Vaticano

Escracharon a Macri frente a su hotel en Roma para pedir que liberen a Milagro Sala

Antes de reunirse con el Papa, el presidente sufrió una protesta con la consigna “Patria sí, Buitres no”.

Un pequeño grupo de militantes sociales y murgueros realizó esta noche una protesta en favor de la liberación de la dirigente social detenida Milagro Sala frente al hotel del centro de Roma en el que se hospeda el presidente Mauricio Macri con motivo de su visita para reunirse con el Papa.

Alrededor de una treintena de manifestantes comenzaron cerca de las 16 (hora argentina) una protesta frente al Hotel de Russie, uno de los hoteles más exclusivos de Roma, ubicado a metros de la Piazza del Popolo, donde suelen alojarse jeques árabes, sosteniendo carteles pidiendo “Libertad para Milagro Sala” y “Patria sí, Buitres no”.

La protesta es particularmente incómoda para el Gobierno porque reposiciona el tema de Milagro Sala a horas del encuentro con el Papa y luego que esperaban dar por superado los cruces con Francisco por haberle enviado un Rosario a la líder de la Tupac Amaru, lo que le valió duras respuestas de Gabriela Michetti y Lilita Carrio.

En diálogo con Télam, uno de los movilizados que sostenía un cartel, Leandro –rehusó dar su apellido- dijo que la protesta fue organizada por el Frente Murguero Italiano (había tres murgas presentes), la asociación de exiliados Argentinos en Italia por la Memoria, la Verdad y la Justicia y un grupo político italiano llamado Proggetto Sur.

“Esto no es sólo por la liberación de Milagro, también es contra el ajuste, por los despidos y por la política económica”, explicó Leandro, y agregó que los murgueros “están muy enojados por la represión en la Villa 1-11-14 (en alusión a lo sucedido allí entre la Gendarmería y una murga infantil)”.

Los manifestantes arrojaron al aire panfletos escritos en italiano reclamando la libertad de Sala, calificándola de “detenida política por el gobierno argentino”.

La manifestación fue ruidosa porque además de cánticos sonó con fuerza la batucada de la murga, que tras unos 20 minutos, abandonó la performance y desconcentró, frente a la mirada sorprendida de los transeúntes romanos que les sacaban fotos.