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Gutiérrez desautoriza a Aranguren y endeuda a YPF en otros mil millones de dólares

Fue primicia de LPO. Aranguren había corrido a Galuccio por el excesivo endeudamiento.

A principio de mes, la vieja interna entre el ministro de Energía, Juan José Aranguren, y el presidente y CEO de YPF, Miguel Galuccio, se tensaba al máximo. 

Entonces Aranguren jugó su carta: en una reunión con senadores de Cambiemos reveló información sobre el desmanejo y sobreendeudamiento de la petrolera nacional en la gestión de Galuccio. La intención era socavarle el apoyo político y lo logró.

"YPF tiene un endeudamiento que duplica su margen operativo", escribió Federico Pinedo enojado en su twitter al salir de la reunión; aportando un dato dañino para las operaciones de la petrolera.

Al ministro de Energía el tiro le salió por la culata. Entre los tocayos Galuccio y Gutiérrez se formó un tándem que inauguraron la era Macri de YPF con un cachetazo a Aranguren: mil millones de dólares más de deuda.

Pero  no fue sufiente. Galuccio tenía el respaldo del vicejefe de Gabinete, Mario Quintana, y del ministro de Producción, Francisco Cabrera, además del apoyo del otro vicejefe de Gabinete, Gustavo Lopetegui. 

O eso parecía. El de Lopetegui era un doble juego: mientras apoyaba a Galuccio en su puesto de presidente de YPF, gestionaba su separación del cargo de CEO para designar en la gerencia empresaria a uno de los suyos.

"Es él o yo" dijo Aranguren a Macri cansado de sus eternas rivalidades. El presidente le dio la derecha al ministro y el CEO perdió la presidencia de YPF. Así, aunque Galuccio formalmente siga en la empresa hasta la asamblea anual extraordinaria del directorio de abril, desde la designación de su reemplazante en la petrolera, empezó la era Macri.

Sonaron varios nombres para sucederlo y el ganador fue el ex JP Morgan, Miguel Gutiérrez. Él ya había sido nombrado miembro del directorio por los accionistas clase D. Junto con Gutiérrez también habían entrado los ex secretarios de Energía  Daniel Montamat y Emilio Apud con la tarea de limitarlo a Galuccio. 

Pero a Aranguren le salió el tiro por la culata. Entre los tocayos Galuccio y Gutiérrez  se formó un tándem. Así que, pese a las críticas por los desmanejos financieros del ex presidente, su reemplazante decidió inaugurar la nueva administración de YPF con un cachetazo al ministro de Energía: mil millones de dólares más de deuda.

Tal como anticipó LPO, Gutiérrez colocó hoy una nueva partida de Obligaciones Negociables (ON) de YPF a cinco años con ayuda del JP Morgan Chase Bank NA como colocador local. Y, en el mercado internacional, los compradores iniciales fueron Credit Suisse Securities, JP Morgan Securities y también HSBC Securities.

Y como la Ley que rige sobre estos títulos es tanto la de Argentina como la de Nueva York, Gutiérrez, en un segundo ninguneo a Aranguren, invitó a Galuccio a Estados Unidos a participar de la operación, aunque como dijeron a LPO fuentes oficiales "No hacía falta llevarlo".

Finanzas complicadas

Efectivamente la situación financiera de YPF es delicada. Tras perder 1700 millones de pesos en el último trimestre del año pasado, la petrolera necesita recursos. Pero como explicó LPO, no hay margen político para un nuevo aumento de las naftas por su fuerte impacto inflacionario.

Financiarse en el mercado local se dificulta. La tasa de interés está por las nubes y desde que cambió la administración de la Anses, ya no puede colocarle títulos tan fácilmente. Así, además de la suba de casi 200 puntos básicos de la Badlar, YPF pasó de pagar la tasa Badlar flat a Badlar+600 puntos básicos, lo que implica un encarecimiento de casi un 8%.

En el mercado externo, la gestión de Gutiérrez arrancó con una tasa del 8,5% a cinco años, son 250 puntos básicos más que la tasa del 8,25% obtenida por Galuccio en la etapa del cepo del ex ministro de Economía Axel Kicillof. 

Y aunque varios analistas se preguntan por la premura por salir a los mercados antes de que mejore la calificación crediticia del país, en la petrolera respondieron que no quieren salir a los mercados junto con la Nación para no quedar opacados y tener que pagar tasas más altas. Dicho sea de paso, estos ON no tienen calificación de riesgo.

Tanto esta tasa como la de la colocación de 1.250 millones de deuda de la provincia de Buenos Aires cuestionan la tasa cercana al 7,5% anticipada por el ministro Alfonso Prat Gay  para la emisión con la que pagarles a los holdouts para salir del default.