Opinión
La bronca también puede ser de izquierda
Por Augusto Taglioni
La victoria laborista en Reino Unido y de la coalición de izquierda en Francia ponen en crisis la idea de un boom de ultraderecha como forma de canalizar de la bronca social.

Esta no fue una buena semana para abrazar las ideas de la libertad. La arrasadora de victoria de los laboristas ingleses que terminó con 14 años de dominio conservador y el triunfo de la coalición de izquierda en Francia es una muestra de que la ultraderecha no tiene exclusividad a la hora de canalizar el enojo y la expectativa de la población. 

Como hemos adelantado en esta columna, hay algo que se rompió en el corazón de Europa y hace crujir a la socialdemocracia que supo concebir los valores fundamentales de la Unión Europea pero que también valora a la izquierda como catalizador del hartazgo. 

En el caso inglés, el nuevo primer ministro es un abogado defensor de los derechos humanos que prioriza las políticas sociales y como primera medida decidió derogar un acuerdo con Ruanda para la deportación de migrantes. 

 Algo se rompió en el corazón de Europa

Además, nombró como canciller a David Lammy, descendiente de esclavos y que viene de una clase negra trabajadora de la cual no surgieron cancilleres antes. Gestos y cambios que contrastan con lo que propone la derecha radical que se supone que esta de moda. 

Uno que entendió a la perfección esto es Pedro Sánchez, el líder español que logro construir un acuerdo imposible para seguir gobernando España a pesar de haber pedido con el Partido Popular. "Esta semana, dos de los mayores países de Europa han elegido el mismo camino que eligió España hace un año: rechazo a la ultraderecha y apuesta decidida por una izquierda social que aborde los problemas de la gente con políticas serias y valientes. Reino Unido y Francia han dicho SÍ al progreso y el avance social y NO al retroceso en derechos y libertades. Con la ultraderecha ni se pacta ni se gobierna", escribió Sánchez. A todas luces se siente reivindicado en estos triunfos.

Como hemos adelantado en esta columna, hay algo que se rompió en el corazón de Europa y hace crujir a la socialdemocracia que supo concebir los valores fundamentales de la Unión Europea pero que también valora a la izquierda como catalizador del hartazgo.

El escenario francés calza perfecto en este análisis. Marine Le Pen ya estaba armando el gabinete de su delfín Joan Bardella pero se encontró con lo mismo que viene frenando su llegada al poder: el llamado cordón sanitario democrático. El mismo que permitió las dos victorias de Macron hoy abre al juego para un nuevo gobierno de izquierda. 

Keir Starmer. 

Ahora hay que ver si es el nacionalista Melenchon o algún socialista más moderado que quiera explorar un acuerdo con Emmanuel Macron (el presidente pondrá en juego su capacidad de liderazgo y negociación) pero lo cierto es que en un país en crisis, los enojados con el sistema eligieron una opción progresista, es lo único que explica semejante apoyo popular a un armado que se construyó en 48 horas.

Radiografía de la ultraderecha europea que encandila a Milei

En efecto, lo que se define será del centro para la izquierda a contramano de lo que se proyectaba hace dos semanas. Francia, España y Reino Unido son ejemplos que entusiasman a Alemania que el año que viene tiene votar en medio del avance de ultraderecha. 

Lo de Francia fue una derrota para Vladimir Putin que vio en Le Pen la posibilidad de un cambio de ritmo que hubiese podido cerrar un círculo virtuoso con la vuelta de Donald Trump al poder. 

En efecto, lo que se define será del centro para la izquierda a contramano de lo que se proyectaba hace dos semanas. Francia, España y Reino Unido son ejemplos que entusiasman a Alemania que el año que viene tiene votar en medio del avance de ultraderecha

En ese juego entró el húngaro Viktor Orban que aprovechó la presidencia de Hungría de la Unión Europea para organizar un viaje a Moscú y acercarse al líder ruso que fue rápidamente desautorizado por la jefa de la diplomacia europea Kaja Kallas, liberal y ex premier de Estonia que encabeza el perfil antiruso de Bruselas. 

La derecha radical también se partió en el Parlamento Europeo. Quedaron cuatro grupos: Conservadores y Reformistas Europeos (ECR) de Giorgia Meloni, Identidad y Democracia de Marine Le Pen, Patriotas Europeos de Viktor Orban y Soberanistas de Alternativa por Alemania. No hay plan ni mirada común. 

Elly Schein.

El caso de Meloni es interesante. Parece una líder más sensata y pragmática que reivindica los valores de la ultraderecha desde el gobierno pero lo combina con la necesaria estabilidad institucional para preservar su coalición. Pero al mismos tiempo, la oposicion principal es un liderazgo nuevo, antítesis de los valores conservadores de Meloni de la mano de Elly Schlein que ganó la interna del Partido Demócrata del ex premier Matteo Renzi prometiendo una izquierda contestataria. 

Habla el ideólogo del francés Melenchon: "Milei es un duro golpe para la izquierda mundial"

El fracaso de la ultraderecha es un llamado de atención para los que subieron a ese tren en Latinoamérica. Es raro. Javier Milei fue a la Conferencia Política de Acción Conservadora a decir que el socialismo "se estaba extinguiendo" mientras en París, Melenchon cantaba con una multitud la internacional comunista. O sea, digamos, no.

El libertario publicó en sus redes el pasado 10 de junio, un día después de las elecciones europeas, que "Occidente recuperaba sus banderas" y se adjudicó la victoria. Como se dice ahora, ese posteo envejeció mal y rápido.

Debería recordar Milei que Bolsonaro perdió la reelección contra un amplia coalición liderada por Lula confirmando que la ultraderecha suele ser un límite para un sector de la población. 

En Argentina celebró Cristina Kirchner que ve en esa elección y en su propio fracaso reciente la demostración que la moderación, al menos en el discurso, no es una buena forma de encarar esta etapa. ¿Será el plan de Axel? 

En síntesis, la izquierda sigue viva, sigue siendo recipiente de expectativas y casaciones y la justicia social no es percibida como una aberración. Deberían anotarlo, libertarios. 

Pedro Sánchez.

Publicar un comentario
Para enviar su comentario debe confirmar que ha leido y aceptado el reglamento de terminos y condiciones de LPO
Comentarios
Los comentarios publicados son de exclusiva responsabilidad de sus autores y las consecuencias derivadas de ellas pueden ser pasibles de las sanciones legales que correspondan. Aquel usuario que incluya en sus mensajes algun comentario violatorio del reglamento de terminos y condiciones será eliminado e inhabilitado para volver a comentar.
  • 6
    glembo
    09/07/24
    14:29
    Suponer que Starmer se siente cerca de Pedro Sánchez es como suponer que Pepe Mujica aplaudiría la represión de Maduro y su encarcelamiento de líderes opositores. Pedro Sánchez maniobra para no caerse entregando Inclusive la integridad de España, frente al horror de la mayor parte de los españoles incluidos los de su partido. Las expresiones ultraderecha, derecha, izquierda y ultra izquierda han perdido tanto significado que las poblaciones empezaron a votar por gobernantes mas consistentes en su actuación respecto de los que estuvieron hasta ahora. Y sobre todo están votando por gobernantes menos corruptos, Cómo es el caso de Irán dónde no habrá cambios importantes pero la política va en una dirección medianamente sensata.
    Responder
  • 5
    tatainti
    09/07/24
    11:40
    Como libertario, tenemos claro que la izquierda dará todo para seguir arruinando países y continentes. Encontrarán en nosotros la resistencia que se merece esa aberración totalitaria.

    Que haya periodistas adoctrinados en universidades escribiendo un diario mantenido por políticos, no es más que una confirmación de que nuestra batalla por la libertad tiene sentido y no se debe abandonar.
    Responder
  • 4
    euskadi
    08/07/24
    14:30
    ¿Creen en la supuesta cultura del francés promedio y su capacidad de voto? Jaja estos zurdos de caviar promueven más la inmigración, el islamismo y disgregación de los valores europeos y occidentales. Se van al tacho pronto
    Responder
  • 3
    Damian Marchesotti
    08/07/24
    13:34
    El autor de la nota sabe lo que significa la palabra "catalizador"? Porque como tanto periodista usan la palabra con un significado completamente diferente
    Responder
  • 2
    hache87
    08/07/24
    13:05
    Creer que el laborismo inglés, el ?socialismo? francés, o Pedro Sánchez son de izquierda es, por lo menos, una ingenuidad, como máximo una hijaputez. Tres entramados que nacen del mismo seno para que todo siga así cómo está pero con maquillaje.
    Creer que Cristina Kirchner, una peronista católica que vacacionaba en Miami, es de izquierda, es de idiota.
    Responder
  • 1
    alfred
    08/07/24
    10:56
    El Mufa Milei hace perder elecciones a distancia
    Responder
Más de Augusto Taglioni
El mundo que quiere Trump

El mundo que quiere Trump

Por Augusto Taglioni
Americanismo y anti-globalismo, los ejes de la política exterior trumpista. El futuro de la guerra con Ucrania y el vínculo con Putin y China. La expectativa de Maduro y la tranquilidad de Lula. ¿Y Milei?
La Cancillería que viene

La Cancillería que viene

Por Augusto Taglioni
El nuevo canciller tiene el desafío de recuperar la autoridad que perdió Mondino. Qué pasará con la injerencia de Karina.
La campaña que viene en Uruguay

La campaña que viene en Uruguay

Por Augusto Taglioni
Uruguay elige continuidad o cambio. Las expectativas desmesuradas del Frente Amplio y la inédita euforia del gobierno luego de perder por 17 puntos. Claves para entender lo que viene.
Uruguay y la posible vuelta del Frente Amplio al poder

Uruguay y la posible vuelta del Frente Amplio al poder

Por Augusto Taglioni
Lacalle Pou termina su gestión con una importante imagen positiva pero varios escándalos y un candidato que no enamora. La batalla por la primera vuelta.
Guerra en la derecha brasileña

Guerra en la derecha brasileña

Por Augusto Taglioni
Bolsonaro insiste con alguien de su familia para 2026. Los gobernadores quieren su espacio. El cisne negro en el horizonte y la encuesta que preocupa a Lula.
El fin de la neutralidad

El fin de la neutralidad

Por Augusto Taglioni
El anuncio de Milei en la ONU, la guerra total en Medio Oriente y los costos de una política exterior conducida por tuiteros.