Ciudad

Macri, Larreta y Cristóbal negocian el traspaso del juego a la Ciudad

Se habla de reducir la cantidad de tragamonedas en los casinos y aumentarlas en los bingos. La sombra de Angelici.

Mauricio Macri y Horacio Rodríguez Larreta comenzaron a negociar el traspaso del juego a la Ciudad con Cristóbal López, el empresario que gana más de 1 millón de dólares con las máquinas tragamonedas porteñas.

La semana pasada, luego de la firma del convenio de traspaso de la Policía Federal –se votará el lunes en la Legislatura-, el propio Larreta confirmó a LPO que están analizando el traspaso del juego a la Ciudad, junto con la transferencia del puerto y la Justicia penal.

Cristóbal tiene el control de más de 4 mil tragamonedas debajo del Hipódromo de Palermo y 1500 en los casinos flotantes de Puerto Madero. En el ambiente estiman que cada máquina deja una ganancia diaria de 200 dólares, lo que significa entonces que las máquinas le dejan a Cristóbal 1,1 millón de dólares por día, es decir, 5.500 millones de pesos anuales al dólar de hoy.

“La voluntad es que no crezca”, señalaron a LPO en Casa Rosada. En la negociación con Cristóbal, Macri y Larreta le exigirían que reduzca la cantidad de tragamonedas en Puerto Madero y en el Hipódromo.

Al mismo tiempo, Macri y Larreta negocian la habilitación de la competencia, algo que López no conoce en la Ciudad. En ese sentido, se habla de aumentar la cantidad de tragamonedas en los cinco bingos porteños, una maniobra que es del interés de Daniel “Tano” Angelici, el presidente de Boca que jura no estar detrás de ese negocio.

Para todo esto, se necesitaría el aval de la Legislatura porteña, que históricamente no ha tenido problemas en lograr consensos a la hora de aprobar leyes relativas al juego: en 2013, el PRO y el kirchnerismo se unieron para aprobar en menos de quince minutos el polémico convenio que le perdonó al zar del juego una deuda de $2000 millones.

Historia de un negocio inmejorable

Antes de dejar la presidencia en 2007, Néstor Kirchner firmó un decreto para cederle a Cristóbal el control del juego hasta 2032 y en una decisión delirante lo "obligó" a multiplicar por más de 10 las máquinas que ya tenía el Hipódromo, que enfrenta además gran cantidad de juicios de mujeres víctimas de la ludopatía que ha provocado la ruina de numerosas familias.

Pese a la ganancia astronómica, el zar del juego se las ingenió a través de amparos judiciales para burlar un fallo de la Corte Suprema con fecha del 25 de octubre de 2011 que le permitió a la Ciudad cobrarle el impuesto a los ingresos brutos a los casinos.

Desde aquel fallo, la oposición porteña, en especial los dirigentes de la Coalición Cívica ahora aliados del Gobierno, le exigían a Macri que le retuviera entre 1000 y 2000 millones de pesos por año en concepto de ingresos brutos.

Durante su gestión en la Ciudad, Macri no sólo no le cobró impuestos sino que renovó de manera automática el convenio que Cristóbal tiene con la Ciudad y la Nación. A mediados del año pasado, en plena campaña electoral, el presidente anunció que no prorrogaría otra vez el convenio firmado en 2003.

En el Gobierno señalaron a LPO que como parte del acuerdo por el traspaso, Larreta le exigirá a Cristóbal que pague los impuestos y le impondrán un mayor control de las apuestas, que actualmente el zar tiene congelados por un amparo judicial.