Los Demócratas lograron oxigenar una campaña electoral que parecía estar destinada al fracaso y con el final cantado de la victoria de Donald Trump. En julio, la desesperación era tal y luego del fracaso en debate todos los caminos conducían una dura derrota. 

La renuncia de Biden del 21 de julio le dio un vuelco total a las expectativas del gobierno. Kamala recuperó donantes, le inyectó una impronta diferente y empezó a mejorar en las encuestas.

La vicepresidenta también logró una importante demostración de poder al confirmar la candidatura antes de la Convención Demócrata del próximo martes en Chicago, algo que durante los primeros momentos de la candidatura no estaba garantizado. 

Recalculando

Desde el 21 de julio a la Convención de Chicago habrán pasado casi un mes y los números mejoran en los denominados "Deep State", claves en el Colegio Electoral. Kamala está cinco puntos arriba en Pensilvania y Wisconsin, dos Michigan, cuatro en Arizona, empate en Georgia y una ventaja de dos puntos para Trump en Nevada.

Hay dos ideas que explican esta oxigenación de la campaña. Lo primero es que Harris logró llevar a cabo tal vez una transición aún más ordenada de lo que ella esperaba que fuera, de candidatura a candidatura. Ella esperaba poder mantener una parte importante de la coalición anti-Trump que llevó a Biden a la Casa Blanca en 2020, pero no esperaba poder mantenerla en totalidad, algo que está consiguiendo.  Eso va desde Alexandra Ocassio Cortez hasta el independiente Joe Manchin pasando por Jon Tester, uno de los senadores demócratas más amenazados por una candidatura republicana en el Senado este año. 

Entonces, lo que vemos es un partido unificado detrás de su candidatura sin nadie que haya salido a pedir una primaria. Eso, en este contexto no es nada menor. Habrá que esperar los primeros errores no forzados como para ver la disidencia actuar.  

Harris logró llevar a cabo tal vez una transición aún más ordenada de lo que ella esperaba que fuera, de candidatura a candidatura. Ella esperaba poder mantener una parte importante de la coalición anti-Trump que llevó a Biden a la Casa Blanca en 2020, pero no esperaba poder mantenerla en totalidad, algo que está consiguiendo.

El segundo punto calve es haber corrido el eje de la campaña republicana que estaba enfocada en las capacidades cognitivas de Joe Biden. Corrió el foco y descolocó a Trump que quedó entrampado en al vieja narrativa contra Biden y el diseño de una nueva retórica apunta a acusar a Harris de ser "tonta, zurda o mala" y endilgarle los problemas migratoria en la frontera, un verdadero debe de su gestión como vice. 

AP.

El desafío ahora es combinar una gestión de gobierno que muestra un desempleo de 4,3, inflación de 0,2 y una expectativa de crecimiento de 2,3 por ciento para este año. Ese elemento de continuidad es importante pero debe combinarse con una idea de cambio generaciones que sepulte a Trump y, con el,  la propia generación de Demócratas como Biden.  

El segundo punto calve es haber corrido el eje de la campaña republicana que estaba enfocada en las capacidades cognitivas de Joe Biden. Corrió el foco y descolocó a Trump que quedó entrampado en al vieja narrativa contra Biden y el diseño de una nueva retórica apunta a acusar a Harris de ser "tonta, zurda o mala" y endilgarle los problemas migratoria en la frontera, un verdadero debe de su gestión como vice.

El compañero de fórmula también parece haber sido un acierto. Tim Walz, gobernador de Minessota cuenta con un carisma bastante particular, garantiza diálogo en el Congreso por su experiencia como legislador, tiene popularidad entre la clase trabajadora rural del Medio Oeste y abraza las ideas progresistas como el cese al fuego en Gaza sin radicalizarse. 

Por último, un factor que se presenta como determinante para definir el resultado de esta elección es la proliferación de leyes de restricción electoral en varios estados. Según el análisis de Valeria Carbone, estas leyes, promovidas en gran medida por legislaturas de mayoría republicana, han sido criticadas por restringir el ejercicio del derecho al voto, especialmente entre colectivos minoritarios, jóvenes y comunidades de bajos recursos.

A la espera de Trump

"Estos acontecimientos subrayan la crisis de liderazgo del sistema partidario, además de la volatilidad de la política estadounidense actual. La inestable polarización que vive el país desde hace más de una década nos obliga a complejizar este proceso de crisis de representatividad devenido en crisis de legitimidad que atraviesan los Estados Unidos y que podría derivar no solo en unas de las elecciones más "imprevisibles" y determinantes de la historia, sino que pondrán a prueba la capacidad tanto del establishment como de las bases para aceptar su resultado, poniendo en entredicho las instituciones y el sistema político estadounidense", remarca Carbone en un interesante artículo.

Como vemos, Kamala le dio nuevos aires a una elección que está lejos de cerrarse pero que logró correr el eje e incomodar a un Trump que parecía imbatible. La carrera es larga y la definición será para el infarto. Los que esperan por Donald y atan su suerte su retorno, entre ellos Javier Milei, deberían construir un plan B para no perder todas las fichas en un pleno peligroso.