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El mercado comienza a dar muestras de saturación de los bonos argentinos

El riesgo país argentino dejó de mejorar por la persistencia del desorden macro. Se observa un menor interés por los bonos.

En lo que va del año Argentina emitió 9.950 millones de dólares en bonos con legislación Nueva York, poco más que los 9.359 millones de deuda externa que colocaron en conjunto Brasil, México, Perú y Colombia. Si se suma la deuda que Argentina emitió para pagarle a los holdouts, son 19.250 millones de dólares. “Es decir, sumando todo, Argentina estaría emitiendo más del doble que Brasil, México, Perú y Colombia juntos en los primeros ocho meses del año (excluyendo a las Letes en dólares, que son títulos con ley argentina)”, precisó el economista de FyE Consult Hernán Hirsch.

Si bien los bonos argentinos tuvieron un buen desempeño, esto respondió fundamentalmente a factores externos, como el mayor apetito mundial por riesgo frente a las tasas de interés en un contexto mundial de tasas negativas. Sin embargo, ahora ese apetito se moderó y el mercado pasó de demandante a oferente relativo de bonos, mostrando un primer signo de saturación.

En la medida en que el mercado local de bonos está cada vez más alineado con los mercados mundiales a raíz de la salida del default y la quita del cepo cambiario, el desempeño también se acopla al de los mercados emergentes, advirtió Hirsch.

El menor impulso “normalizador” de la macroenomía, dado por la política económica de Macri, se tradujo en freno a la mejora del riesgo país argentino y se reflejó en una menor demanda relativa de los bonos argentinos.

 Con este volumen récord de emisión, el menor impulso “normalizador” de la macroenomía, dado por la política económica de Macri, se tradujo en freno a la mejora del riesgo país argentino. Esto se reflejó en una menor demanda relativa de los bonos argentinos y una performance relativa entre “neutra y desfavorable” de los bonos en línea con el promedio de los países emergentes.

En otras palabras, cuanto más se le dificulte al Gobierno poner en caja las cuentas del Tesoro y persista el déficit, el riesgo país (que es el extra de tasa de interés que tiene que pagar la Argentina para financiarse con el resto del mundo) se estancará en su proceso de baja.

En este sentido, los bonos son menos atractivos, pero el interés se traslada a las acciones y cada vez se empareja más la atracción de ambos instrumentos.

“Hacia delante, entendemos que los títulos argentinos se moverán a la par de los regionales, mostrando una performance relativa mínimamente favorable como consecuencia del blanqueo que inducirá una demanda adicional de títulos públicos argentinos en relación a otros activos domésticos, debido a que los títulos soberanos locales se encuentran desgravados impositivamente”, pronosticó el economista.

También ayudará a que los bonos argentinos sigan ligeramente por encima del resto de la región pero cada vez más cerca el lento proceso de acople hacia la normalidad y eventualmente, algún plus de performance relativa si el nivel de actividad económica local comenzara a repuntar.

Sin embargo, mientras persista el desorden fiscal y el Gobierno siga necesitando colocar más deuda para financiarse, el especialista considera que la mejora de los bonos no va a llegar.

“De todos modos, no prevemos una mejora relativa significativa mientras que la oferta potencial de deuda argentina siga siendo importante producto de un déficit fiscal y un gasto público elevado (convalidado por funcionarios del Gobierno), y las provincias y empresas apuntan a financiarse externamente”, aclaró Hirsch.