Senado

Cristina pierde senadores por el caso López y sólo le responde La Cámpora

Los incondicionales no llegan a diez. La cuñada de Máximo buscaba firmas para rechazar el blanqueo.

El plenario de comisiones para tratar el proyecto sobre pago de juicios de jubilados y blanqueo de capitales exhibió el desmembramiento del grupo kirchneristas en el bloque de senadores del FpV-PJ, acelerado por el escandaloso allanamiento de José López.

Hasta esta noche sólo Virginia García, cuñada de Máximo Kirchner, junto a su coterránea Ester Labado, iban a presentar un dictamen de rechazo en consonancia con los diputados del FpV, pero no encontraban compañía.

En la reunión sólo había levantado la voz en contra del proyecto su coterránea María Ester Labado, que se sumaría al dictamen de García. Estaban acompañadas de las camporistas María de los Ángeles Sacnun y Anabel Fernández Sagasti y se fueron juntas cuando Labado salió al cruce de Pichetto.

“Es verdad que nosotros representamos a las provincias, pero también al pueblo y no podemos avalar esto. Flaco favor le estamos haciendo a los jubilados porque lo estamos perjudicando”, planteó, de pie, la senadora santacruceña, en un colmado salón de las provincias, con más ruido de lo habitual para una reunión de comisión.

Cristina impulsó un rechazo al proyecto de blanqueo, posición que esta noche apenas conseguía el apoyo de un puñado de senadoras camporistas.

El grupo kirchnerista osciló desde enero las 17 firmas y Cristina logró sentar a 22 en el Instituto Patria, aunque hubo varios infiltrados. Pero el caso López lo redujo a los incondicionales durante la votación de los jueces de la Corte y en la próxima sesión ni llegarían a 10.

Podría sumarse la correntina Ana Almirón (de La Cámpora, aunque con ganas de desmarcarse), el neuquino Marcelo Fuentes (amigo del matrimonio K) y el resto está por verse. La pampeana Norma Durango, la chaqueña María Pilatti y el chubutense Juan País no tienen jefes claros, pero habrá que ver si quieren seguir imaginando a Cristina en ese rol.

Es lo que ya no hacen las riojanas Inés Blas y Teresa Luna, los sanjuaninos Ruperto Godoy y Marina Riofrío, la entrerriana Sigrid Kanuth (todos presionados por sus gobernadores), el santiagueño Daniel Pérsico y el misionero Juan Irrazabal. Lo cierto es que ninguno de todos estos se acercó esta tarde a respaldar a García.

Pichetto había justificado el aval al proyecto aprobado en Diputados en la “política de Estado” que significa cancelar juicios con jubilados y hacer un blanqueo “como los que aprobamos al anterior gobierno”, que hasta consideró temeroso. "Las penalidades que tiene son grandes y no incentivan a traer dólares", criticó. 

Y en los acuerdos con las provincias ratificados en esta ley, que son la devolución del 15% de coparticipación y la asistencia a las cajas previsionales.

“Fue un trabajo político de los senadores. Pero acá nadie reconoce nada”, se indignó Pichetto. La ley se sancionará el miércoles 29.

La caída libre del kirchenerismo la aceleró un ansioso Ángel Rozas, quien después de una breve exposición de funcionarios pidió empezar a juntar firmas para el dictamen de mayoría, tarea nada fácil porque el proyecto fue girado a cuatro comisiones (Trabajo, Economía, Presupuesto y Educación y Cultura).

“Si no se puede hacer cambios no firmamos nada”, salió al cruce Labado. Y se anotó para dar testimonio K,  que se escucha cada vez menos.