Ley Antidespidos

Pichetto se reunió con Camaño y negocian un dictamen para aprobar la ley antidespidos

El tigrense y el senador plantaron a Recalde y acercaron posiciones. Los senadores definen mañana.

Sergio Massa se encamina a lograr que su proyecto para frenar los despidos sea el sancionado por el Congreso: Esta tarde, el tigrense no atendió los llamados de Héctor Recalde y la jefa de su bloque Graciela Camaño comenzó a negociar directamente con Miguel Angel Pichetto, mandamás de los senadores del FpV.

El miércoles habrá sesión en Diputados y la ley antidespidos está en el temario con cinco dictámenes pero hay tres con chances de prosperar: uno del FpV, que avala el texto del Senado; el del Frente Renovador, que le aplica cambios; y el de Cambiemos, que lo rechaza.

El kirchnerismo fracasó el jueves en su intención de imponer su dictamen, al convocar a una sesión especial que terminó sin quórum, porque el massismo no quiso sumarse a la gala.

Encumbrado, Massa decidió ir por todo: no atendió los llamados de Recalde y envió a Camaño a negociar su dictamen en el Senado, porque no cree capaz a los diputados del FpV de posponer una semana más el debate.

Esta tarde Massa se dio el gusto de dejar plantado al kirchnerista Héctor Recalde y mandó a Graciela Camaño a negociar directamente con Pichetto la sanción de una ley anti despidos.

A medida que le cerraban puertas, Recalde se fue enterando que a su bloque le tocaría aplaudir. Temprano, pidió una reunión con Pichetto, pero no tuvo respuesta. Quería detallarle el dictamen de Massa para que sondee a su bloque, pero no sabía que Camaño ya había hecho ese trabajo.

Otra buena noticia para el tigrense es que en el Bloque Peronista, que el jueves participó a la sesión fallida convocada por el kirchnerismo, empezaron a tomar con simpatía los cambios del massismo.

Es que el texto es mucho más favorable al discurso de los gremios, porque hace retroactiva al 22 de abril la prohibición de despidos por un semestre y no excluye a las Pymes, como había sugerido Massa en un principio.

Massa y Pichetto en un reciente encuentro por la ley antidespidos.

Las Pymes están incluidas en un capítulo con fuertes beneficios que ya espantó a Mauricio Macri, desesperado por no agrandar el déficit fiscal.

Tanto es así, que en el Gobierno empezaron a dudar sobre si no es preferible dejar pasar el proyecto del Senado y que Macri vete sólo la suspensión a los despidos y la doble indemnización –presente en todos los dictámenes- y no tenga una mala noticia para las Pymes.

Pero Cambiemos no llega ni a 100 diputados y no puede evitar una mayoría en contra. Sí lo dos tercios, que serán necesarios para poner el proyecto en debate.

Macri ordenó a sus diputados que convenzan a los kirchneristas de mantener su dictámen: La lógica es simple si sale el de los k sólo se peleará con los trabajadores, si sale el de Massa deberá enfrentar el enojo de trabajadores y Pymes, cuando lo vete.

Los senadores del Frente para la Victoria-PJ tendrán mañana la primera reunión desde la sesión que aprobó la ley antidespidos y Pichetto tendrá la opción de exponer el proyecto de Massa y ver si tiene consenso.

Contra lo que suele suponerse, el rionegrino no tiene control pleno del bloque, que con 39 bancas goza de quórum propio.

Cerca de 20 responden sin chistar a los gobernadores, que esta semana estarán dulces por la devolución de coparticipación que hará Rogelio Frigerio.

Y un número similar se define cristinista y el resto se mueve a gusto, muchos sin jefes reales. Si Massa logra reenviar el proyecto, los leales a la ex presidenta podrían revelarse y exigir avalar el proyecto original para evitar un triunfo de Massa.

Pero, llegada esa instancia, tal vez una posición tan rígida los haga responsable de frenar la ley antidespidos, una culpa que no querrán cargar los senadores que visitaron a Cristina Kirchner cuando los convocó.

Acorralado, Recalde le pedirá mañana mediación a los gremios, para que definan si quieren presionar para que haya una ley antidespidos. Tras la reunión en la Casa Rosada, los sindicalistas parecieron bajaron la guardia y no hubo ni uno de ellos que el jueves fuera a los palcos de Diputados a pedir quórum.

Para ver de qué lado están, Recalde los irá llamando de a uno. Apelará a su vínculo con Juan Carlos Schmidt, secretario general del sindicato de Dragado y Balizamiento y mano derecha de Hugo Moyano, quien el jueves permitió que su hijo Juan Facundo y sus dos diputados camioneros negaran el quórum.

Se contactará con Hugo Yasky y Pablo Michelli, mientras que Abel Fourlán, diputado nacional del FpV y dirigente de la UOM, tendrá la misión de tantear a su jefe Antonio Caló, quien el lunes pasado discutió con Macri en Olivos, cerró su paritaria en 32% y dejó de hablar, tras ser el que más pidió frenar los despidos por ley. Tendrá que definir si quiere seguir callado.