Provincia

La amenaza contra Vidal provino de una cárcel de La Plata

El llamado que amenazó con “reventar” la gobernación se realizó desde la Unidad 9.

La llamada anónima a la línea de emergencias 911 que amenazó con “reventar” la gobernación de la provincia de Buenos Aires fue hecha desde un pabellón de una unidad carcelaria de La Plata.

“El llamado se hizo este domingo, alrededor de las 20, del teléfono que funciona en el pabellón de buena conducta de la Unidad Penitenciaria 9", detallaron fuentes del gobierno

La amenaza con una voz masculina advertía que “mañana (por hoy) le vamos a reventar el gobierno a Vidal”.

En tanto, la fiscal que interviene en el caso, Leyla Aguilar, dijo “las actuaciones se iniciaron de oficio” y que durante toda la jornada ordenó “distintas pericias y diligencias para ubicar al responsable del llamado telefónico".

Tras la amenaza, se decidió reforzar seguridad en la sede del gobierno bonaerense y se dispuso que los controles de acceso sean más exhaustivos, aunque la actividad se desarrollaba con total normalidad.

En ese marco, "se dio inicio a una exhaustiva y minuciosa inspección ocular en la totalidad del establecimiento, oficinas, baños, pasillos, jardines externos e internos, residencia, como así también en el perímetro" del edificio de la Gobernación en la capital provincial.

El operativo arrojó "resultado negativo en cuanto al hallazgo de materiales y/o sustancias que pudieran conformar un artefacto explosivo", señalaron fuentes oficiales.

Estas amenazas se suman a tres hechos intimidatorios que se dieron durante este año en la provincia: el primero de ellos ocurrió cuando dos agentes de la guardia nocturna de la Gobernación fueron hallados por personal de limpieza en el despacho de Vidal revisando papeles.

El segundo episodio sucedió días después, cuando desconocidos ingresaron a la residencia oficial del ministro de Gobierno, Federico Salvai y, tras desordenar el lugar, le dejaron un claro mensaje intimidatorio.

También hubo un ataque a tiros al Ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires, que tiene a Zulma Ortiz como jefa: en la puerta del edificio ubicado en calle 51, entre 17 y 18, había postas que fueron lanzadas con aire comprimido y que lograron romper vidrios, aunque no hubo que lamentar heridos.