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Macri y el ‘Snapbook’: ¿La fórmula del éxito?

Snapchat es la red que eligieron los millennials y los «zetas», la cohorte que le sigue. Por eso la comunicación de Macri la usa para conectar con los jóvenes.

Un fondo azul, la frase «martes 19 de julio», seasoma un dinosaurio, se suceden algunos testimonios, aterriza un helicóptero,baja Mauricio Macri, se acerca a un grupo de millennials y juntos se toman algunas fotografías y recorren las instalaciones de Tecnópolis, un espacio dedicado al arte, la ciencia y latecnología. Estos son los contenidos de un vídeo en formato vertical, con testimonios y simpáticosfiltros, propio de Snapchat, pero en Facebook.

La página de Facebook del presidente argentinopublica con regularidad este tipo de contenidos; es más, ya casi resultadifícil encontrar vídeos sin inscripciones y filtros (como el vídeo del acto celebrado con motivo del aniversario delatentado a la AMIA que parece un vídeo nativo de Snapchat). Este aumento quizápodría deberse a la reciente aparición de la app Memories, que simplifica el proceso de guardado yreutilización de los snaps en otras redes sociales, aunque es una práctica quese viene realizando desde hace algunos meses.

Los snaps,vía de conexión con los votantes más jóvenes

El formato vertical y el estilo irreverente propiode los vídeos de Snapchat no puede lograrse en otras redes sociales oaplicaciones. Son crónicas íntimas sobre lo que está pasando, sobre lo que unohace… Relatos tuneados desde el humor, el juego, la experimentación; testimoniosdirectos, efímeros, que muestran y cuentan otra cara de la realidad, mucho másinformal y desestructurada.

Snapchat es, además, la red que eligieron losmillennials —generación que hoy supone el 26 % de la población mundial y el 30 % de la latinoamericana— y los«zetas», la cohorte que le sigue. Una infografía del GlobalWeb Index muestra que casi el 60 % de los usuarios de Snapchat tiene entre 16 y24 años, lo que duplica o triplica la proporción de jóvenes del resto de redessociales.

El hecho que los adultos casi no puedan ni pronunciar su nombre, hace que Snapchat le ofrezca a la política un canal de conexión con votantes jóvenes, independientes y desanimados.

Elhecho de que los adultos casi no puedan ni pronunciar su nombre, hace queSnapchat le ofrezca a la política un canal de conexión con votantes jóvenes,independientes y desanimados. Y a los Gobiernos un medio efectivo para impulsarcampañas de sensibilización y concienciación en temas como el tabaquismo o lasdrogas. Algunos ejemplos serían la campaña de la Food and Drugs Administration (FDA) en EstadosUnidos sobre las consecuencias del tabaquismo o las acciones que impulsaron losGobiernos de Nueva Zelanda y el Reino Unido para prevenir a los más jóvenes sobre el peligrode conducir bajo los efectos de las drogas.

Esta generación va aestablecer una relación muy diferente con la política, mucho más contractual,promiscua, exigente, volátil y decisiva en los próximos procesos electorales. Yestas redes serán claves para hablar en su mismo lenguaje.

FusionarSnapchat y Facebook, una fórmula exitosa

En Argentina, aunque en claro proceso deexpansión, Snapchat todavía no tiene la popularidad que sí ha logrado en otros países comoIrlanda, Arabia Saudita, Suecia, India, Estados Unidos o Reino Unido, entre otros.A día de hoy, se estima que hay poco más de un millón de cuentas activas, porlo que su audiencia es muchísimo menor que la de Facebook, que supera los 26 millones de perfiles. En la red de Mark Zuckerberg,por mes se registran, aproximadamente, 1.100 millones de comentarios, se suben360 millones de fotografías y se envían 615 millones de mensajes privados. Lapolítica es, además, uno de los temas que más se eligen: cuatro de los dieztópicos de conversación más destacados de 2015 tuvieron relación con estatemática. Por ello, Facebook es, sin dudarlo, la nueva ágora argentina.

Laestrategia del equipo de comunicación de Macri —audaz en la experimentacióndigital— se basa en combinar las dos herramientas: la frescura de los vídeos deSnapchat con la potencia multiplicadora de Facebook; el lenguaje irreverente delos millennials con el discurso político institucional.

Esincuestionable el potencial de ambas redes en este sentido. Y, en el caso deSnapchat, cada vez más, se están abriendo nuevos caminos para experimentar enla acción y la comunicación política, social y empresarial con un impactorelevante.