ALBERTO YA VATICINA DERROTA DE FILMUS

Macri pidió reunión con Kirchner y Fernández aseguró que "si gana, con más razón será recibido".
El jefe de Gabinete Alberto Fernández, el mismo que horas después de conocerse la entrada al ballotage de Daniel Filmus fue el primero en salir a confirmar que no se bajarían y que le ganarían a Mauricio Macri, hoy extrañamente bajó rotundamente sus decibeles, al afirmar que si “(Mauricio) Macri gana, con más razón será recibido” por el presidente Néstor Kirchner.



Macri había adelantado que si ganaba quería reunirse con el presidente para conversar sobre asuntos relacionados con la autonomía de la ciudad. A esto, sorpresivamente el responsable del kirchnerismo porteño no cruzó a Macri, sino que abrió el paraguas y, tras afirmar que para ver al presidente “no hace falta ganar una elección”, continuó diciendo que "si gana –Macri-, con más razón será recibido, no tengo dudas de eso".



"Tenemos mucha confianza en que el domingo salga todo bien, pero esperamos que los porteños decidan", dijo también, intentando matizar una postura que pasó del exitismo inmediato, a la sensatez y de ahí a esta resignación oculta en signos de cautela.



A sólo dos días de la definitoria segunda vuelta, esta postura del vocero presidencial aparece como una clara muestra de la realidad que se vive hoy en la Casa Rosada, donde a pesar de que las últimas encuestas muestran un estancamiento del candidato de PRO y un avance del delfín K, el resultado ya estaría sellado.



"Si quiere, puede ver al Presidente, puede hacerlo en cualquier momento”, dejó traslucir Alberto, con un dejo de ironía. A esto, sumó que si el líder de Pro finalmente se queda con el gobierno porteño, las chances de que la audiencia finalmente se concrete aumentan.



"El lunes tengo pensado pedirle la entrevista y espero no debatir, sino hablar con el Presidente", señaló el jefe de Pro en diálogo con radio Mitre.



Por otra parte, Fernández negó que los resultados del domingo vayan a afectar la decisión final sobre quién será el candidato del oficialismo en las presidenciales de octubre, con lo que mantuvo en pie el misterio sobre si el sucesor de Kirchner será “un pingüino o una pingüina”, como suele afirmar su jefe. “De ningún modo”, selló.