Santa Fe

Bronca con Aranguren porque el tarifazo golpeó fuerte la electrica de Santa Fe

La empresa provincial deberá pagar el mil por ciento más a Cammesa por la energía.

Las nuevas tarifas con menos subsidios pegaron duro en lasfinanzas de la empresa distribuidora santafesina (EPE) que deberá afrontar aumentosque llegan al mil por ciento como el caso del servicio a residentes que pasó acostar 320 pesos cuando antes abonaba treinta.

En este escenario, según los números de la provincial EPE, sinuna fuerte recomposición en la tarifa, la empresa corre el riesgo dedesfinanciarse y verse obligada a paralizar obras. “No hay energía más cara que la que no se presta”, sostuvierondesde la secretaría de comunicación de la empresa a LPO.

Si bien el porcentaje mayor de aumento se registrópara el servicio domiciliario, que es el de menor consumo, la quita desubsidios también repercutió en los porcentajes destinados al comercio y laindustria. De hecho, las distintas cámaras ya han manifestado preocupación porlas primeras boletas que llegaron con el aumento.

Es que la energía destinada a los grandes clientes,costaba hasta el 31 de enero cien pesos por megawatt y ahora, la EPEdeberá abonar a Cammesa 771 pesos.

La energía destinada a industrias y grandes comercios costaba hasta el 31 de enero cien pesos por megawatt y ahora la empresa provincial EPE deberá abonar a Cammesa 771 pesos.

En conversación con LPO, desde la empresa negaron queel aumento se vaya a trasladar totalmente a los usuarios y reconocieron queexiste mucha preocupación tanto en los directivos como en el gabinete del gobernador socialista MiguelLifschitz, donde no pueden creer la brutalidad del reajuste impuesto por el ministro de Energía, Juan José Aranguren.

El principal problema para las autoridades es que el tarifazo los obliga a absorber parte del reajuste, para no profundizar la incipiente recesión que vive Santa Fe y eso atenta contra el plan de obras diseñado para ampliar la oferta.

De hecho, en el verano que acaba de pasar -que registró altas temperaturas históricas-, no se produjeron tantos inconvenientes como en añosanteriores. “Pasamos de proveer 1600 megavatios en el 2015 a dos milcuatrocientos en 2016. La diferencia equivale a lo que consume en total unaciudad como Santa Fe capital”, describieron a LPO desde la EPE.

“En los últimos años también se registraron aumentosen los salarios y los materiales y desde el 2008 tenemos una inflaciónacumulada de aproximadamente un 700 por ciento en insumos y costos. A todoello, ahora nos aumenta fuertemente la provisión de energía”, completó undirectivo de la firma que pidió preservar su identidad.

El impacto sobre el empleo

Industriales y comerciantes ya han manifestadopreocupación por el abrupto aumento en las tarifas. De hecho, algunas de lascámaras han afirmado que muchos negocios y pequeñas industrias se verán en lasituación de tener que echar empleados para bajar los costos y poder pagar laluz, cuando no, cerrar las persianas.

Ante esta situación, desde la EPE afirmaron que el“gobernador dio instrucciones precisas para que el Ministerio de Producciónanalice y estudie la situación de cada empresa para acordar unarefinanciación”.

A partir del análisis de situación financiera quebrinde cada firma que solicite la refinanciación, el estado concretará un plande pagos para amortizar el importante aumento pero deberán comprometerse a nodespedir ningún empleado.

“Se les va a pedir que no echen gente, si cumplen esecompromiso, podrán acceder a los beneficios de esta propuesta”, sostuvierondesde la Empresa.

Por eso, ante la crisis, Lifschitz le solicitó al ministro Aranguren, que permita a EPE refinanciar el pago a Cammesa, respuestaque se espera llegue a principios de la próxima semana.

Las autoridades socialistas están molestas porque consideran que continúa la discriminación hacia el interior. 

El ministro de Energía, Juan José Aranguren.

“En la Capital federal las empresas Edenor y Edesur cuentan con 600clientes por kilómetro cuadrado mientras que en Santa Fe sólo once. Es unadiferencia sustancial que impacta en las políticas tarifarias”, ya que para suministrar luz en Santa Fe hay que hacer una inversión mucho más grande en el despliegue de cables y demás instalaciones.

Se suma a esto el poder adquisitivo y las ganancias de los comercios en uno y otro distrito. “Poné un kiosco en Lavalle y Florida y otro en la zonacéntrica de Rosario o Santa Fe y después decime cuanto recaudas en cada uno,ahí te vas a dar cuenta de la magnitud”, agregó a LPO el directivo de la EPE.

A su vez, recordaron que durante el kirchnerismo las empresas porteñas contaban con la ventaja de que cada acuerdosalarial era abonado con subsidios del gobierno nacional como también los planes de obrase infraestructura.

 “Nosotros tuvimos querealizar un plan de inversión profundo luego de la década de los 90 cuando seintentó privatizar el servicio. Todas las obras corrieron por cuenta de laprovincia, esa es otra gran diferencia con Capital, que nunca se nos reconoció”, subrayaron.