Provincia

En silencio, el gobierno de Vidal esquivó el lobby de las cerealeras y avanza con una ley de agroquímicos

Se aprobó en el Senado y pasó a Diputados. Le da poder a los intendentes. Sorpresa en el sector.

El Senado bonaerense aprobó un proyecto de ley para regular la aplicación de agroquímicos en el territorio provincial y ahora deberá discutirse en Diputados. La aprobación de la ley en la Cámara Alta generó sorpresa en las cerealeras que no vieron el avance del proyecto en la comisión de Agricultura.

La iniciativa había sido presentada por el senador Alfonso Coll Areco, del bloque Peronismo Bonaerense y establece zonas de exclusión para las aplicaciones, donde no se pueden aplicar los agroquímicos. Pero la novedad es la creación de ‘zonas de amortiguación’, donde no se pueden utilizar productos salvo autorización de los municipios.

En cuanto la zona de exclusión, el proyecto plantea un área delimitada por 500 metros desde el límite de la zona urbana para la técnica aérea de todos los productos fitosanitarios, fertilizantes y otros plaguicidas.

En tanto, para la técnica terrestre, establece una zona de exclusión delimitada por 100 y 10 metros de acuerdo a la clase de los productos utilizados.

El proyecto circuló en silencio por la Cámara Alta y se bajó al recinto donde fue aprobado ‘sobre tablas’, sorprendiendo incluso a algunos senadores que no estaban al tanto.

Es que el proyecto no viene desde el seno de Cambiemos. Coll Areco preside la comisión de Ambiente y es un legislador aliado al oficialismo. Según pudo saber LPO, ni siquiera el ministro de Asuntos Agrarios, Leonardo Sarquís estaba al tanto de la iniciativa.

Desde el Ejecutivo dicen que no ven con malos ojos la norma. Ahora el proyecto pasó a Diputados donde las empresas cerealeras pisarán el acelerador a fondo para impedir su aprobación.

“Esta es una ley que protege los centros urbanos, que no atenta contra los productores y que le da juego a los municipios”, explicó Coll Areco a LPO.

El proyecto, al que este medio pudo tener acceso, establece límites para establecimientos rurales y cursos de agua. En cuanto a las escuelas rurales -un tema que genera polémicas entre especialistas- el proyecto establece la prohibición de fertilizantes y plaguicidas dentro de un radio de 500 metros para el caso de la aplicación aérea. Y una prohibición de entre 100 y 10 metros de acuerdo al producto aplicado por vía terrestre.

Según el texto del proyecto, en cualquier caso, aun respetando estas distancias, las aplicaciones se deberán realizar fuera del horario de clases debiendo comunicar al establecimiento el día y horario en que realicen.

También se regula la aplicación sobre cursos de agua obligando a limitar una franja de protección a todo curso o cuerpo de agua de 50 metros a cada lado o alrededor de los márgenes cuando se trata de una aplicación aérea. Y de entre 25 y 50 metros cuando se trate de una aplicación terrestre, dependiendo siempre del tipo de producto que se aplique.