Mendoza

Cornejo presiona a Vale para que reactive el proyecto Potasio-Río Colorado

La brasileña duda entre reactivar o poner en venta las instalaciones, por las que invirtió u$s 1.500 millones.

Son 1.500 millones de dólares que Vale invirtió en el proyecto Potasio Río Colorado, entre las instalaciones en Malargüe, Mendoza, un tendido ferroviario y una estación portuaria. Esos bienes son los que retrasan la decisión de la minera brasileña sobre si vender o no sus derechos sobre el yacimiento.

Justamente el futuro del emprendimiento fue el tema de conversación entre el CEO de Vale en Argentina, Edoardo Santana, y el subsecretario de Minería y Energía de Mendoza, Emilio Guiñazú, en una reunión que mantuvieron en los últimos días.

Los brasileños no tienen aún decidido qué hacer. La posibilidad es reactivar el proyecto, ahora con un Gobierno nacional “más amigable”, o poner definitivamente en venta las instalaciones y sus derechos de explotación, concesionados por Mendoza a Vale.

Los interesados en hacerse cargo del proyecto parecen estar en China y en Rusia, ya que ha habido mineras que han preguntado, según dijo Santana ante los funcionarios mendocinos. La clave del interés radica en que en el último año, el precio internacional del potasio se incrementó nada menos que 32 por ciento. En el 2013, cuando Vale dejó en veremos el proyecto, el elemento estaba en su precio mundial más bajo.

Con todo, el interés de Cornejo es que Potasio Río Colorado se reactive. Se calcula que para poner la mina en marcha hacen falta unos 8.000 millones de dólares, lo que para grandes mineras internacionales no sería mucho. Pero para Mendoza –y para Cornejo– sería nada menos que poner en marcha la mina de potasio más grande del país y una de las más importantes del mundo.

A su vez, sería una señal: Potasio Río Colorado, por el material a extraer y su proceso, no chocaría en nada con la ley antiminera 7.722, confirmada hace pocos días por la Corte local como perfectamente constitucional, lo que derivó en que definitivamente se enterrara tal como se concibió en un principio otro ambicioso proyecto minero: San Jorge.

La pelota ahora está en manos de los brasileños. Cornejo trasmitió su interés en dar ventajas impositivas locales a quien explote la mina. Incluso podría hacer gestiones nacionales si eso fuera un aliciente más para recuperar el proyecto, que le dejaría a Mendoza regalías millonarias y demandaría miles de puestos de trabajo.

Vale, por su parte, también ha dado señales de apuro. En junio pasado, envió un equipo de técnicos a inventariar las instalaciones, y a hacer un informe sobre el estado de las instalaciones. Más allá de las conclusiones técnicas –está todo en muy buen estado, a tres años de haber paralizado los trabajos–, se debería reactivar el emprendimiento antes del 2017, sino la concesión de la Provincia se caerá y deberá volver a licitarse, algo que, bajo ningún punto de vista, quiere Vale que ocurra.