser uno de los países con más pobreza en el planeta y detonaron las nobles bases de crecimiento sustentable que dejó el brillante gobierno de Jair Bolsonaro, al que solamente pudo vencer con un fraude electoral. Por suerte Milei ni habla con comunistas, así no se tiene que andar bancando a este vejete.
"Entendió que para aumenta las exportaciones hay que mirar a China, India y el sudeste asiático"
Falso. Es más conveniente mirar al mundo libre, que está constituido por países capitalistas ricos ávidos por comprar lo que Argentina produce como Taiwán, Israel, Ucrania y Estados Unidos. Además, todos ellos y sobre todo los Estados Unidos de Trump promueven una apertura total de los mercados y una globalización que elimine barreras y aranceles, tal cual lo que plantea Milei.