Macrismo

Tocado, Marcos Peña salió a dar explicaciones por las críticas a la política de comunicación

Un durísimo editorial de La Nación obligó al jefe de Gabinete a descargarse en Facebook.

 MarcosPeña viene soportando hace semanas crecientes críticas por lo que aliados eincluso miembros del Gobierno consideran fallas de comunicación. La que más seatrevió a blanquear esa postura –la mayoría critica en cobarde off- fue LilitaCarrió, que como reveló LPO, incluso tuvo un duro cruce telefónico con el jefede Gabinete.

Lasfallas en la política de comunicación dePeña, ya había sido advertida por este medio y terminó de quedar en evidenciaen el pésimo manejo de la crisis de los Panamá Paper, que causaron alpresidente Macri un daño todavía difícil de mensurar en toda su amplitud.

Sinembargo, hoy un durísimo editorial del diario La Nación que habría escrito elperiodista Jorge Fernández Díaz, lo terminó de desequilibrar. No fue el únicocuestionamiento del domingo. También objetó la política de comunicación oficial laperiodista Silvia Mercado de Infobae, en una columna que el dueño del medio, Daniel Hadad, consideró pertinente tuitear.

LaNación no se quedó en la crítica global como hacen la mayoría de loscolumnistas de los grandes diarios, que eluden mencionar al jefe de Gabinete.

 La Nación no se quedó en la crítica global de la "mala" política de comunicación que hacen la mayoría de los columnistas de los grandes diarios que evitan mencionar a Marcos Peña directamente.

Eldiario de los Saguier puso el dedo en la llaga: Existe la presunción que MarcosPeña y sus colaboradores más cercanos –como reveló el funcionario de la jefatura Hernán Iglesias Illa en su libro Cambiamos-,están convencidos que se ganó las elecciones por su brillante estrategia decomunicación.

“Aunen el supuesto de que la proximidad con gurús de la comunicación fueraabsolutamente necesaria para un presidente de la Nación, nada reemplazará nuncael valor del instinto natural, de la sabiduría que debe encarnarse en un jefede Estado para granjearse y preservar la confianza de los sectores más ampliosde la sociedad. Sería un error del Presidente y de la coalición gobernante, yun infortunio por el cual todos pagaríamos el precio caro de la frustración,que acreditaran el éxito electoral que los llevó al poder en diciembre sólo alas bondades de sus estilos de comunicación”, sostiene la pluma de FernándezDíaz.

Paraagregar: “El mejor Macri de estoscuatro meses de gestión presidencial, en cuanto a su comunicación con lasociedad, ha sido el que el 1° de marzo pronunció el mensaje de apertura de lassesiones del Congreso. Allí hizo una interesante descripción de la herenciarecibida. Pero prometió brindar más adelante un preciso estado general desituación, que nunca fue presentado hasta hoy”.

Escurioso que quienes más ferreamente se opusieron a que Macri hablara de laherencia recibida fueron Marcos Peña y el asesor mencionado sin nombre por LaNación, Jaime Durán Barba.

El estratega del presidente, Jaime Durán Barba.

Comosea, luego La Nación apunta sin contemplaciones al jefe de Gabinete: “Despuésde 130 días de haber asumido el presidente Macri, cabe preguntarse dónde se sistematizala opinión de sus más de veinte ministros, y en particular los del áreaeconómica, parcelada en segmentos específicos. Corresponde preguntarse tambiéndónde se halla el portavoz oficial del gobierno, a menos que el jefe deGabinete, Marcos Peña, de quien en la Casa Rosada se dice que cumple esasfunciones, no consiga potenciar su identidad por carencia de aptitudes paraaquella tarea, a pesar de contarlas para otras exigencias institucionales”.

Paraluego remachar: “Gobernar una gran ciudad con recursos no es lo mismo quegobernar a una nación con llagas vivas por curar”.

La respuesta de Peña

Tocado, el jefe de Gabinete apeló a suinstrumento de comunicación preferido, para responder las críticas. Publicó enFacebook un largo comunicado, en el que reiteró viejas generalidades al estiloPRO: “Creemos que la comunicación del siglo XXI cambió en muchos sentidos. Elmás importante es que dejó de ser una comunicación vertical entre quien emiteel mensaje y quien lo recibe, para transformarse en una relación horizontal.Por eso buscamos conversar, no gritar ni imponer”.

Para luego caer en ese atajo que a estaaltura ya suena un poco sobreactuado, de hablarle “directamente” a uninterlocutor individual idealizado, como le hicieron hacer a Macri en medio dela conferencia de prensa sobre los Panamá Papers, en la que pese a todas lasinvocaciones al diálogo, no se permitieron preguntas.

No es un secreto que Marcos Peña le dice a Macri que en cinco años los medios tradicionales como los diarios van a desaparecer y toda la comunicación fluirá por las redes sociales.

“Creemos centralmente en las personas, enlos argentinos. En vos. No te subestimamos. No subestimamos a la gente. Nocreemos que sea tan fácil engañarlos o mentirles. Sabemos que la mayor parte delos argentinos entiende que recibimos un país con enormes problemas. Y queconfían que todas las decisiones que estamos tomando son para que losargentinos vivan mejor”, sostuvo Peña en su respuesta, sin timidez para repetirla palabra argentinos las veces que hagan falta.

Pero luego agrega una de los párrafos máscomplejo: “Creemos también que las redes sociales, las herramientas de comunicacióndirecta como el teléfono, el email, el contacto mano a mano, son excelentespara poder abrir otras instancias de vínculo directo con los ciudadanos, parapoder llegarle con un mensaje más específico y también para escucharlos y asígenerar una verdadera conversación”.

Es en ese párrafo donde se puede encontrarel nudo de la polémica sobre la política de comunicación del marcospeñismo. Sencillamenteno cree en los medios tradicionales. No es un secreto que el diagnóstico queel jefe de Gabinete le acerca al Presidente es que en cinco años los diariosvan a desaparecer; pronóstico que sin contradecirlo, algunos pícaros matizan enel oído presidencial: “Mira Mauricio que tu mandato es de cuatro años”.