Holdouts

El acuerdo con los fondos buitres entra en zona de riesgo por las últimas movidas judiciales

Los abogados de Singer y Brodsky dicen que el acuerdo no implica levantar los embargos.

Mientras el Gobierno todavía sigueembriagado por la espuma que dejó la visita del presidente de los EstadosUnidos, Barack Obama, en los tribunalesde Nueva York se acumulan señales muy preocupantes para la Argentina.

El viernes pasado, en un episodio que elGobierno no parece haber mesurado en toda su magnitud, los abogados de losfondos buitres que lideran el juicio contra la Argentina, NML de Paul Singer yAurelius de Mark Brodsky, afirmaron ante la Cámara de Nueva York que el acuerdoque ellos firmaron no tiene como requisito el levantamiento de los embargos.

En una carga de profundidad al "acuerdo", los abogados de Singer y Brosky afirmaron que nunca se comprometieron a levantar los embargos sobre la Argentina.

Esto es una carga de profundidad alentendimiento sobre el que el gobierno de Mauricio Macri basó toda suestrategia macroeconómica, porque la ley aprobada por el Congreso estableció demanera taxativa por pedido de los bloques de Sergio Massa y Diego Bossio, quesólo se pagará una vez que se levanten los embargos.

Es decir que, si lo que afirman losabogados de Singer y Brodsky es verdad, el Gobierno había violado lo que acordóy, si no lo es, demuestra una inquietante voluntad por complicar un proceso quese suponía “acordado”.

Lo notable es que la presentación deljueves pasado del gobierno de Estados Unidos a favor de la Argentina quedisputo el presidente Barack Obama –muy celebrada en Buenos Aires- no parecióconmover a los tribunales de Nueva York. “Hace años que el Gobierno se presentacomo Amicus Curiae de la Argentina y no pasa nada”, afirmó lapidario una fuenteal tanto del juicio.

Un tema no menor que acaso podríaexplicar parte de la beligerancia son las condiciones que la oposición logrómeterle al acuerdo en su paso por Diputados. No sólo la necesidad de esperar ellevantamiento de los embargos sino un cerrojo para futuros juicios.

Fuentes al tanto de esas negociacionesexplicaron que se introdujo un cerrojo que traba futuros juicios, lo queenardeció a algunos buitres –detrás de los que podría estar el propio Singer-que apuestan precisamente a futuros juicios, por al menos 800 millones de dólares.

Un miércoles 13

En este marco enrarecido, la Cámara deApelaciones de Nueva York convocó recién para el 13 de abril a la audiencia enla que definirá si levanta o no los embargos ordenados por el juez ThomasGriesa.

El mediador Daniel Pollack.

Esadecisión le mete una presión inusitada a los plazos que acordó el Gobierno, quese comprometió a pagarle lo acordado a los holdouts el 14 de abril, unaoperación que ahora parece complicadísima dado que la Argentina piensa pagarlos alrededor de u$s 9.000 millones con una emisión de deuda que difícilmentepueda resolverse en 24 horas.

Poreso, este fin de semana en el Gobierno trataban de llegar a un acuerdo conSinger para que acepte postergar la fecha de pago, ya que, si esto no sucede, podría caerse todo el acuerdo.

Elproblema principal sin embargo es lo no dicho, la beligerancia y los juegos ados bandas de los fondos buitres indican que hay algo en el relato que hizo elGobierno de un acuerdo supuestamente de buena fe, que no termina de cerrar.