La Transición

Renunció Doris Capurro a YPF y Galuccio se iría en abril

Amparada en su amistad con Cristina había trepado muy alto en la empresa y tuvo roces con el CEO.

Doris Capurro presentó hoy su renuncia en YPF. La vicepresidenta de Comunicación y Relaciones Institucionales juntó sus cosas y abandonó las oficinas de la petrolera estatal dejando atrás el poderoso cargo al que había trepado al transformarse en la persona de confianza de Cristina Kirchner dentro de la empresa. En tanto, Miguel Galuccio dejaría la petrolera en abril.

Dorotea Gompertz -Doris- llegó a la recién estatizada empresa petrolera de la mano de Sergio Urribarri. Y aunque entonces era cercana al propio Galuccio no tardó en traicionarlo generando internas y disputándole poder. Su nombre ascendió como un rayo en la empresa de la mano de múltiples elogios de la Presidenta. Quizás el más explícito en refinería de La Plata, en agosto de 2012, cuando varias veces se dirigió a ella como “amiga”.

Hasta entonces dirigía la consultora Ibarómetro que funcionaba como una suerte de encuestadora cautiva del Gobierno. Sus trabajos eran reproducidos en medios oficialistas y por toda la militancia kirchnerista en las redes sociales.

Pero antes de abrazarse al kirchnerismo, alguna vez desde su empresa asesoró incluso a Mauricio Macri. Primero en Boca Juniors, después en su primera campaña para jefe de gobierno. La asesoría no resultó: fue la única elección que el hoy presidente electo perdió.

Horas después de esa elección, Capurro abandonó la comunicación de Macri en malos términos y recaló con su padre, el empresario Franco Macri, a quien ayudó a escribir su autobiografía. Incluso lo hizo embarcarse en un fracaso proyecto de traer a argentina la fábrica Chery, un automóvil económico financiado por los chinos.

Amparada en su amistad con Cristina, Capurro siempre movió con independencia en la compañía. Para la Jefa de Estado, la publicista era la virtual vicepresidenta de la empresa.

Eso fue generando fuertes roces con Galuccio. El pico más alto de esa tensión quizás fue en septiembre de este año cuando el CEO de YPF aclaró versiones periodistas y aseguró que no la había echado, aunque misteriosamente aclaró que era su facultad hacerlo.

El poder de Capurro también genero confusiones. Como cuando se adelantaron a un Memorando de Entendimiento que YPF había cerrar con la compañía china Sinopec. Cristina quería hacer el anuncio durante su gira por Beijing, pero la dupla ejecutiva de la petrolera se adelantó a comunicarlo.

Gallucio quiere los balances aprobados

En tanto, Gallucio pidió al gobierno entrante que lo dejen irse “bien”. Esto es después de que se aprueben los balances, algo que ocurría en abril del año próximo.

El problema es que el CEO mantiene una relación muy tensa con Juan José Aranguren, el designado ministro de Energía de Macri. A Gallucio lo preocupa además los desastres en el manejo de la pauta y teme una auditoría en las primeras semanas del nuevo gobierno.

Se sabe que los gastos de publicidad de Capurro fueron ostentosos. Sólo en 2014, la compañía estatal gastó la friolera de 710 millones de pesos. Es decir, casi dos millones de pesos por día.