Venezuela
Maduro mató la democracia
Por Augusto Taglioni
Maduro firmó en su asunción el fin definitivo de la democracia venezolana. El dilema del progresismo.

Nicolás Maduro cruzó el Rubicón. Las fraudulentas elecciones del 28 de julio, la negativa al requerimiento de observadores internacionales y líderes aliados como Lula y Gustavo Petro para presentar el acta lo pone por primera vez desde su llegada al poder en 2013 como un presidente que asume el poder sin ser votado para el cargo. 

Venezuela siempre fue parte de acalorados debates en torno a la transparencia, estilos, maniobras y la idea de autoritarismo competitivo pero que se revalidaba por las urnas. El propio Maduro pudo confirmar su ajustada victoria contra Henrique Capriles en 2013 y tuvo el argumento del abstencionismo en 2018 cuando la oposición mayoritaria se retiró de la contienda. 

Ahora no hay elementos para confirmar su supuesto triunfo. Participaron todas las fuerzas políticas bajo las reglas del régimen, superaron la proscripción de María Corina Machado y lograron jugar en una cancha inclinada alcanzando una participación altísima.  De los dos candidatos, solo uno presentó las actas y ese fue González Urrutia. 

El chavismo apeló al sabotaje de hackers de Macedonia del Norte, mostró números que no queda claro de donde salieron y judicializó los resultados ante la Corte Suprema cuando el organismo responsable es el Consejo Nacional Electoral. 

El laberinto de Maduro

El escenario es similar al de 2019 con Juan Guaidó pero con la oposición con menos poder porque no controla ningún poder del estado pero probablemente con un fracaso similar a menos que haya una ruptura dentro de las Fuerzas Armadas, el único actor en el tablero venezolano capaz de forzar un cambio de dirección. Hay malestar pero nadie se anima sacar la cabeza porque siguen siendo minoritarios. 

No hay elementos para confirmar su supuesto triunfo. Participaron todas las fuerzas políticas bajo las reglas del régimen, superaron la proscripción de María Corina Machado y lograron jugar en una cancha inclinada alcanzando una participación altísima. De los dos candidatos, solo uno presentó las actas y ese fue González Urrutia.

Lo cierto es que la derecha encontró en la situación venezolana una excusa perfecta para demonizar a la izquierda. La izquierda y el progresismo caminan por el mismo laberinto de los últimos 20 años. En ese sentido se pueden diferenciar tres grupos bien marcados: los que no quieren romper pero toman distancia como Brasil, Colombia y en menor medida, México, los aliados incondicionales como Cuba, Nicaragua y Bolivia y quienes acusan a Maduro de dictador como el chileno Gabriel Boric. En esa ensalada transita el progresismo. 

Maduro mató la democracia

El caso de Brasil es una retirada lenta pero constante. Lula pidió volver al diálogo pero gran parte de los dirigente del Partido de los Trabajadores y aliados han calificado a Venezuela de dictadura. Esto seguirá pasando aunque el país no rompa relaciones con Caracas. 

En efecto, los que justifican la desaparición de personas, persecución y el fraude están abrazados en la nostalgia de lo que alguna vez fue, las relaciones históricas con Chávez y la narrativa que la derecha es peor y María Corina Machado es una líder ultraderecha disfrazada de demócrata. Esto último puede que sea cierto pero es gracias a la obra y gracia de Maduro que volvió a una referencia marginal amiga de Estados Unidos en la única esperanza para recuperar la democracia.

¿Pueden las Fuerzas Armadas de Venezuela abandonar a Maduro?

En silencio reconocen que la falta de democracia es parte de la lucha política y las revoluciones no pierden elecciones. Cubanizar Venezuela para evitar la llegada de la derecha y criticar a los progresistas tibios que no saben nada de la política real y la pelea por el poder. 

Lo cierto es que la Venezuela de Chávez no existe más, sus logros se esfumaron al calor de la represión y la quita de derechos. Negarlo es insólito. El proceso está a la vista, es un paso progresivo de un proyecto con legitimidad electoral y democrático que se fue autocratizando para volverse una dictadura lisa y llana sostenida por una mesa de cinco burócratas y las Fuerzas Armadas. Esto se firmó en la asunción de Maduro.

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  • 5
    luciana erres fpv
    Hace 10 horas
    10:32
    El sistema de votación de Venezuela está informatizado y automatizado. Mucho más moderno y fiable que en Argentina. Al final de la votación los fiscales de cada mesa acceden con una llave codificada a la máquina y obtiene una copia de los tiques expedidos y son firmados. La misma información llega en al Tribunal Electoral. Cuando la oposición salió a festejar diciendo "tenemos casi el 70 por ciento de actas a favor" y las cargaron a una página web con servidor en Miami era mentira. Todas las fuerzas tenían el 100, pero cargaron las actas de Caracas y omitieron las otras y salieron a decir que un virus Chino enviaron desde Rusia hackeó el tribunal electoral. No existía el virus como tampoco existió el secuestro de Corina Machado. Te puede gustar o no lo que hace Maaduro, su personalidad y aspectos del populismo latinoamericano que representa, pero la oposición no ganó las elecciones. La cusa es simple. EE.UJU desespera por energía, al punto de de que Trump anunció el uso de la fuerza para explorar en Groenlandia y tomar el canal de Panamá para logística. Claro que todo ese riesgo de guerra con Rusia se evita si llega un gobierno creado en Miami a Venezuela y se quedan con la segunda reserva de petróleo mundial sin pagar nada ni tirar un solo tiro. Claro, para eso necesitan crear conciencia colectiva inundando de información por cadenas periodísticas contra la "dictadura mala". Saben qué? Hasta 1989 hubo gobiernos buenos con EEUU y que no eran dictadura en Venezuela . Terminó con el caracazo , más de 300 personas asesinadas por el ejército y los tanques de guerra en la calle. El presidente Carlos Andrés Pérez tuvo que renunciar por la matanza y la rebelión del propio Ejército que no soportaba derramar tanta sangre de hermanos, rebelión que inició Hugo Chávez. Qué hizo el presidente Pérez por ejemplo? Liberar todas las tasas, liberar los precios de todos los productos y conceder contratos petroleros sin retornos para el país con empresas de EE.UU. Se entiende por qué se demoniza a Venezuela' Si Maduro entregara el país a los yankis y asesinara a balazos las protestas, sería un presidente que busca restablecer el orden institucional ante los desbordes sociales de izquierda, como ocurre en otros países de Latinoamérica. O sea, la discusión no es por la transparencia electoral, no sean tontos. La historia dice eso y el pueblo tiene memoria.
    Responder
  • 4
    julio carreras
    Hace 1 día
    23:20
    Absurdos pruritos "democráticos", cuando Venezuela es uno de los pocos puntos de Resistencia hoy, contra la brutal embestida anti democrática, racista y criminal de la ultra derecha financiera capitalista.
    Responder
  • 3
    marceloelprofe1968
    Hace 2 días
    22:30
    maria corina machado no es de ultraderecha es peor
    Responder
  • 2
    marceloelprofe1968
    Hace 2 días
    22:29
    trump no recibio aurrutia que le pasa a tu relato? no te cuestionas por que?.. que enanos que son
    Responder
  • 1
    marceloelprofe1968
    Hace 2 días
    22:28
    me parece una hiperbole... pero bueno es lo que tenemos y merecemos... alineados a los yanquis incapaces de generar una posicion critica nada... geopolítica cero... todos infantilismos al servicio del capital..extranjero...
    Responder
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