En medio de la tensión con la Iglesia, Barrientos dijo que el Papa no la recibió hace tres años
Margarita Barrientos, la trabajadora social preferida de Mauricio Macri, reveló que el papa Francisco no la quiso recibir "por cuestiones políticas" en 2013.
La fundadora del comedor Los Piletones viajó a Italia aquel año para conocer al Sumo Pontífice y dijo que cree que el Papa no la recibió por su vinculación con el presidente, que incluso la ha hecho participar de sus reuniones de gabinete.
"Fue todo político. Desgraciadamente se ha movido por cuestiones políticas. Esa parte me dolió un poquito", dijo Barrientos durante el programa "Desayuno Americano", de AméricaTV.
"Me dolió porque yo no iba a hablar mal del presidente o la presidenta de ese momento", dijo Barrientos, quien como adelantó LPO logró colocar a su abogado en una banca de la Legislatura porteña, en el bloque del PRO.
"Nos faltaron el respeto. El viaje se hizo para conocer al Papa. Nos sacaron sin darnos ninguna explicación. Ha sido triste esa experiencia, nos sentimos maltratados", dijo Barrientos.
Timing
Lo curioso es el momento que eligió Barrientos para contar una anécdota que sucedió hace tres años: justo lo hace cuando la relación entre el Gobierno y el Papa atraviesa su peor etapa.
Como explicó LPO, Francisco quiere unir a los movimientos sociales, tanto kirchneristas como antikirchneristas, para resistir el modelo de Macri, como un segundo capítulo de la reunificación de las cinco centrales obreras.
El Sumo Pontífice puso a trabajar en ese sentido al presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social, monseñor Jorge Eduardo Lozano, que en las próximas semanas reunirá en la Capital a representantes de los movimientos sociales.
Ayer, Macri recibió a los obispos de la Conferencia Episcopal para bajar la tensión, al mismo tiempo en el que Marcos Peña publicó una carta por Facebook para referirse al encuentro que mantendrá el Papa con Hebe de Bonafini y comparó a al titular de Madres de Plaza de Mayo con el hombre que le pegó un tiro a Juan Pablo II.
“Creo que más allá de las cosas que nos gusten o no, entendamos que la tarea del Papa es espiritual y evangélica, no política partidaria”, advirtió Peña, delimitando el rango de acción de Su Santidad.