Corte Suprema

El peronismo negocia ampliar la Corte para aprobar los pliegos de Rosatti y Rosenkrantz

Pide estirarla a 7 o 9 con dos mujeres. La UCR y Rodríguez Saá se suman. Macri recibió el mensaje.

Si Mauricio Macri quiere a Horacio Rosatti y Carlos Rosenkrantz en la Corte Suprema deberá agrandar el Tribunal a 7 o 9 miembros con al menos dos mujeres, un reclamo del peronismo la UCR y el interbloque federal, fuerzas que sumadas reúnen los dos tercios necesarios para avalar un pliego.

Federico Pinedo le envió el mensaje al presidente, que está acorralado porque, esta vez, el Frente para la Victoria-PJ busca mover primero: pide empezar con la ampliación de la Corte y, logrado el consenso, ratificar a todos los candidatos en una misma sesión. 

El peronismo quiere cerrar la ampliación de la Corte a siete o nueve miembros y recién después votar los candidatos que propuso Macri.

Para agrandar la Corte los senadores tratarían en un trámite express alguno de los proyectos presentados en la Cámara alta, como ya le adelantó Miguel Pichetto a Héctor Recalde en aquella reunión de enero, según confesó a LPO el propio jefe del bloque de Diputados del FpV. Con la UCR y el peronismo federal prendidos, Sergio Massa no sería necesario para lograr consenso.

La Comisión de Acuerdos del Senado, presidida por Rodolfo Urtubey, realizó la audiencia de Rosatti el jueves y esta tarde la de Rosenkrantz, pero aún no emitió dictamen y se vuelve a reunir el martes. "Tal vez lo avalemos en Comisión, pero los vamos a tratar cuando esté todo el acuerdo hecho", contaron a LPO desde el bloque peronista (FpV-PJ). 

El senador Rozas saluda a Rosenkrantz.

La reunión de hoy terminó con un arenga a favor del cupo femenino del radical Ángel Rozas y de Adolfo Rodríguez Saá, desesperado por ubicar en la Corte a la senadora Liliana Negre de Alonso. 

“Me parece que debe impulsar en forma inmediata una Corte con 7 o 9 miembros, si tiene este gesto y aseguramos la participación de la mujer y de las regiones del interior, completamos una Corte independiente y representativa del pluralismo que todos ambicionamos, estamos en un momento de especial oportunidad”, cerró Rodríguez Saá.

Pichetto lo esperó en el pasillo para felicitarlo por haber hecho bien los deberes. Hasta hace poco el rionegrino buscaba integrar la Corte, pero la presión femenina le habría quitado la ilusión, salvo que la decisión final sea que haya 9 miembros.  

En un Senado sin liderazgos fuertes, las furia de las senadoras se hacen sentir porque los números son finos: con sólo 25 votos en contra, el pliego se cae. 

Y a este escenario se suma el grupo de kirchneristas, alrededor de 16 de los 39 del FpV, que ignoran las negociaciones de la superestructura y hacen la suya. 

En las audiencias, sus referentes dejaron entrever que votarán en contra de los dos candidatos por haber aceptado ser nombrados por decreto de Macri. Tal vez si le ofrecen una jueza a cambio revean su postura.

Aunque esta tarde fue astuto y aseguró que nunca hubiera jurado si Macri no enviaba los pliegos a la Corte, Rosenkrantz sigue siendo el más resistido del kirchneristas por su vínculo con Clarín y otras empresas de elite como Farmacity y Ledesma, con una causa pendiente por complicidad en la última dictadura militar.

Su llegada a la Corte no parece sencilla con ese escollo y sin resolverse el reclamo del cupo femenino, que respaldan senadoras de todos los bloques.

Los radicales se prendieron a la jugada porque aspiraban a ubicar a Mónica Pinto, rectora de la facultad de derecho de la UBA, pero el peronismo la frenó.

Le adjudican el cupo de Rosenkrantz, quien hoy ratificó su militancia en la UCR durante los ochenta, cuando entabló una cercana amistad como Alejandro Carrió y Ricardo Gil Lavedra.

Este último es el habitual operador radical en la justicia y el año pasado buscó cubrir una de las vacantes de la Corte. Según pudo saber LPO, Rosenkrantz tenía la misión de hacer lobby por el ex ministro de Justicia en círculos empresarios pero terminó haciéndolo por él mismo. Gil Lavedra tal vez sea otro interesado en una Corte de 9 miembros. 

A Rosatti los senadores del FpV-PJ lo reconocen como propio (“Yo voté a Scioli”, dijo en la audiencia) pero les molestó que ratificara su opinión jurídica que el nombramiento en comisión por decreto era constitucional.

Si todo sale como lo planea, Rodríguez Saá tampoco la tiene regalada con Negre de Alonso, porque si bien suma prestigio por los 15 años que lleva como senadora, su cercanía al Opus Dei y su recordada militancia en contra del matrimonio igualitario la enfrenta al ultra kirchnerismo.

Dependerá mucho del recuerdo que tenga Cristina Kirchner de la puntana. Es que la presidenta habla a diario con Virginia García, senadora por Santa Cruz y cuñada de su hijo Máximo. Tal vez le indique que esta vez sus seguidores no prejuzguen.

Será cuestión de negociar y dejar contentos a todos. De eso se trata el Senado desde diciembre.