Corte Suprema

Macri le marca la cancha a Lorenzetti con la designación de Rosatti y Rosenkrantz

Quiere evitar que tenga el control total de la Corte. Rosatti tiene juego propio, y a Rosenkrantz lo cuenta como propio.

La designación por decreto de Horacio Rosatti y Carlos Rosenkrantz para cubrir las dos vacantes en la Corte Suprema es una jugada de Mauricio Macri para marcarle la cancha a Ricardo Lorenzetti y evitar que tenga el control total del máximo tribunal.

Con la formación de cuatro miembros que tuvo la Corte hasta la semana pasada, Lorenzetti tenía asegurada una suerte de “mayoría automática” por los votos de Carlos Fayt y Juan Carlos Maqueda, que habitualmente lo acompañaban con sus votos. Con la salida de Fayt, el titular de la Corte sigue teniendo ventaja por la cercanía del ex legislador cordobés. La posición de Elena Highton de Nolasco suele ser más independiente.

Eso le permitió a Lorenzetti ampliar su poder en el tribunal hasta controlar todos los resortes políticos, al punto de adelantarse su propia reelección hasta fines de 2018, una movida fuertemente rechazada. Pero el magistrado también logró manejar todos los resortes económicos de la Corte, una caja más que generosa

Macri tuvo su primera y más contundente señal de alerta con el fallo que la Corte dictó dos días después del ballotage y que ordenó restituir a las provincias el 15 por ciento de los recursos coparticipables que el Estado nacional destinaba a la Anses. Fue un golpe duro a los planes de financiación del nuevo Gobierno. Ese fallo salió con los votos de la “mayoría automática” de Lorenzetti, Fayt y Maqueda.

El primer gesto de distancia de Macri a Lorenzetti lo marcó con el rechazo a que el presidente de la Corte le entregue los atributos presidenciales en el acto de traspaso, algo para lo que el juez se ofreció encantado. Pero el nuevo presidente prefirió que fuera Federico Pinedo.

Ahora, Macri busca desentramar esa mayoría que tejió Lorenzetti con dos nombramientos polémicos por la forma, pero que hasta en la misma alianza Cambiemos reconocen que se trata de una movida en búsqueda de lograr fortaleza política. Ernesto Sanz fue quien blanqueó que el nuevo Presidente no puede sufrir en el inicio de su mandato "un fallo de la Corte en contra".

Un peronista con vuelo propio y un tapado

Aunque el relato oficial sugiera que con las designaciones de Rosatti y Rosenkrantz se buscó seducir a los senadores con un ministro para el peronismo y otro para el radicalismo, sobre todo en este segundo caso la jugada es algo más compleja.

En el caso de Rosatti se trata de un peronista con vuelo propio y que lejos está de tener alguna cercanía con el bloque kirchnerista, que tiene la llave para aprobar su pliego. Pero es muy respetado y probablemente no haya ninguna objeción significativa para su designación.

Aunque Rosatti es un prestigioso constitucionalista y con una larga trayectoria en el ámbito jurídico, tampoco es un inexperto en la política: fue convencional constituyente, intendente de la ciudad de Santa Fe, procurador del Tesoro de la Nación y ministro de Justicia de la Nación. También fue secretario de Legal y Técnica durante la gestión en Santa Fe de Lole Reutemann, su lazo con el PRO.

Incluso, el propio Néstor Kirchner lo tentó en 2005 para que encabece la lista de diputados nacionales con promesa de entregarle la campaña y los fondos, pero lo rechazó. Su nombre sonó para distintos cargos y este año Sergio Massa lo tentó para ser candidato a gobernador de Santa Fe. También dijo no.

Todas estas características hacen que su postulación tenga más que ver con una idea de Macri de generar un contrapeso político en la Corte para Lorenzetti. Aunque fue Rosatti quien lo designó en la Corte -cuando era ministro de Kirchner- y ambos son oriundos de Santa Fe, no puede ser considerado cercano a Lorenzetti. La relación entre ambos es cordial, pero limitada a lo profesional.

En el caso de Rosenkrantz, tampoco su designación es un gesto al radicalismo. Aunque fue asesor de Raúl Alfonsín y discípulo del alfonsinista Carlos Nino, en la UCR no lo consideran del partido y aseguran que ni siquiera Macri consultó a Sanz.

En realidad, Rosenkrantz es muy cercano a Macri y el presidente lo cuenta como un voto propio en la Corte. Docente y rector de la Universidad de San Andrés, su estudio se especializa en asesoramiento jurídico de grandes empresas y en litigios de alta complejidad. Entre sus clientes están Cablevisión, Grupo Clarín, La Nación, La Rural de Palermo, y el grupo IRSA, entre otros.