Javier Lindenboim

"La doble indemnización es una expresión de deseos sin consecuencias reales"

El especialista advierte que hoy son más preocupantes las suspensiones que los despidos.

Dirige el Centro de Estudios sobre Población, Empleoy Desarrollo (Ceped) de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA y aseguraque hoy es imposible hablar con precisión de la destrucción de empleo y sabercuál es la desocupación real. Economista riguroso einvestigador del Conicet, el profesor Javier Lindenboim cuestiona al kirchnerismopor haber devastado el sistema estadístico y haber incorporado militancia alEstado, pero también critica al gobierno de Cambiemos por no haber tomadoprecauciones para mitigar los costos del ajuste.

En medio del debate por la ley antidespidos, elespecialista sostiene que los REPRO y el seguro de desempleo son más útiles queprohibir despidos. “La doble indemnización es una expresión de deseos que notiene efectividad real”, asegura. Lindenboim consideraque hoy las suspensiones son más preocupantes que los despidos, dice queel problema principal de la economía está en la inflación que deteriora elsalario real de los trabajadores y advierte que -si la reactivación no llega enel corto plazo- el impacto sobre el empleo será muy fuerte.

Si la estrategia del gobierno sobre empleo estatal de verdad estuviera expresada en reducir los 3 millones de empleos que hay entre Nación, provincia y municipios con estas decenas de miles de empleos liquidados, no sería solvente.

¿Cómo ve elescenario laboral en un momento en que el gobierno y la oposición no se ponende acuerdo ni en el diagnóstico ni en las soluciones?

No es del aire que no sepamos dónde estamos parados. Reconocer losproblemas, que incluyen la falta de información, es parte del diagnóstico. Haceya casi 10 años que comenzó el proceso lento pero persistente de destruccióndel sistema estadístico. Por eso, el Ministerio de Trabajo decidió no darlebolilla a la información de la Encuesta de Hogares y centrarse en la base dedatos del SIPA (Sistema Previsional).

Son los datosque muestra el gobierno pero ofrecen una visión muy acotada.

Exacto, muestra estos porque en realidad no hay otros. Sé que elgobierno trabaja en un informe que integra datos de empleo público, empleoprivado y empleo no asalariado, los cuentapropistas y monotributistas. De todasmaneras, a eso le falta, el empleo asalariado no registrado. Uno puede presumirque en estos 6 meses de explosión de gran parte de nuestros problemas uno delos componentes más afectados debe haber sido el empleo en negro, precario,desprotegido. Pero para sostenerlo necesitamos la Encuesta de Hogares, que hoyno tenemos.

La Cámara de laConstrucción informó 54 mil despidos hasta marzo.

Sí, pero con la Cámara de la Construcción nunca sabemos si informasobre los puestos en blanco que se han perdido o si incluye también empleo noregistrado, que en la construcción es más de la mitad. No lo informa porque noquiere tirarse tierra encima.

Están también losnúmeros de la consultora Tendencias Económicas, que registra 127 mil despidoshasta abril.

Y que a mí me llaman poderosamente la atención porque a principios demarzo hablaron de 107 mil despidos, de los cuales 50 mil eran en el sectorpúblico, cuando el titular de ATE, “Cachorro” Godoy, hablaba de 20 mil entotal, entre despidos nacionales, municipales y provinciales. No queda claroademás si se trata de bajas sin contar las alzas o reincorporaciones o desaldos netos. Hay otra cuestión de la que se habla poco y para mí es másimportante: el tema de las suspensiones. En momentos de incertidumbre como este,es altamente probable que una empresa suspenda antes de echar personal.

Cuando elgobierno dice que el Estado está lleno de ñoquis y que hay que extirpar lagrasa militante ¿envía una señal para el sector privado?

Si,primero es necesario distinguir. Una cosa es la no renovación de mecanismoscontractuales de negrura salarial y otra cosa son despidos. En el Estado no sepuede despedir, a menos que haya un sumario previo. En el sector privado sepuede despedir con causa o sin causa. En ese sentido, la señal aporta a unclima de época. El comportamiento de la gestión anterior fue perverso, en partepor nutrir a su propia fuerza política de ingresos y en parte por unaestrategia de mediano plazo que consistía en dejar sembrado el camino de supropia manera de mirar el mundo. Los sindicatos, que en su mayoría no dijeronnada en su momento, ahora tampoco pueden decir nada. Entonces, la decisión delgobierno es cuestionable desde el punto de vista de los trabajadores pero espensable desde el punto de vista del Estado. Lo que sí es absolutamentedespreciable es hablar de grasa. Tan despreciable como ese comportamientoperverso del kirchnerismo que desplazó a gente preparada por grupos sinpreparación que le respondían.

Es tan despreciable hablar de la “grasa” de los militantes en elEstado, como el comportamiento del kirchnerismo que desplazó a gente preparadapara meter sus grupos.

El kirchnerismoincorporó militancia pero además generó trabajo precario en el Estado.

Las dos cosas efectivamente. Ahora bien, el impulso fuerte deltrabajo precario en la gestión estatal comenzó en los años noventa, con elcongelamiento de vacantes pero con la necesidad de incorporar personal. Eso másallá de la orientación anti-estatal de aquel período. El ennegrecimiento nodesapareció nunca, tampoco en la década que se tituló como ganada. Por eso, nocreo que uno pueda describir en un sólo párrafo cuál es el fenómeno del empleoen Argentina en los últimos 20 años, sin caer en simplificaciones.

¿Pasamos de undiscurso simplificador a otro?

Vale la pena pensar en lo siguiente. Si la estrategia del gobiernoactual sobre empleo estatal estuviera expresada en reducir los 3 millones deempleos que hay entre Nación, provincia y municipios con estas decenas de milesde empleos liquidados, no sería demasiado solvente.

Parece más unaseñal política que un ajuste como el que demandan los mercados.

Parecieraque es eso. No suena a estrategia de ajuste fiscal y ahorro presupuestario. Cuandose habla de la cuestión fiscal, se habla de ingresos y de uso de los ingresos.Estoy convencido de que la estructura tributaria en Argentina creció mucho envolumen pero no se hizo más equitativa. Mantuvo sus criterios inequitativos y enalgunos aspectos los empeoró, como con Ganancias que hace 15 años no modificasus alícuotas. Pero el mejoramiento de la situación fiscal no pasa pordesprenderse de un volumen importante de la fuerza laboral que está en elEstado, aunque sea necesario hacer mucho para hacerla más eficiente.

La dobleindemnización

¿Cuál es suposición ante la ley antidespidos y la doble indemnización?

Creo que un camino más eficiente sería volver a utilizar los REPRO,que ya se usaron en 2002 y en 2008/2009 o aumentar el seguro por desempleo queestuvo congelado en 400 pesos durante los 12 años del kirchnerismo y que elgobierno anunció que va aumentar. Me parece que lo que se está dirimiendo sondisputas de poder en la política, en el peronismo y en el sindicalismo. El usoque se está haciendo del problema –real- de trabajo y de ingresos del sectorlaboral me resulta penoso.

¿Por qué creeque los REPRO y el seguro de desempleo son mejores herramientas que la dobleindemnización?

Primero, prohibir despidos y, sino, aplicar la doble indemnización esuna expresión de deseos que no tiene efectividad real. Saber si la dobleindemnización sirvió o no sirvió en 2002 es un ejercicio contrafáctico. ¿Cómohacemos para saber si en 2002 hubiera habido más pérdidas o menos pérdidas depuestos de trabajo de las que hubo? Además, la doble indemnización es reconocerque estamos perdiendo empleo y no lo vamos a poder revertir.

Pueden decir que este gobierno es de los ricos y de los CEOS y no leinteresa ni pensar en los trabajadores. Es lo mismo que decir que asumió paraperder el mes que viene. A lo mejor son tan incapaces como eso. Tiendo a creerque no.

¿Qué le criticaal gobierno?

Ha errado enormemente porque sabía que las medidas que había quetomar iban a ser dolorosas y eso significa cosas concretas. Había que tener lapredisposición para tomar algunas precauciones.

No lo hizo.

¡No lo hizo! Esa es la parte del discurso de Moyano con la quecoincido plenamente, cuando intenta que el gobierno entienda la necesidad decuidar a los trabajadores. Alguien puede decir que este gobierno es de losricos, de los CEOS y de la gran empresa y que no le interesa ni pensarlo. Es lomismo que decir que el gobierno asumió para perder el mes que viene. A lo mejorson tan incapaces como eso. Tiendo a creer que no.

¿Con qué otromomento de los últimos años compara la situación actual?

En 2014, la Encuesta Anual de Hogares Urbanos –no la EncuestaPermanente de Hogares- dice que hubo 400 mil puestos de trabajo menos que en2013. Yo lo escribí y nadie del gobierno kirchnerista me lo desmintió. Con laEPH trucha, el gobierno admitió 140 mil despidos ese año. Me incomoda que aquellosque tenían responsabilidad en aquel entonces sean los que ahora dicen quererencabezar los reclamos. Pero no estoy minimizando la situación actual. Sólo mepregunto ¿qué fue lo que no nos permitió apreciar socialmente lo que sucedióhace 2 años?

¿El kirchnerismo,que pasó del gobierno a la oposición?

Sí, pero le agrego otra cosa más allá de eso, que efectivamente tieneque ser un componente. El sacudón que desde octubre-noviembre del año pasadotenemos en materia de precios influye en el clima de preocupación. Por eso,para mí el mayor problema está en la inflación y en el deterioro del salarioreal. En materia de empleo, lo veo menos en los despidos que en la suspensiónde puestos de trabajo. Eso es lo fundamental.

No se creaempleo

Usted dice quesin reactivación, el impacto sobre el empleo será muy fuerte.

Yo creo que sí. Esta situación de incertidumbre no favorece a nadie.Si no hay indicios claros de que se inicia la reactivación, el mercado detrabajo que cayó en el pasado –en 2014, en 2009 y ostensiblemente entre 1998 y2002- volverá a caer. Porque la demanda laboral depende de la actividadeconómica.

Hay sectores dela oposición que sostienen que el modelo económico cierra con 15 por ciento dedesocupación. Imagino que no coincide.

A ver, desde que a mediados del siglo XIX Carlos Marx habló delejército de reserva, ese argumento siempre está a la mano. En estos casi dossiglos han pasado unas cuantas cosas. No que el capital se haya abuenado, yo nolo creo, pero sí que el capital ha encontrado la manera de mantener supredominio. Ahora, me permito dudar de que la dirigencia política que tiene asu cargo el gobierno y los equipos económicos que la acompañan persigan eseobjetivo. A lo mejor, quisiera que no fuera verdad y mi propia ignorancia nopermite ver que son afirmaciones certeras.

Según losúltimos datos oficiales, hasta diciembre la desocupación estaba en el 5,9 %.

Una cosa es que se truchen los datos. Otra cosa es que haya, comohubo en los ’90, gente que se desanima y deja de buscar trabajo: potencialmenteactiva pero que no se presenta activamente buscando trabajo. Eso refleja menosdesocupación, una población activa más pequeña y una presión potencial, noefectiva. ¿Qué medimos, la potencial o la efectiva? eso es parte de ladiscusión. Distinto es que se dibujen los datos, 5,9 % para mi es exiguo. Silos que hablan de que vamos a 15 % creen que estábamos en el 6 hasta diciembre,estaríamos hablando de una situación tan potente como la de 2001. Es difícil deimaginarse eso hoy.

Desde que no hay inversión, no se crea empleo en la Argentina. Elpico de crecimiento de empleo fue hasta el 2008 y luego hasta el 2011 se creó algo en base a empleoestatal y cuentapropismo.

¿Cuánto hace queArgentina no crea empleo en serio?

Hasta 2011, algo se creó.

Pero los 5millones de puestos de trabajo que se crearon se concentraron entre 2003 y2008.

Si, efectivamente, eso es así. Hasta 2011 lo que hubo sobre todo fuecreación de empleo público ycuentapropismo. Desde que no hay inversión, no se crea empleo en el sectorprivado. Eso se ve sobre todo en el segundo gobierno de Cristina. Bailaronsobre el Titanic, de Kicillof para abajo. Es desafortunado porque uno puedetener muchos más elementos en común con la óptica de Kicillof que con cualquierotra, pero su gestión realmente es olvidable.

Los noventa

¿Qué pasó en elsalario real en Argentina desde el mazazo de 2001 hasta hoy?

Desde 2002 empieza a recuperarse muy despacito junto con la demandade empleo. Desde 2003 a 2008 hay una suba permanente. El aumento del empleo,más que la recuperación del salario, explica el incremento de la participaciónasalariada en la torta del ingreso. El sector asalariado logró conservar sucapacidad de compra, pero no logró seguir ganando. Cuando se estancó el empleo,la participación del salario dejó de crecer, salvo en las cifras oficiales, quenos llegaron a decir que estábamos otra vez en el mágico fixty-fitty.

¿Por qué no sepudo achicar el trabajo en negro más allá del núcleo duro del 34 %?

La economía argentina incluye un componente de excluidos que nopueden ser atraídos, como diría Agustín Salvia de la UCA. La estructuraproductiva argentina está sostenida por pymes o por empresas que son pequeñasen su inserción internacional. Esas empresas tienden a requerir mecanismos demayor explotación de sus trabajadores para llegar a un margen decompetitividad. Eso explica la negrura persistente en la economía. EnArgentina, como en otros países, el capital más concentrado se ha desprendidode parte de los procesos productivos dirigidos a empresas de menor tamaño, queson las que se tienen que hacer cargo del vínculo con los trabajadores. Como nopueden pelearse con los de arriba, los empresarios más chicos se pelean con losde abajo y negrean más que otros.

Usted afirma quela situación es similar a la de los años noventa.

En materia de condiciones de empleo estamos, más o menos, como en losnoventa. No sabemos, si el salario real se recuperó mucho más allá del nivel de1998.

¿Dice que modeloseconómicos muy distintos se emparentan en cuanto a variables como salario real ymercado de trabajo?

Si, por esta estructural deficiencia en productividad media de laeconomía argentina. Tiene que ver con eso y con un dispendio de la gananciaempresaria no transformada en inversión. De eso hablamos cuando decimos que elempresariado argentino tiene una historia de vivir más de la teta del Estadoque del riesgo empresario. Eso se traduce en la llamada imposibilidad de pagarmejores salarios.

¿Qué pasó con ladesigualdad laboral?

En la época del kirchnerismo no se agudizaron las diferencias. Perola relación entre el ingreso medio de los trabajadores protegidos respecto delingreso medio de los trabajadores precarios era de 2 a 1 en los noventa ysiguió siendo de 2 a 1 en los años 2000. Si estuviéramos en un proyecto demayor equidad, los ingresos de unos y otros deberían acercarse más. Laestructura sectorial del empleo no cambió.