El radicalismo de Santa Fe mantiene su alianza con los socialistas y tensiona con el macrismo
El flamante presidente provincial de la UCR, JuliánGaldeano, se caracterizó siempre por mantener un excelente diálogo con todaslas fuerzas aliadas, ya sea con el Socialismo o el PRO desde la conformación deCambiemos a nivel nacional.
"Es nuestro Coti", bromean en los comitécuando hacen alusión a la capacidad de Galdeano como operador.
A pesar de las insistencias de algunos dirigentes quepretenden que el flamante presidente tome posiciones más duras respecto alFrente Progresista para acercarse a Cambiemos, el mismo Galdeano se encargó deconfirmar que por ahora no busca una ruptura anticipada con el socialismo.
En una entrevista publicada en Rosario/12, Galdeanoaclaró: "Nosotros como sector manifestamos la necesidad de que haya unequilibrio y que ninguno sobreactúe sus posiciones. Esto significa que niaquellos que hoy ya prevén un escenario hacia un lado al corto plazo u otrosque ya lo descartan a priori, debe haber un ámbito de debate en el radicalismoy tratar de que la mayoría decida hacia el lugar adónde vayamos, con el mayorconsenso posible"
Así, el dirigente del Movimiento de Acción Radical-MAR-, descartó que vaya a haber una definición inminente sobre el destinopolítico de la UCR en una provincia tensionada por los dos frentes.
Por lo bajo, en la UCR reconocen que el partido deMauricio Macri "nos trata mejor que el socialismo, nos recibe y nosatienden en cambio con los socialistas estamos rotos los huevos"despotricó un militante del sector en diálogo con LPO.
El acuerdo interno
La elección de autoridades radicales implicóacuerdos entre los tres grandes grupos: MAR de Julián Galdeano; Universidad quedirige José Corral y Nuevo Espacio Organizado -NEO- que integran elvicegobernador Carlos Fascendini y el Ministro de Seguridad MaximilianoPullaro, alineados al Frente Progresista.
Ninguna de las tres corrientes podía imponerseen una interna por lo tanto el MAR nombró la presidencia provincial, RodrigoBorla de NEO como presidente de la Convención santafesina y José Corral comoconvencional nacional para continuar como titular máximo de la UCR.
Con ese escenario es difícil que el radicalismo tomeuna decisión definitiva de abandonar el Frente Progresista a pesar de lapresión que ejercen desde el PRO que acusan a la UCR de "cobrar por lasdos ventanillas" y que comienzan a manifestar hastío con el doble juego.
"Para sacar el pie de un plato el otro tiene queestar bien sólido" previno un dirigente de MAR consultado por LPO quientambién reconoció que la dirigencia observa con cautela, y cierta preocupación,el devenir de la gestión de Mauricio Macri.
El gobernador de Santa Fe, Miguel Lifschitz.
En cuanto al gobernador Miguel Lifschitz sólo atinó aaceptar en medios locales que hay ciertas tensiones con la UCR aunque evitóforzar o encerrar al partido centenario a tomar alguna posición respecto alFrente Progresista.
De hecho, en el gobierno afirman que las próximaselecciones se desdoblarán para permitirle a la UCR que apoye en la provincia alFrente y se identifique con Cambiemos en las nacionales.
"El PRO quiere y tiene que ganar el 2017 tantopara fortalecer en el Congreso la segunda mitad del mandato de Macri comotambién para proyectarse con posibilidades de triunfar en la pelea por lagobernación en el 2019" afirmó la misma fuente a este medio que pidiópreservar su nombre.
En ese escenario, el socialismo no descarta contar conel apoyo de sectores del peronismo y del Frente Renovador para polarizar con elpartido de Mauricio Macri y complicarle la estrategia.