En Agricultura hay empleados que trabajaban una vez por semana con el kirchnerismo

Cuando Ricardo Buryaile asumió el cargo de ministro de Agroindustria en diciembre pasado, nunca imaginó que se iba a encontrar con semejante nivel de desmanejos administrativos heredados de las gestiones de Julián Domínguez (2009/2011), Norberto Yauhar (2011/2013) y Carlos Casamiquela (2013/2015).

Es que, a más de seis años de la creación del Ministerio (antes tenía el rango de Secretaría) dispuesta por Cristina Kirchner en septiembre de 2009, la cantidad de empleados públicos y despilfarros insólitos en la cartera del campo se incrementaron de manera significativa.

Lo curioso es que de 2009 a 2015, mientras el Ministerio de Agricultura se ampliaba considerablemente, buena parte de los pequeños y medianos productores se vieron en la obligación de achicar sus estructuras de negocios por la crisis de las economías regionales.

Los números son contundentes: mientras en 2008 la cantidad de empleados de la cartera de la Avenida Paseo Colón ascendía a 1500, actualmente se cuentan alrededor de 7000, sin contar los organismos descentralizados como el INTA y el Senasa que tienen una plantilla similar.

En este contexto, según pudo saber La Política Online con diversas fuentes, ahora hay empleados que plantearon a las nuevas autoridades continuar con la vieja modalidad de trabajo que consistía en asistir a su lugar de trabajo no más de una o dos veces por semana porque así "lo arreglaron" previamente.

Por tal motivo, entre otros, Buryaile decidió desvincular a 330 personas entre contratados, trabajadores que estaban bajo la ley marco de empleo público y algunos que se presentaron a trabajar después del 10 de diciembre luego de no presentarse a trabajar durante los años anteriores.

"Había celulares de tres ministros anteriores que seguía pagando el Ministerio", reveló Buryaile en una entrevista que le concedió a TN. "Había hasta telefonistas que tenían autos con chofer asignados", señaló (el Ministerio contaba con una flota de 700 automóviles para que los funcionarios se muevan con facilidad).

"Al menos algunos (que cobraban por servicios supuestamente prestados) ya no enviaron su factura de monotributo", dijo el ministro de Agroindustria, para luego agregar que "nadie puede decir que estamos haciendo una caza de brujas con los despidos".

En rigor, Buryaile se refiere a los desmenejos que hubo en la Secretaría de Agricultura Familiar que dirigía Emilio Pérsico y en la Secretaría de Emergencia Agropecuaria que lideraba Javier Rodríguez, un militante de La Cámpora que Axel Kicillof puso para controlar a Casamiquela.

El área de Agricultura Familiar, por ejemplo, empleaba a 1500 personas y recibía transferencias de entre 200.000 y 300.000 pesos mensuales sin ningún tipo justificación. Emergencia Agropecuaria, por su parte, contaba con un presupuesto anual de más de $ 500 millones que rara vez se destinaba a su objetivo real y además sus funcionarios se manejaban como si tuvieran el rango de ministros.

En este contexto, fuentes de la Casa Rosada aseguran que Buryaile cuenta con un fuerte respaldo de Mauricio Macri, quien hasta el momento está muy conforme con la tarea que viene realizando el ministro. De hecho, en los dos meses que lleva al frente del Ejecutivo, el presidente se mostró en varias oportunidades con el formoseño en cada anuncio económico relacionado al agro.

También es público que Macri quiere tenerlo cerca a Buryaile en cada gira comercial que encabece en el exterior, no solo por su dominio del inglés, sino también por la capacidad política que le reconoce el primer mandatario al ex diputado radical.