Santa Fe

Cambiemos se lanzó en Santa Fe en medio de denuncias cruzadas

PRO y UCR formalizaron su alianza para irritar al Socialismo. La denuncia de Boasso calentó el escenario.

En medio de denuncias cruzadas y de una tensión creciente, el radicalismo santafesino formalizó este martes su alianza con el PRO para las elecciones del año que viene en la provincia que gobierna junto al socialismo, en un primer paso de lo que podría ser el fin del histórico Frente Progresista.

El lanzamiento de la mesa de Cambiemos en Santa Fe se realizó -paradójicamente- en la Ciudad de Buenos Aires, en un acto que contó con la presencia de Marcos Peña y Rogelio Frigerio, los más deseosos de agrandar la grieta entre radicales y socialistas, a quienes Macri definió como sus principales opositores.

Federico Angelini, presidente del PRO Santa Fe señaló que “estamos todos juntos para la defensa de las políticas públicas del Gobierno nacional, sabiendo que la prioridad es estar en la calle, cerca de la gente y al lado del vecino. Notamos que la gente confía en que vamos a estar mejor y es muy importante que nos vean trabajando juntos por Santa Fe, no sólo Cambiemos con la UCR y el PRO, si no todos los que conforman esta Mesa, e invitamos a que se sigan sumando más fuerzas, incluso las que en algún momento estuvieron en la vereda de enfrente. El gran desafío es la defensa del gobierno pero también que la gente nos vea trabajando juntos”, remarcó.

José Corral, presidente del Comité Nacional de la UCR e intendente de la ciudad de Santa Fe, explicó que “es una oficialización de una mesa integrada por diferentes sectores y fuerzas políticas de la provincia que tenemos compromiso con este cambio que comenzó en el país”, y contó que entre otros objetivos la Mesa fue conformada con el objetivo de “escuchar a la ciudadanía para transmitir las necesidades de los santafesinos al gobierno nacional, y también acompañar al Presidente en las necesidades del gobierno. Es importante que la provincia aproveche este nuevo clima y las expectativas que se han generado de la mano de la nueva gestión nacional”.

Corral resaltó en ese punto que los diferentes partidos que integran Cambiemos “venimos construyendo confianza y un camino común, y estamos abiertos a la incorporación de nuevas voluntades que acompañen este cambio que comenzó en el país, pese a todas las dificultades que hay que enfrentar”.

Previa picante

La previa del lanzamiento se calentó con una explosiva denuncia del radical Jorge Boasso, que le puede complicar a Macri el acercamiento con el PJ no kirchnerista, pero que también fue leída por algunos dirigentes como un pase de facturas al gobernador Miguel Lifschitz.

En la última emisión del programa Periodismo para Todos que conduce Jorge Lanata, el edil rosarino y ex compañero de fórmula de Miguel del Sel denunció las jugosas partidas del Programa de Fortalecimiento Institucional que disponen los senadores santafesinos para destinar a modo de subsidios.

Según la información que difundió Boasso, los 19 legisladores de la Cámara Alta cuentan con más de 110 millones de pesos por año para entregar subsidios a instituciones. "Una Banelco legal donde todos tienen 460 mil pesos por mes para distribuir arbitrariamente en sus departamentos", afirmó Boasso en el informe.

La publicación de estos datos en Canal 13 irritó a la mayoría de los sectores políticos de la provincia que salieron a contestarle en los medios locales. Desde el PRO tampoco ocultaron la molestia. "No sabemos cuál es el objetivo de estas declaraciones", afirmó a LPO un alto dirigente macrista.

Es que según pudo averiguar este portal, desde Casa Rosada instruyeron a sus referentes locales para que generen un acercamiento con los dirigentes justicialistas no kirchneristas, muchos de ellos con fluidas relaciones con senadores.

"El PRO tiene la obligación de confluir con aquellos dirigentes peronistas no kirchneristas, lógicos, sobre todo con intendentes y jefes comunales con quienes comenzamos a dialogar", afirmó la misma fuente del partido amarillo en estricto off.

La denuncia de Boasso podría dinamitar este acercamiento, o al menos generar roces en la estrategia política de cara al 2017, donde el oficialismo nacional se puso como meta principal ganarle al Frente Progresista.

"Si para las elecciones provinciales el radicalismo decide no jugar dentro de Cambiemos, tenemos la obligación de contar con estructura y espacio territorial y eso lo garantizan los intendentes", explicaron a La Política Online.

No es la primera vez que Boasso genera ruido con sus declaraciones apuntando a los senadores. A diez días de las elecciones generales pasadas, donde se terminó imponiendo en la gobernación Miguel Lifschitz, el radical indomable acusó a los legisladores de ser "jeques árabes", en clara alusión a las partidas con que cuentan para subsidios.

"Boasso nos hizo perder las elecciones", dispararon desde el PRO en ese entonces y explicaron que "a Del Sel no le fue muy bien en las generales en zonas donde había hecho muy buena elección -en las PASO- y eso fue por la influencia que tienen los senadores".

Sospechas de una jugada de Macri

Tanto en el gobierno del Frente Progresista como en la Cámara Alta el informe publicado por Jorge Lanata generó sorpresa e indignación y algunas fuentes que conversaron con LPO lo atribuían a la tensión que existe entre el Miguel Macri y Miguel Lifschitz.

Macri con Corral y Sanz

De hecho, uno de los datos que descargó Boasso fue en relación a los subsidios entregados por el actual gobernador Lifschitz durante su paso por el Senado: "De enero a junio entregó el 85 por ciento -de los subsidios- o sea, antes de las elecciones y hay dos meses que causan risa, septiembre y octubre, que no entregó ninguno porque se pasaron las elecciones".

"El 60 por ciento -Lifschitz- los entregó en otros departamentos de la provincia para campaña política y solo el 45 por ciento para Rosario", se quejó Boasso, que además se preguntó "cómo hago yo para controlar eso, como sé que no se queda con algún vuelto, no digo que se quede con un vuelto, sino cómo comprobamos. Una caja política que la utilizan como quieran, donde quieren y arbitrariamente".

Por su parte, Lifschitz aseguró que la entrega de subsidios se hace de forma "totalmente transparente", y luego ironizó sobre Boasso: "no sé a qué partido pertenece", dijo haciéndose eco de las críticas que llovieron también de la UCR local.

Desde el Senado, el legislador Danilo Capitani afirmó a LPO que el Programa de Fortalecimiento Institucional "es transparente y lo controla el Tribunal de Cuentas". "Los que se benefician con estas partidas que están dentro del presupuesto provincial son las instituciones a las que se le hacen cheques a nombre de las mismas y las entrega la Cámara, no es que vamos repartiendo billetes", defendió Capitani.

"Con ese dinero, por ejemplo, hicimos un destacamento policial en Coronda en coordinación con el Ministerio de Seguridad. También se arreglan escuelas, se hacen mantenimientos de edificios y se colabora con instituciones sociales", argumentó el senador peronista quien aseguró que se realiza un informe mensual que se publica en la página de la Cámara.