Comunicaciones

Pepín ahora quiere destrozar Afsca y Aftic con otro decreto 

El autor del decreto para nombras dos jueces de la Corte desató una interna en el ministerio de Aguad.

Fabián “Pepín” Rodríguez Simón, el asesor judicial más temerario de Mauricio Macri, ahora quiere destrozar los organismos creados por el kirchnerismo para regular los medios y las telecomunicaciones a través de un decreto.

Como adelantó LPO, Pepín fue el ideólogo del decreto con el que Mauricio Macri designó a Horacio Rosatti y Carlos Rosenkratz para cubrir las dos vacantes en la Corte Suprema. El mecanismo motivó una fuerte polémica en todo el arco político pero en el PRO aseguran que el presidente salió ileso luego de la polémica.

Rodríguez Simón, entonces, saldrá a la carga con otro tema relevante: el abogado que ayer debió salir a aclarar que no es el “monje negro” de Macri redactó un decreto para fusionar a la Autoridad Federal de Servicio de Comunicación Audiovisual (Afsca) con la Autoridad Federal de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (Aftic), una idea anticipada por LPO hace dos meses.

Como explicó La Nación, Macri fusionará los dos organismos en un ente que será conducido por el ex secretario de Medios de la Ciudad, Miguel de Godoy.

De esta manera, Macri desafiará nuevamente al Poder Legislativo, puesto que con un decreto se cargará nada menos que a dos leyes.

Con este decreto, además de querer correr a los kirchneristas Martín Sabbatella y Norberto Berner de esos dos organismos, el gobierno busca ordenar el campo minado que les dejó Cristina Kirchner en un área tan sensible como la de los medios y las telecomunicaciones.

El pantano

Pepín aportó una medida extrema para un problema al que en el PRO aún no le encuentran solución. En el macrismo señalan que los dos organismos que se fusionarán se pisan mutuamente y que la Aftic, supuestamente encargada de lo que en las comunicaciones se denomina “transporte”, contradice la Ley de Medios y las competencias del Afsca, abocada a los contenidos.

La Aftic se encarga de monitorear la ley de telecomunicaciones sancionada el año pasado, que promueve la distribución y neutralidad de las redes de fibra óptica y de televisión satelital, por las que pujan las telefónicas y los grandes grupos de medios. Sin embargo, el kirchnerismo dejó afuera de este organismo, entre otras cosas, al Correo, a los satélites Arsat y al plan Conectar Igualdad por un apuro del ex ministro de Planificación, Julio de Vido.

A la par de los “apuros” de De Vido, La Cámpora quiso meter 50 directores y debió conformarse con 19, mientras que la ex Comisión Nacional de Comunicaciones (CNC) que vino a reemplazar la Aftic tenía sólo 8.

Un argumento que utilizan en el PRO para eliminar este directorio es que detectaron que el organismo tiene serios problemas de incompatibilidad, puesto que establece las normas en el área de las telecomunicaciones y a la vez sirve como organismo de control, lo que antes estaba diferenciado entre la Secretaría de Comunicaciones y la CNC, respectivamente.

Asuntos internos

El cuadro que dejó Cristina en el área de las comunicaciones ya desnudó las discusiones internas que hay en el nuevo gobierno por este tema.

El flamante secretario de Comunicaciones, José Sánchez Elía, es el funcionario que más entiende del tema puesto que hace dos décadas que se dedica a la telefonía. Todo lo contrario sucede con el ministro de Comunicaciones, Oscar Aguad, que nunca se dedicó a las telecomunicaciones.

Sánchez Elía expresó sus reparos cuando se enteró de la medida que preparaba Pepín, ya que como otras voces dentro del macrismo asegura que el tema terminará en la Justicia.

En el PRO le explicaron que no tienen los votos en el Congreso para cambiar las autoridades y modificar el organismo. Y un decreto de necesidad y urgencia también puede ser volteado por el Poder Legislativo. Furioso, el secretario de Comunicaciones se fue a Punta del Este a sólo días de haber asumido el cargo y su puja de poder con Aguad quedó a flor de piel.

En el medio de Aguad y Sánchez Elía está De Godoy, que quedó en buenos términos con Sánchez Elía una vez que el experto volvió de la playa. El presidente, por su parte, sigue confiando en la pluma de Pepín.