Provincia

Fuerte debate interno en el Gobierno ante el pedido de Vidal del Fondo del Conurbano

Son más de 50 mil millones que reclama la gobernadora. Un sector del gabinete rechaza el pedido.

María Eugenia Vidal libra una sorda pulseada en el Gabinete nacional para recuperar los 50 mil millones del Fondo del Conurbano bonaerense, si es necesario, con aportes directos del alicaído tesoro nacional.

Su tesis es simple: Sólo si desembolsa ese dinero la provincia de Buenos Aires adquiere sustentabilidad y el Gobierno tendrá alguna chance de ganar las elecciones legislativas el año próximo, un paso clave para la estabilidad política de cualquier presidente.

Pero en el Gabinete hay actores de peso que resisten destinar semejante suma a la provincia, sobre todo cuando el déficit fiscal se mantiene bien arriba y por ahora lejos de las metas de ajuste que anunció al inicio de la actual gestión, el ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat Gay.

La hipótesis de Vidal es simple, sino le dan los 50 mil millones extra que necesita para equilibrar la provincia y hacer obras, las elecciones del año que viene podrían perderse por escándalo.

No es el único cortocircuito del gobierno bonaerense con Hacienda. Como reveló LPO en exclusiva, la secretaría de Hacienda que conduce Gustavo Marconato, tiene frenado todos los giros de fondos para obra pública a la provincia, incluso algunos críticos como las obras para prevenir las inundaciones de La Plata, que venían a buen ritmo durante el tramo final del gobierno de Cristina Kirchner y que desde que asumió Macri lleva un nivel de ejecución del dos por ciento. 

Como en cada controversia de su Gabinete, Macri escucha a todos toma una postura intermedia y espera a ver como maduran las cosas.

En este caso, le permitió a Vidal ir para adelante con su reclamo pero con una salvedad: ir construyendo legitimidad política para no repetir el error inicial de su Gobierno, cuando le duplicó la coparticipación a la Ciudad y se pasó desde entonces hasta hoy negociando compensaciones con el resto de los gobernadores indignados.

Es en ese camino de construcción de "legitimidad política" del reclamo, que Vidal sumó a todos los intendentes de la provincia, hizo una presentación en el Senado y ayer directamente recibió a dos de los tres senadores que representan la provincia -faltó a la cita la peronista María Laura Leguizamón-, ninguno de Cambiemos.

Vidal con los senadores nacionales de la provincia, Linares y Abal Medina.

De hecho, en el Congreso ya hay 3 proyectos redactados para reponer a la provincia el Fondo del Conurbano, que no es otra cosa que solucionar la letal pérdida de puntos de coparticipación que su¡frió durante la gestión del radical Armenariz, que condenó desde entonces a la provincia a un déficit crónico.

En paralelo, Vidal hará un planteo ante la Corte Suprema de Justicia para reclamar la actualización del Fondo, anclado en 650 millones de pesos por un decreto de 1997 que le puso un tope. Sin esa restricción rondaría los 50 mil millones. Es una jugada de cobertura, por si el ala dura del Gabinete convence a Macri de no girarle los fondos.

Al mismo tiempo que empuja en el Congreso los proyectos de ley, Vidal reclamará la reposición del Fondo del Conurbano ante la Corte Suprema. Es una jugada de cobertura, por si triunfa el ala dura del gabinete de Macri.

Si en el Congreso los gobernadores mandan a sus senadores a rechazar la restitución de la coparticipación a Buenos Aires, el presidente tendrá la excusa para engrosarla con fondos nacionales, o sea sin restarle asignación directa a las otras provincias, pero relegándolas de los fondos en obra pública que la Nación dispone en forma discrecional.

Como explicó LPO, el proyecto de Vidal pide todo el esfuerzo fiscal posible para sus colegas: plantea recuperar para Buenos Aires el fondo del conurbano pleno (el 10% del total recaudado por Ganancias) e incluirla en el reparto del otro 4% que las otras provincias distribuyen según las Necesidades básicas Insatisfechas (NBI).

O sea, la mayoría de ese 14% de ganancias (que este año podría recaudar 500.000 millones de pesos) iría a Buenos Aires, cuando actualmente sólo le llega el 0.13 y el resto se esparce en las otras 23 provincias.

Pero ni Vidal ni lo senadores imaginan a los gobernadores habilitando a sus legisladores a ceder un peso de sus arcas para Buenos Aires. Y si así sucede, el único camino posible para Vidal es que el dinero lo ponga la Nación, posibilidad que Macri no descarta.

Para acercarse a esa opción, en su proyecto los senadores del PJ, Juan Manuel Abal Medina y María Laura Leguizamón exigen a la Nación resignar un 7% de lo que retiene de Ganancias y así compartir el esfuerzo con el resto de las provincias para engrosar las arcas de Buenos Aires.

Si la Corte Suprema, renovada con la llegada de Horacio Rosatti y Carlos Rozenkrantz, hiciera lugar al pedido de Vidal y fallara a favor de restituir el fondo, Macri tendrá otra excusa más para invertir de su caja en Buenos Aires sin que los gobernadores puedan quejarse.

Y así cubrir la Provincia con carteles amarillos, para una elección que será crucial en el futuro político del Gobierno.