Tarifazo

Los teatros de la avenida Corrientes podrían apagar las históricas marquesinas por el tarifazo

La icónica imagen del centro porteño quedaría a oscuras, por el tarifazo que multiplicó por siete las boletas.

Después de una temporadade verano pobre en recaudaciones, donde los productores teatrales debieronrascar los bolsillos para costear los gastos que implica trasladar elencos,obras y rentar viviendas para sus artistas, llegaron las facturas de luz con losaumentos. Y las consecuencias pueden cambiar el escenario nacionaly la imagen más característica de la porteña avenida Corrientes.

"Nuestra actividadtiene una ley que impide construir otro tipo de edificio donde se demuele unasala. Donde hubo un teatro debe haber un teatro. Esa restricción al dominiopúblico nos diferencia de cualquier otro negocio", explica CarlosRottemberg, tal vez el empresario que más conoce del rubro en el país.

"El tema de lastarifas de luz es muy reciente y hay que ver cómo nos manejamos. A todos nos hallegado entre 4 y 7 veces el aumento. Al momento ya sabemos que cuidadosdebemos tener como apagar las marquesinas apenas termina la función. Tengamosen cuenta que hay dos tipos de tarifa "en punta" y "fuera de punta",los teatros necesitan en punta aún cuando no consuma energía todo el día. En elmomento de las funciones se suman las mismas más los equipos de frío/ calor másla iluminación en general. Por eso se hace una suma colosal en hora y media.Pero más allá de las facturas que recibimos también hay que decidirpolíticamente que se quiere como postal de la avenida Corrientes. Si es comoTimes Square o Picadilly Circus donde hay convenios para que haya luz las 24horas o nuestra avenida con los teatros medio a oscuras", agregóRottemberg a LPO.

La política tiene que decidir si quiere conservar una postal como la avenida Corrientes de noche. En Times Square o Picadilly Circus hay convenios para que haya luz las 24 horas, señala Rottemberg.

Los carteles luminosos dela esquina más famosa de Londres solo se han apagado en tres ocasiones: lamuerte de Winston Churchill en 1964, la de Lady Di en 1997 y cuando losbritánicos decidieron sumarse a la iniciativa ecológica La Hora del Planeta en2007. A pesar del reclamo de muchos flemáticos ingleses aludiendo "al malgusto" por exhibir publicidad allí desde 1908, los ingresos que percibenpor prestar sus casas como soporte publicitario los invita a hacer la vistagorda. Los americanos, sin tanta vuelta, tienen una legislación que obliga alos vecinos de Times Square a permitir la instalación lumínica en susedificios.

Estado de asamblea

La Asociación Argentinade Empresarios Teatrales (Aadet) convocó a una asamblea urgente para decidirqué medidas tomar. "La Nación nos derivó a Ciudad. Así que le pedimos unareunión a Lopérfido (ministro de Cultura porteño) para tratar de encontrarjuntos una solución. Incluso la gente de Nuevo Encuentro quiere elaborar unproyecto de ley para que nos ampare", cuenta Sebastian Blutrach,presidente de Aadet.

"Sabíamos que lastarifas se iban a actualizar pero no de esta manera tan brutal. No podemosahorrar más lo que estamos haciéndo. Hay que pensar que un foco sobre elescenario gasta entre mil y dos mil watts, las obras más grandes tienen 130 deestas lámparas y encima están encendidas en el horario más caro. La realidad esque durante las campañas, los políticos utilizan a los teatros. Pero después nonos cuidan", se quejó Blutrach en diálogo con este medio.

La clásica imagen de los teatro de la avenida Corrientes de noche.

Aunque no hace falta serel dueño de una sala para sufrir el tarifazo, Javier Faroni, productor de obrasde distintos géneros en cartel, también se preocupa, "estos aumentosperjudican a toda la actividad. Nosotros convivimos con estos conflictos.Lamentablemente habrá menos obras. Pero a no confundir, no estoy a favor desubsidiar las facturas de los teatros comerciales. Eso no hay que hacerlo deninguna manera. Aunque habría que encontrar una solución rápida para las salasindependientes porque hay muchas que están en peligro de cerrar. Y eso seríauna pérdida terrible porque esta actividad de pequeños teatros distribuidos portoda la ciudad, es única en el mundo". Pensando en voz alta, Faronipropone quizás una tarifa cultural en donde se desglose el consumo de acuerdo alas horas de más actividad y el resto del día.

Desde la otra vereda,fuentes del ministerio de Cultura de la Ciudad, asumen que están abiertos aldiálogo con todas las partes intervinientes, como lo han hecho siempre. Lopérfidotiene pensado recibirlos aunque, esta misma fuente admite que "mucho nopodremos hacer porque es un tema del Ministerio de Energía y claramente, estacuestión no es prioritaria para Aranguren".