Macroeconomia

Análisis: El blanqueo se impone como Plan B, ante el fracaso de las metas de Prat Gay

Qué hay detrás del incumplimiento de las metas de reducción del déficit e inflación.

Lasmetas fiscales, de inflación y de crecimiento se renuevan. A un mes de comenzarel segundo semestre, las promesas del ministro de Hacienda y Finanzas Públicas,Alfonso Prat Gay, no solo necesitan una revisión sino una estrategia nueva.

Elproyecto original incluía revisar los pliegos de las obras públicas en curso yreanudarlas tras la revisión, pero no pisarlas durante seis meses. Es que conel correr de los meses se reiteraron los anuncios de expansión del gastopúblico y de reducción de retenciones e impuestos, que amplían el déficit; peropoco se avanzó en la reducción del gasto público. Tres quintos de la meta dereducción del gasto dependían de la baja de subsidios a la luz y al gas. Y sinembargo, la marcha atrás con el tarifazo dejó al Gobierno con un gasto de$2.250 millones de pesos no previsto, según reveló el mismo ministro delInterior, Rogelio Frigerio.

Tres quintos de la meta de reducción del gasto dependían de la baja de subsidios a la luz y el gas, que con las últimas contramarchas quedó a medio camino.

Elproblema del plan económico lo abordó el economista estadounidense y ganadordel premio Nobel 2011, Thomas Sargent, durante una charla en el SegundoCongreso Argentino de Fondos Comunes de Inversión: "Lo que importa es lasostenibilidad política de un plan y de eso los economistas nosaben".

Elplan de Macri era ambicioso y aparentemente lineal: levantamiento del cepocambiario, pago a los holdouts, baja del riesgo país, apertura de la cuentacapital y lluvia de dólares. Sin embargo, había algunos baches que sortear enel plan de ruta. El éxito dependía de cerrar las paritarias debajo del 30%anual, contener la inflación en el primer semestre debajo del 20% y exhibir unreordenamiento de las cuentas que atrajera capitales para que la inversiónextranjera compensara parte de la caída del PBI por la contracción del consumo.

Strurzenegger y su equipo conversan con el premio Nobel, Thomas Sargent, en un despacho del Banco Central.

Lasparitarias en marzo y abril por encima del requisito presidencial fue laprimera luz amarilla. La segunda fue la escalada de la inflación y la disparadadel dólar a $16. Y mayo fue el mes de la marcha atrás con el proyecto originalpor la oleada de amparos contra el tarifazo. La dimensión política del planeconómico tenía un grosero error de cálculo.

Sincericidios

QuizásSargent llegó 6 meses tarde con la recomendación que dio delante del presidentedel Banco Central, Federico Sturzenegger: "Para saber si un plan essostenible en el futuro tenemos que incorporar a los políticos ypolitólogos", indicó el premio Nobel.

Elotro error de diagnóstico tuvo que ver con los capitales que no llegaron en lamedida en la que los esperaban. La misma cúpula del Gobierno declaró poseer másde $100 millones en el exterior, que todavía no fueron repatriados. Prat Gaydeclaró el equivalente a $40,5 millones, Aranguren $53,5 millones,Sturzenegger casi $5 millones y unos $233 mil en manos de Lopetegui.

Elpropio presidente Macri todavía no repatrió los $18 millones que tiene en elexterior y que no decidió traer al país hasta que fue expuesto por la prensa enel escándalo de los Panama Papers.

Macri cometió un sinceramiento poco feliz al conceder que cuando repatríe los millones que tiene en Bahamas los destinará a una renta financiera como las Letes. Es que fueron esos instrumentos los de mayor rentabilidad.

Macriincluso cometió un sinceramiento poco feliz al aceptar la sugerencia de unperiodista de invertir en deuda argentina: "Posiblemente compre letras delTesoro Argentino para ratificar que este proceso de recuperación argentina va air cada vez mejor", dijo Macri al anunciar que daría orden de traer susmillones al país.

Esque efectivamente las mayor rentabilidad en el primer medio año de Gobierno deMacri la ofrecieron las inversiones en instrumentos financieros como las Letrasdel Banco Central (Lebacs) y los bonos de deuda atados a la inflación, mientrasque la economía real mostró un desempeño recesivo. La señal para el resto delempresariado es clara: el propio Presidente prefiere hacer una inversión encartera antes que embarcarse en los desafíos de la economía real.

Poreso, los capitales que llegaron vinieron a aprovechar las altas tasas de queofrece el sector financiero y bancario o ingresaron de la mano de la colocaciónde deuda externa nacional y provincial a tasas en dólares superiores incluso alas que paga Grecia.

ElPlan B

En este marco empantanado, el Gobierno acaba de lanzar su "Plan Blanqueo" o sencillamentesu "Plan B". Comolo evidencian las discusiones al interior de la coalición y la urgencia con la que fue planteado el proyecto de ley, el blanqueo de capitales noformaba parte del Plan A, enunciado al inicio de la gestión macrista por PratGay.

Laidea del blanqueo es más tributaria que de repatriación productiva como lodemuestra el texto del proyecto de ley, que ofrece distintas alternativas (verrecuadro) para exteriorizar los bienes sin necesidad de traerlos al país.

Medianteel blanqueo, el Gobierno aspira a alcanzar por el lado de la recaudación entre2 mil y 3 mil millones de dólares y más de 20.000 millones de dólares por ellado de la repatriación de capitales. Sin embargo, el economista del FrenteRenovador, Aldo Pignanelli es menos optimista: "Por el lado de larepatriación, nuestras estimaciones tienen un tope de 10.000 millones dedólares y, por el lado de la recaudación, un tope de mil millones".

Pignanelliexplicó a LPO que "al gobierno le está fallando la parte de la inversiónextranjera del plan. Con el blanqueo no apuntan a cerrar la brecha fiscal, quede hecho creció, sino a generar un shock de confianza por efecto contagio".Si los argentinos llevan su dinero a la Argentina, los demás se verían tentadosa imitarlos, sería el razonamiento detrás del planteo.

Macri escucha a Prat Gay en una reunión de gabinete.

Elproblema es que la alícuota promedio del 10 al 12% para los que tengan"plata en serio" es muy alta. Por ejemplo, si los millones de Macrino hubiesen estado declarados, para repatriarlos debería dejar en la caja de laAnses más de $2,1 millones. Desde la óptica empresaria, es mucho dinero paraperder de un segundo para el otro.

Apriori, el dinero que deje el blanqueo se utilizará para el pago a los jubiladosy no a cerrar la brecha fiscal. "El déficit de hecho creció", dijoPignanelli a LPO. En esto coincide un amplio espectro de economistas. Este complejo panorama se vio incluso reforzado el viernes pasado cuando se dieron a conocer las cifras de la recaudación de mayo, que crecieron muy por debajo de la inflación.

Luciano Cohan anticipa que este año el déficit será incluso superior al del 2015, porque en el segundo semestre aumentará el gasto para impulsar el crecimiento.

LucianoCohan, por ejemplo, anticipó que en 2016 tendremos un déficit superior al 2015porque en el segundo semestre aumentará el nivel de gasto para impulsar elcrecimiento de la economía mediante el pago a los jubilados con lo recaudadopor la Anses con el blanqueo y el flujo de fondos propios.

JavierMilei, sin embargo, descartó de plano el repunte de la actividad económica enel segundo semestre por falta de inversiones y la mala estrategia de Macri parallevar a cabo la reducción del subsidio a las tarifas que ahora jaquea elprograma de reducción del déficit fiscal y desalienta la llegada de loscapitales.

"Losdéficits fluctúan año a año. Si la política del gobierno es clara y predeciblees fácil que la gente pueda formar sus expectativas", atemperó Sargent.Precisamente ahora, las expectativas sobre la inflación muestran una tendenciaa la baja. Y el nivel de actividad con un signo de pregunta que un economistaresumió irónico: "Me parece que el segundo semestre llega el año queviene."