Mexico

El Papa y la polémica con Carrió: "Los problemas no se resuelven encarcelando"

En una visita a un penal de Ciudad Juárez, el Papa pareció referirse también a la polémica por Milagro Sala.

En su último día en la gira por México, el Papa Francisco visitó un penal de Ciudad Juárez, una de las ciudades más peligrosas del país azteca. Allí envió un mensaje de múltiples resonancias, incluso a la polémica que por estas horas de levanta en la Argentina por su gesto de apoyo a Milagro Sala, detenida por la justicia de Jujuy hace casi un mes y que hoy motivó una marcha que cortó la autopista a La Plata.

“Ya tenemos varias décadas perdidas pensando y creyendo que todo se resuelve aislando, apartando, encarcelando, sacándonos los problemas de encima, creyendo que estas medidas solucionan verdaderamente los problemas”, afirmó el Papa, que hasta ahora eligió no contestar directamente las recriminaciones de Gabriela Michetti y Lilita Carrió por su decisión de enviarle un rosario a la detenida dirigente de la Tupac Amarú.

“Tenemos varias décadas perdidas pensando y creyendo que todo se resuelve aislando, apartando, encarcelando”, afirmó el Papa, que hasta ahora eligió no contestar directamente las recriminaciones de Michetti y Carrió por su solidaridad con Milagro Sala.

La decisión que cuenta con el evidente respaldo del gobernador radical Gerardo Morales, causó hoy incluso un repudio del periodista Nelson Castro, que reclamó que se la libere hasta que tenga una condena que determine si debe o no ir a prisión.

Ajena a esas inquietudes, Carrió dijo hoy "a Roma no voy", dándose por invitada al encuentro que el Papa tendrá con el presidente Mauricio Macri en el Vaticano en diez días y agregó casi con despecho: “Espero en los Obispos de Argentina ya no en el Papa”.

Ayer había sido la vicepresidenta Gabriela Michetti la primera en cruzar al Papa, en su caso, casi ningunéandolo y tratándolo de desinformado: "Calculo que considera a Sala como una dirigente social que se ha dedicado a trabajar por la gente más humilde. Lo que pasa es que cuando una sabe que está rodeada de sospechas de cuestiones más complicadas, también tiene que pensar que es una cuestión más controvertida. No es solo una dirigente como puede ser Margarita Barrientos", afirmó, destacando además a la dirigente social que es una histórica aliada del macrismo, que como reveló LPO acaba de hacer legislador a su abogado

La polémica se disparó cuando Enrique Palmeyro, uno de los argentinos de mayor confianza de Francisco y director de Scholas Ocurrentes, reveló que el Papa “está muy preocupado” por la detención de la líder de la Tupac Amaru.

"Le transmití al Papa el pedido de oración por la situación de Milagro Sala y el saludo del movimiento; y él me entrego el rosario bendecido para ella", explicó hoy Palmeyro. "El Papa valora el trabajo de los dirigentes sociales, de quienes luchan por cambiar la situación de los muchos que no tienen casa donde vivir o alimentación adecuada", afirmó Palmeyro a la prensa.

En el corazón de la bestia

En México, Francisco dijo que la inseguridad no se terminará por "aislar y encacerlar más gente". En su primer acto en esta ciudad, fronteriza con Estados Unidos, el líder católico recorrió el Cereso número 3. A su ingreso saludó a algunos familiares de presos en un túnel interior, mientras en la capilla intercambió palabras con el personal y los capellanes del lugar.

Varios de los 700 detenidos presentes le dedicaron unos cantos antes de los mensajes dirigidos por el obispo responsable de la pastoral carcelaria, Andrés Vargas, y por la interna Evila Quintana. Siguió un intercambio de regalos, el pontífice entregó un crucifijo de cristal obra del maestro Pierluigi Morimanno.

En su discurso Francisco deploró las limitaciones del modelo penitenciario actual y señaló el “camino urgente” a tomar para “romper los círculos de la violencia y de la delincuencia”.

“A veces pareciera que las cárceles se proponen incapacitar a las personas a seguir cometiendo delitos más que promover los procesos de reinserción que permitan atender los problemas sociales, psicológicos y familiares que llevaron a una persona a determinada actitud”, lamentó.

Fieles de Ciudad Juárez, una de las más castigadas por la violencia, esperan el paso del Papa Francisco.

Denunció que en las cárceles se ha olvidado concentrarse en lo que realmente debería ser la principal preocupación: la vida de las personas y sus familias, la de aquellos que también han sufrido a causa de este círculo de la violencia.

Estableció que las cárceles son un síntoma de cómo está la sociedad, un síntoma –en muchos casos- de silencios y omisiones que han provocado una “cultura del descarte”, un síntoma de una cultura que ha dejado de apostar por la vida, de una sociedad que ha ido abandonando a sus hijos.

Según dijo, la reinserción no comienza dentro de las paredes de la cárcel sino que debería comenzar afuera, en las calles de la ciudad, creando un sistema de “salud social” donde existan sanas relaciones en las plazas y en los hogares, donde se prevengan todas las acciones que lastimen a la comunidad.

“La reinserción social comienza insertando a todos nuestros hijos en las escuelas y a sus familias en trabajos dignos, generando espacios públicos de esparcimiento y recreación, habilitando instancias de participación ciudadana, servicios sanitarios, acceso a los servicios básicos, por nombrar sólo algunas”, insistió.

Dirigiéndose a los presos les pidió no olvidar que tienen a su alcance “la fuerza de la resurrección” y de la “misericordia divina” para dejar atrás el dolor de la caída y poder rehacer la propia vida después del arrepentimiento por los actos cometidos.

“Ahora les puede tocar la parte más dura, más difícil, pero que posiblemente sea la que más fruto genere, luchen desde acá dentro por revertir las situaciones que generan más exclusión”, los animó.

“Hablen con los suyos, cuenten su experiencia, ayuden a frenar el círculo de la violencia y la exclusión. Quien ha sufrido el dolor al máximo, y que podríamos decir ‘experimentó el infierno', puede volverse un profeta en la sociedad”, concluyó.