Macroeconomia

El segundo semestre y la luz al final del túnel

La macro puede aguantar un segundo semestre de transición, pero baja la capacidad de consumo y no crece la inversión.

El gobierno se enfrenta, como eraprevisible, al contraste entre las promesas de campaña y la realidad. A ello sesuma el desafío político que implica administrar las expectativas cuando enlugar del "shock" se elige el "gradualismo".

De la promesa del "todos vamosa vivir mejor" de la campaña pasamos a "el nivel de vida de ciertosegmento de la sociedad no era sostenible". De la lluvia de inversionesinmediata que se esperaba sólo por la asunción de un nuevo gobierno, pasamos ala masiva llegada de dólares financieros que todavía no se reflejan en unaumento significativo de la inversión privada. De la reactivación para el"segundo semestre" pasamos a la "luz al final del túnel",pero sin poder definir aún cuán largo es el túnel.

La inversión pública estáarrancando, el campo y el complejo agroindustrial están empezando a mostrarbuenas señales y los incrementos de los beneficios sociales sumados al cierrede las paritarias mejorarán la capacidad de consumo real de buena parte de lasociedad en lo que resta del año. Estos serán los tres pilares sobre los que seasentará la economía hasta, por lo menos, fin de año. Eso suponiendo que elBrexit tenga un impacto acotado, si la situación internacional se desmadra, eltúnel nos parecerá infinito.

Campo, obra pública y mejora del consumo son los tres pilares en los que se asentará la economía, suponiendo que el Brexit tenga un impacto acotado; sino el túnel nos parecerá infinito. 

Entre los dólares financieros quevía créditos puedan tomar la Nación y las Provincias, sumado al blanqueo decapitales, no pareciera que la restricción externa o la financiación deldéficit fiscal vayan a limitar al gobierno a corto plazo.

El punto es que el blanqueo se haceuna sola vez y los préstamos hay que devolverlos. La reforma previsional pondráel nivel del gasto público "inflexible" en un nivel más alto afuturo. ¿Quién puede discutir la justicia de pagarle más y mejor a losjubilados? El problema es que tenemos que juntar la plata todos los meses. Lospréstamos que hoy tomamos, mañana tenemos que devolverlos. La macroeconomíapuede tolerar todo un segundo semestre de transición. El tema es que si en el2017 no empezamos a crecer en serio sobre bases sólidas, fuera del empuje quepuede aportar el Estado, las cosas se van a complicar.

Inversión y deuda

Una discusión que debería empezar adarse es sobre la calidad de las erogaciones que hace el Estado con la deudaque estamos tomando. ¿Estamos seguros que la productividad de esas erogacionespermitirán repagar los préstamos que estamos tomando?. Si hay un país que sabesobre la inconveniencia de endeudar al Estado para erogaciones improductivassomos nosotros, otra vez no deberíamos tropezar con la misma piedra.

Una cosa es endeudarse parafinanciar el Plan Belgrano y desarrollar infraestructura social y productiva enbuena parte del país y otra muy distinta es, por ejemplo, aumentar los preciosinternos de la energía, manteniendo subsidios para no agravar la cuestiónsocial y no impactar en los índices de precios, mientras que en el mismomomento YPF baja sus inversiones un 25%. Los mayores precios de la energía lospagan los usuarios o los contribuyentes (vía subsidios). Como el Estado tienedéficit parte de esas erogaciones se están financiando hoy con deuda, pero siesos fondos que transferimos de los consumidores o contribuyentes a lasempresas energéticas no se reflejan en mantener o aumentar las inversiones, elesfuerzo no tiene sentido.

Basta ver lo que está pasando en lasprovincias productoras de hidrocarburos para darnos cuenta que las inversionesen ese segmento de la industria están bajando, ni siquiera se mantienenconstantes. En un momento en el cual el Estado debe aumentar la demandaagregada se transfiere renta de los consumidores o contribuyentes a empresasque no invierten en la misma magnitud. Bajamos capacidad de consumo pero no lacompensamos con inversiones. Asi, hoy la demanda agregada baja, cuandonecesitamos que aumente. De eso debe tomar nota el gobierno. Si las inversionesen este sector las esperamos recién para el 2017, ¿Por qué en lugar de dar elaumento al gas natural de una única vez no se prorrateó en el tiempo en lamedida que aumentan las inversiones?.

Endeudarse para mantener los subsidios a la energía, mientras la inversión de YPF cae un 25%, hace que el esfuerzo no tenga sentido.

Está visto que nuestro Estado por símismo puede fomentar la demanda agregada por un tiempo, pero mucho más cortoque el deseable. Si las inversiones privadas no empiezan a llegar en serio nosvamos a encontrar con el problema de cubrir las cuentas del Estado con un nivelmás alto de erogaciones inflexibles y con la obligación de devolver la deuda(más sus intereses) que hoy tomamos.

¿Cuánto tardará la economía enatraer inversiones privadas productivas? Todo depende del escenario futuro quepueda diseñar el gobierno u ofrezca el mundo. Alguien invierte si supone quetendrá demanda para sus bienes y los podrá vender de manera rentable. Lademanda por bienes locales puede venir del mercado externo o interno. Losempresarios usualmente no tienen mucho apuro por invertir, la ansiedad es de lasociedad o del gobierno, pero nunca de los inversores.

¿Podrá el gobierno administrar lasansiedades de la población, dar las señales y tomar las medidas necesarias paraque la tan esperada lluvia de inversiones llegue? Para que esto ocurra nobastará sólo con “desactivar las bombas” heredadas y esta es justamente lapregunta que empezaremos a respondernos en el segundo semestre.