Opinión
El fin de la neutralidad
Por Augusto Taglioni
El anuncio de Milei en la ONU, la guerra total en Medio Oriente y los costos de una política exterior conducida por tuiteros.

El mundo está al borde una guerra total que amenaza con cambiar las reglas que conocemos hasta ahora. No es algo nuevo, las guerras proxy forman parte de la agenda diaria del contexto internacional y desde que Vladimir Putin decidió invadir Ucrania en febrero de 2022, lo que pensamos imposible termina convirtiéndose en realidad. 

Con Israel está pasando algo parecido a lo que ocurrió con Rusia en la previa de la invasión. Nadie en su sano juicio imaginó una nueva ofensiva contra Hezbolá tras la derrota de 2006 y  ni por asomo pensamos una guerra directa con Irán. Sin embargo, está pasando y puede empeorar.

Radiografía de la ultraderecha europea que encandila a Milei

Israel e Irán son enemigos desde la creación misma de la república islámica luego de la llamada revolución verde que derrocó al Sha Reza Palevi en 1979. Pero tuvo que pasar 45 años para un ataque directo como el que ocurrió en abril de este año y abrió un escenario de absoluta incertidumbre. 

El gobierno de Netanhayu parece estar decidido a cruzar el rubicón y enfrentarse contra todos sus enemigos regionales, Hamas en Gaza y Hezbolá en el Líbano. Es evidente que lo que pasó hace un año con el ataque terrorista de Hamas fue un parte agua que le vino como anillo el dedo a un cuestionado Benjamin Netanhayu cuya imagen venía cayendo, especialmente por su controversial reforma judicial. 

Ahora la discusión está en la intensidad de la escalda y las capacidades militares de los protagonistas. El poderío de Israel está a la vista y un eventual involucramiento de la OTAN o de Estados Unidos en particular, como parece ser la intención del gobierno, lo dotaría de aún más espalda ante una guerra ucraniana que está en los minutos descuento.  

Ahora la discusión está en la intensidad de la escalda y las capacidades militares de los protagonistas. El poderío de Israel está a la vista y un eventual involucramiento de la OTAN o de Estados Unidos en particular, como parece ser la intención del gobierno, lo dotaría de aún más espalda ante una guerra ucraniana que está en los minutos descuento

Del otro lado es más complejo. Irán dio una muestra de su fuerza pero no queda claro si le da para más, sobre todo para resistir una respuesta de las características de las que podría venir del lado israelí. 

La reacción de Hezbolá también no pareciera estar a la altura del poder de Israel y la escalada del conflicto solo arruina a un país que sufre una profunda crisis económica y social hace al menos un lustro que está más cerca de un estado fallido que de una potencia militar. Todos los proxys iraníes, desde el más fuerte Hezbolá  hasta los más chicos como los Hutíes de Yemen tienen menos fuerza que un ejercito regular israelí y eso es lo que puede marcar el devenir futuro en la región. 

El fin de la neutralidad

Hay otras variables que hay que tener en cuenta como una eventual participación de Rusia. Pero Moscú ha dejado claro que más allá de pedirle a Israel que se retire del Libano, Putin no tiene intención de ser parte a menos que el conflicto llegue a Siria y ponga en riesgo la base militar rusa que se encuentra en Tartus. Ahí, como ocurrió en la guerra contra Isis y las fuerzas rebeldes que se levantaron contra Bashar Al Assad, Rusia podría entrar.

En medio este sombrío panorama, el gobierno de Javier Milei anunció con bombos y platillos ante las Naciones Unidas que abandona la neutralidad. Eso significa que Argentina elegirá bando en un contexto de guerra, o sea digamos, podría entrar en conflicto con, supongamos, Irán. 

Esto le genera piel de gallinas a los pocos diplomáticos serios que todavía están cerca de la primera línea del poder pero que no pueden hacer nada para evitarlo. "Es una catástrofe pero las decisiones la toman Milei con su hermana y Santiago", dijo resignado una fuente diplomática consultada por el tema. 

"Nos tocó un presidente que es muy liviano para hacer declaraciones y que no mide las consecuencias de lo que dice. Claramente un momento para quedarse callado y no esta ni de un lado ni del otro. El mundo está muy complicado y no es una buena instancia para hacer locura", agrega. 

Nos tocó un presidente que es muy liviano para hacer declaraciones y que no mide las consecuencias de lo que dice. Claramente un momento para quedarse callado y no esta ni de un lado ni del otro. El mundo está muy complicado y no es una buena instancia para hacer locura

 Esta fuente con experiencia en embajadas importantes continúa y plantea que "en otra instancia te hubiera dicho que hasta pasa desapercibido, pero ahora es súper complicado y nos expone demasiado porque claramente si abandonás la neutralidad,  decís que vas jugar para uno de los bandos y pasas automáticamente a ser blanco de los otros". 

A la espera de Trump

"No hace falta ser un gran experto en seguridad para decirte esto, pero esa es la percepción que tenemos. Es justamente un momento en el cual un país como la Argentina, que ya tiene bastantes elementos para quedar expuestos en una crisis tan grave como la que está pasando en el mundo, las declaraciones llegaron en el peor momento. Nos estamos metiendo en la tormenta gratis. Eso es lo peor. Sin obtener ningún beneficio", finaliza. 

La política exterior libertaria es una combinación de show con griterío tuitero. La celebración del abandono de la neutralidad fue aplaudida y cosechó likes como si se tratara de una pelea de trolls, pero esto es geopolítica y la dimensión es otra, es la de la realidad que duele y las consecuencias letales. No la ven, deberían levantar la cabeza y dejar de analizar la realidad internacional desde el celular antes que sea tarde. 

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  • 1
    hache87
    07/10/24
    11:05
    Es increíble que no haya un solo analista internacional serio, que no parezca pagado por el Mossad, o simplemente que acepte que no entienden un carajo lo que está pasando en el mundo.
    El poderío de Israel está a la vista? Donde? Un año de masacrar bebés y mujeres y están LEJÍSIMOS de siquiera desmantelar las capacidades de tirarles bombas de Hamas. Peor! Perdieron entre 12 y 15 mil soldados, más la cantidad que no quieren decir de gente que quedó discapacitada de por vida. Esto admitido por miembros mismos del parlamento israelí.
    Hezbollah les frenó la ofensiva apenas arrancó, no hay una sola noticia de ningún avance israelí, todos los días los emboscan y hay zona militar y censura y los medios no pueden acceder a información de la invasión.
    Iran les dio una muestra pequeñísima de lo que le puede hacer, les traspasó todos y cada uno de sus sistemas de defensa, les bombardeó dos bases militares y un pozo gasifero. Y todo eso con 200 misiles de los miles y miles y miles que tienen.
    Lo único que tenés mas o menos bien es lo de Rusia. Que de todas formas ya está en una alianza estratégica militar con Iran y China.
    Israel está al borde del colapso económico y social. Hay protestas prácticamente todos los días, los judíos ortodoxos en pie de guerra contra la conscripcion forzada. Israel no puede atacar iran sin ayuda de EEUU, y eso implicaría una respuesta todavía más grande de iran.

    Que es lo que fuman para ver la realidad internacional? O cuánto les pagan para mentir de forma tan descarada? O realmente son idiotas?

    Lo de Milei no merece comentario alguno, es liberal, o sea pelotudo. No es entendieron, entienden no entenderán de política internacional
    Responder
    • 2
      monteagudo
      07/10/24
      19:27
      Coincido en parte, analistas internacionales hay pocos en Argentina que se animen a dar la cara, porque un análisis medianamente objetivo implica dejar de lado las falsas ilusiones y narrativas que tienen los animadores de Israel en Medio Oriente y de EEUU-OTAN en Europa en la guerra en Ucrania.

      Observar que la campaña militar es bastante fangosa (todavía no derrotó a Hamas en los 360 km2 que es Gaza y Hezbolá es un enemigo completamente diferente) no implica subestimar las capacidades de desestabilización de Israel. Netanyahu está jaqueado políticamente y no le es posible volver a la normalidad sin caer con ruido, pero eso implica un riesgo aún mayor de desestabilizar la región porque está escapando hacia adelante. Además no es solo Netanyahu; él, el aparato militar y los sectores mesiánicos colonialistas que integran la extrema derecha en el gobierno entienden que están dadas las condiciones para terminar de una vez con "todas" las amenazas contra Israel. Esto puede ser cierto en términos de ventana de oportunidad, los ataques del 7/10 han habilitado a aplicar genocidio en Gaza, apartheid en Cisjordania, bombardear Beirut, Damasco y Teherán sin grandes consecuencias a nivel regional, no van a tener otra chance de legitimidad para enfrentarse directamente a Irán con apoyo de EEUU. No nos equivoquemos que Biden está intentando demorar la escalada por la elección, pero el objetivo de neutralizar o debilitar a Irán antes que adquiera capacidades nucleares es compartido y se traduce en coordinación con Israel y apoyo sin fisuras.

      En todo ese contexto la peor y más estúpida decisión es la que toma el cerdo, la sociedad está (estamos) pasados por la ignorancia rampante y el caudal de idioteces que con que nos aturden a diario como para poner en prioridad la neutralidad argentina. Lamentablemente cuando vengan los costos va a ser tarde.
      Responder
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