El Gobierno interviene Radio América con un funcionario cercano a Stanley
El ente nacional de comunicaciones (Enacom) nombró a Ramiro Masjuán como delegado normalizador en Radio América, tras los incidentes de la semana pasada cuando una patota irrumpió en sus instalaciones junto al correntino Juan Mariano Martínez Rojas, quien se adjudica la propiedad de los medios que pertenecieran a Sergio Szpolski.
Tras aquellos incidentes, Cristina Kirchner visitó las instalaciones del multimedio y recibió duros reproches de sus trabajadores, por haber apañado a Szpolski y hasta habilitarlo a competir por la intendencia de Tigre.
Tal vez pronto deba dar explicaciones de esa relación, porque Miguel De Godoy, titular de la Enacom, basó su intervención el presunto delito fiscal cometido por Szpolski al no haber realizado los aportes previsionales de sus trabajadores desde 2009.
Esa omisión nunca fue objetada por Gabriel Mariotto y Martín Sabbatella, al frente de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (Afsca) en esos años, que tenía la misión de controlar las empresas con frecuencias radioeléctricas a su cargo.
Masjuán es actual director de Políticas Habitacionales de la Subsecretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda de la Nación, bajo la órbita del Ministerio del Interior. Masjuán es además cercano a la ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley, desde los tiempos que compartían el gobierno porteño.
Su misión será relevar la situación de los 120 empleados de la emisora, abonar los sueldos (utilizarían los Repro, del Ministerio de Trabajo) y licitar la radio nuevamente.
La intervención de la Enacom desconoce definitivamente la compra de Martínez Rojas de los medios del Grupo 23, que incluye el diario Tiempo Argentino, anunciada en diciembre.
Aunque asegura que pagó por los medios, el correntino jamás abonó los salarios y perdió autoridad con los empleados. Tiempo Argentino funciona mediante una cooperativa y Radio América se sostiene como una empresa, ahora intervenida.
La aparición de De Godoy molestó al ala kirchnerista de la asamblea del Grupo 23, promotora de la visita de Cristina Kirchner, quien ahora deberá dar explicaciones de porqué permitía que Szpolski no hiciera aportes sociales a sus empleados.