Oscar Oszlak

“El test decisivo son las paritarias, ahí vamos a ver el pulso político de Macri”

“Sería suicida para el Gobierno una pérdida significativa del salario", advierte el investigador del Conicet.

Dedicó la mayor parte de su vida académica aestudiar el Estado y la burocracia estatal y acaba de escribir un artículo provocativoen el que asegura que Mauricio Macri deberá confrontar con sectores delestablishment si quiere preservar el poder y ganar las eleccionesparlamentarias en 2017. Investigador superior delConicet, fundador del Centro de Estudios de Estado y Sociedad, miembro del PlanFénix y doctor en Ciencias Políticas por la Universidad de California, Oscar Oszlak fueademás subsecretario de Reforma Administrativa y asesor presidencial de RaúlAlfonsín. El autor de “La Formación del EstadoArgentino” y “Teoría de la Burocracia Estatal: Ensayos Críticos” analiza el desembarcode Cambiemos y los directivos de empresas en un Estado que hasta ayer dominabala militancia kirchnerista, afirma que durante los últimos 12 años se asistió ala depredación y colonización del Estado y considera que el nuevogobierno tendrá una orientación neodesarrollista. Pero también opina quearrasar con los logros sociales del kirchnerismo sería “suicida” para elpresidente Macri. “Si se produce una pérdida significativa del valor delsalario, yo no le anticipo un futuro demasiado halagüeño a este gobierno”, advierte.

Escribió en LaNación que discrepa con los que creen que Macri traerá hambre, miseria y una restauraciónconservadora.

Discrepo con la visión fundamentalista de que porque llegue ungobierno caratulado de derecha se va a perder absolutamente todo lo que pudohaberse logrado durante los años del kirchnerismo. Si ese fuera el resultado,sería suicida para este gobierno, sobre todo si tiene aspiraciones de preservarsu poder y aumentar su caudal parlamentario en la próxima elección, en 2017. Macrihabló de “pobreza cero”, que obviamente es una meta imposible, pero si ese essu objetivo no puede arrasar con todo.

¿Está convencidode que Cambiemos quiere convertirse en una fuerza hegemónica?

Toda coalición política tiene ese propósito. Siempre existe laaspiración de convertirse en una fuerza hegemónica y para eso Cambiemos tieneque transformar una simple coalición electoral en una organización. Se trata deuna alianza de fuerzas de distinta tradición y distintos tiempos históricoscomo el radicalismo y el PRO. No hablé ni tengo vinculo directo con nadie delnuevo gobierno pero puedo imaginarme que aspiran a eso.

Siempre existe la aspiración de convertirse en una fuerza hegemónica y para eso Cambiemos tiene que transformar una simple coalición electoral en una organización.

Cuestionó en másde una oportunidad la “formación oportunista de alianzas efímeras.

Sí, claro. Es algo que en realidad viene desde el siglo XIX, cuandolas corrientes políticas cambiaban de partido todo el tiempo para llegar alpoder. No existían ni siquiera los partidos políticos como tales, en la épocadel partido liberal autonomista y el partido liberal nacionalista. Elborocotismo tiene raíces muy profundas en la historia argentina.

Antes de llegaral poder, a Macri se lo comparaba con De la Rúa. ¿Cómo lo ve ahora, después deun mes de gobierno?

Al que más se parece es a (Sebastián) Piñera, que siguió en buenamedida los lineamientos de la política chilena, sin demasiadas oscilacionesinclusive diría desde el pinochetismo. Un político moderno, sin duda conservador,pero que no modificó sustancialmente la política económica y la políticasocial. Mantuvo las políticas de Estado que tiene Chile desde hace mucho.Cuando Alfonsín asumió, su primer elenco fue el de los técnicos y algo parecidoocurre con Macri, que trae gente del sector privado a la gestión pública. Ycreo que tal vez en algún momento Macri tenga que hacer cambios en su gabinetepara incorporar gente con un perfil más político.

El síndromesobra-falta

Dice que laburocracia estatal es la viuda que se casa siempre con el nuevo gobierno. ¿Quépasa con el desembarco de gerentes en el Estado?

Hay que tratar de que la burocracia que se hereda se combine con loslineamientos del nuevo gobierno. Un ministerio no es una empresa. Por más quevengan de empresas privadas, se van a encontrar con murallas que no seatraviesan fácilmente. Uno se sube a una calesita que está andando, se hacecargo de una máquina que viene funcionando y tiene que ponerse al frente sinconocer debidamente cuál es el manual de instrucciones. Debe determinar quiénes quién, porque están los nuevos y los que están desde siempre.

Gabriela Michettien el Senado, Hernán Lombardi en el Centro Kirchner y también varios municipiosordenaron despidos masivos. ¿Qué opinión tiene?En el Estado existe el síndrome sobra-falta. Sobra personal de escasa capacidadque se ocupa de funciones que no son necesarias y falta personal críticocapacitado. Esto se complica más porque toda administración que se va dejapersonal político afín en el último período de su gobierno. Este gobierno estátratando de deshacerse de ellos, cosa que no ocurrió con Alfonsín por ejemplo.Fuimos a verlo con Jorge Roulet, que era el secretario de la Función Públicapara decirle que los empleados que habían sido ingresados durante el último añopodían entrar al régimen de disponibilidad, pero Alfonsín nos dijo: “Nadie va aser movido, también ellos tienen que vivir y comer”.

¿Cuál fue laevolución del empleo público, según sus datos?

Cuando se fue Alfonsín había 900 mil empleados públicos en elgobierno nacional con las empresas públicas incluidas, cuando llegó Menemarrasó y dejó 300 mil nada más –además de las privatizaciones, muchos pasaron alas provincias a través de la descentralización- y la mitad eran personal defuerzas de seguridad o personal civil de fuerzas armadas y de seguridad. Hoy endía se habla de 700 mil, quiere decir que se duplicó con una enorme cantidad demecanismos espurios, como contratación a través de universidades, de pasantías,de plantas no permanentes, de contratos basura que se renuevan indefinidamente.Vencen los contratos y no se les renuevan, aunque hay habitualidad en elcumplimiento de las funciones. Durante la mayor parte de los gobiernoskirchneristas prácticamente no hubo concursos.

Esta gente llega un poco envalentonada por lo que ha hecho en la ciudad. No son principiantes ni improvisados. Tampoco son totalmente ingenuos. 

¿No esvoluntarismo creer que el Estado se puede domar simplemente con incorporar militanciao ejecutivos del sector privado?

A ver, esta gente llega un poco envalentonada por lo que ha hecho enla ciudad. No son principiantes ni improvisados. Tampoco son totalmenteingenuos. Pero en la campaña política uno exagera y tiende a decir que va atransformar todo. No se espera que Cambiemos arrase con todo. Eso lo hizo Menemy esa experiencia ha quedado muy marcada en la Argentina. No creo que lo vaya ahacer nadie más, en el mundo. No pasó ni siquiera en Chile bajo Pinochet, nosólo privatizar sino además desregular todo.

Usted afirma quedurante los años del kirchnerismo hubo una depredación y colonización delEstado.

Sí, me refiero a la utilización del Estado como fuentes de negocios.El capitalismo de amigos implica crear zonas liberadas dentro del aparato delEstado, sea a través de obra pública, de la publicidad o del negocio que fuera:yo consigo hacer negocios que me benefician personalmente, los organismos reguladoresno funcionan y los dictámenes de la AGN terminan en letra muerta. El accidentede Once es producto de esa depredación y colonización del Estado.

A Macri tambiénlo cuestionan por los contratos para Fernando Niembro y para Nicolás Caputo.

Seguro, el puritanismo no existe. Yo no pongo las manos en el fuegopor ninguno de los integrantes del nuevo gobierno, pero no puedo hacer ningunaimputación ni tengo juicio previo. No sé si habrá una nueva versión decapitalismo de amigos, pero hay algunas decisiones que no comparto como la desumarle a la devaluación la baja de retenciones para el campo. Me parece unpremio excesivo y aún así vemos que las liquidaciones están demoradas.

La autonomía deMacri

Dice que Macridebe resolver la tensión entre gobernabilidad, desarrollo y equidad. ¿Cómo lohará?

Cambiemos no hereda grandes problemas en cuanto a la gobernabilidadni tampoco en cuanto a la equidad, aunque siempre existe la puja distributiva.Pero el gran problema es que el país con el kirchnerismo no crecía hace 4 años.Si este gobierno no hace crecer la torta, mal podrá distribuir.

Escribió que elpresidente deberá confrontar con sectores de la clase dominante, pero no pareceque vaya en ese sentido.

Bueno, el test decisivo va a ser marzo con las paritarias y ahí se vahaber realmente el pulso político del gobierno.

Macri sediferenció del círculo rojo durante la campaña. ¿Es un representante del podereconómico o busca esa “autonomía relativa” de la que usted habla?

No tengo duda de que el sector más caracterizado de la clasedominante argentina siempre ha tenido la posibilidad de marcarle agenda a losgobiernos. En esa pulseada el asunto es ver hasta qué punto se puededisciplinar por lo menos en parte a esos sectores. Son sectores que han ganadosiempre, bajo cualquier gobierno, incluso durante el kirchnerismo: no es queperdieron. Cristina se los dijo en la cara muchas veces pero no hizo mucho paraque no ganen. Pero si se produce una pérdida significativa del valor delsalario, yo no le anticipo un futuro demasiado halagüeño a este gobierno.

¿Qué tipo deEstado quiere Macri?

Hay una tendencia neodesarrollista que coloca el acento en el temadel crecimiento económico. Creo que va haber un impulso a la sustitución deimportaciones, por más que se esté abriendo pero no totalmente sino solamentepara aquellos que requieren insumos para la producción, no para los sectoresque no están en condiciones de competir si se levantan las barrerasarancelarias. Veo un camino gradualista, no los veo como neoliberales puros quecreen en la mano invisible del mercado a rajatabla. No creo que sean tanfundamentalistas.

Cambiemos no va a mantener una política de promoción del consumo como lo hacía Cristina, pero no los veo como neoliberales puros que creen en la mano invisible del mercado.

¿Qué cambia conrespecto del kirchnerismo?

Cambia sin duda. Cambiemos no va a mantener una política de promocióndel consumo como lo hacía Cristina, donde el 70 % del gasto erantransferencias. En cuanto a la distribución, el reparto no es mejor ahora queen la década del ’70 pero si claro si se lo compara con 2001. Hubo más avancesen la ciudadanía social y en la ciudadanía política que en la ciudadaníaeconómica. Le reconozco al kirchnerismo la lucha por la reivindicación denuevos derechos pero hemos perdido mucho en cuanto a la calidad institucional.

Macri arranca sumandato gobernando por decreto.

Sí, es cierto y también lo hizo el kirchnerismo. Si el presidentehubiera convocado a sesiones extraordinarias, iba a tener problemas paraavanzar. Este gobierno decidió utilizar el DNU por necesidad y urgenciaefectivamente porque no habría tenido el acompañamiento necesario.

¿Qué puede pasarcon el peronismo a partir de ahora?

Inevitablemente se va a reorganizar con una renovación de liderazgo.Seguramente se producirá un enfrentamiento de los más jóvenes con algunos delos viejos. Urtubey, Massa, lo estamos viendo…y supongo que el kirchnerismoquedará como una expresión minúscula, pero quizás sea más una expresión dedeseo. No creo que Cristina se resigne a quedar al margen pero no veo tampoco quea Máximo le de la talla.

¿Cristina dependede cómo le vaya a Macri, no?

Si claro, si a Macri le va bien, no tiene mucha chance.

¿Y si le va mal?

Si le va mal, hay que ver con quiénes compite. Hay otros que tambiénestán en la fila, esperando.