Peronismo

Efectos de la resiliencia electoral de Cristina

La ex presidenta mantiene con Massa y Cambiemos un triple empate en la provincia de Buenos Aires.

 La idea, tentadora, que la realidad sepuede moldear desde la superestructura del poder como si fuera un mecano,confronta una y otra vez con la dinámica de lo impensado que signa el recorridode la política.

El último trabajo de Julio Aurelioconfirma que si la elección se realizara hoy, el Gobierno probablemente saldríaen tercer lugar en la provincia de Buenos Aires, que es como decir que Macriperdió las elecciones de medio término.

El sondeo indica que el electorado en laprovincia esta partido en tercios, con Massa y Cristina disputándose el primerlugar y -hoy- el Gobierno ubicado en un escalón más abajo.

La situación plantea un interrogante central: ¿La ola de denuncias como mecanismo para direccionar el malhumor social y destruir el capital político del kirchnerismo, está agotada?

Falta mucho y el orden de los factorespuede cambiar de lugar, pero lo notable, el dato que cambia todo, es la resilienciaelectoral de Cristina, que en medio de una avalancha de denuncias, de la lluviaácida permanente de los medios más grandes, de bolsos, cajas de seguridad,arrepentidos y rosaditas, mantiene chances de ganar el principal distrito delpaís.

Este dato ya circula en la política ycayó como una bomba en el peronismo, que había empezado a entusiasmarse con laidea de dejar su liderazgo agobiante, en el pasado. Plantea además uninterrogante central: ¿La ola de denuncias como mecanismo para direccionar elmalhumor social, para destruir el capital político del kirchnerismo, estáagotada?

Si Cristina logra llegar al cierre delistas con estos niveles de intención de voto y se anima a competir en laprovincia, lo más probable es que el peronismo bonaerense se fracture, que unaparte se vaya con Massa –como Martín Insaurralde a quien prometieron unacandidatura a gobernador- y otros se vean forzados a quedarse junto a la ex presidenta,que sacudió el tablero mediante el simple expediente de sacarse una foto conDaniel Scioli. Algunas cosas se escuchan mas fuerte cuando no se dicen.

Para ese peronismo de mandos medios, queapuesta a erigirse en un actor con voz propia, se trata de pésimas noticias.

La constatación de la competitividad deCristina, también ahonda las diferencias entre el gobierno de Macri y losprincipales grupos mediáticos y económicos. En la Casa Rosada, como reveló LPO,creen que la vigencia del kirchnerismo es lo mejor que les puede pasar, dadaslas circunstancias apremiantes de la realidad.

Impide -creen- que todo el peronismo se vaya conMassa y en un escenario de tercios tienen chances de ganar o al menos de noperder por mucho.

Macri tiene una diferencia profunda con los grandes grupos mediáticos, cree que la vigencia electoral de Cristina le es funcional porque le pone un techo a Massa; mientras que en el poder real la quieren presa y sin futuro electoral.

Se trata de una diferencia profunda con actoresdeterminantes del poder real que creen que la ex Presidenta es un riesgopolítico serio y habría que concentrarse en lograr que la justicia ordene suenvío a prisión y la deje sin futuro electoral.

No es la única prevención. En ese mundotambién mencionan cierta carencia política de la administración Macri, paramanejarse en un contexto de malestar social inevitable por el ajuste de laeconomía. Es la vieja discusión de consorcio entre Macri y lo que sus asesoresbautizaron como circulo rojo.

Massa por su lado, tiene bastantedecidido que si Cristina se presenta la enfrentará. Es lógico. Si le gana, esel candidato puesto para evitar su regreso en el 2018 y si pierde por poco,también puede disputar ese lugar. O sea, ser el Kirchner que enfrentó a Menemen su ocaso político.

Pero cuidado, la Historia se entretienepresentando similitudes, que luego se encarga de contradecir.