La transicion

Exclusivo: Macri no descarta hacer la ceremonia con Lorenzetti si Cristina no recapacita

La Presidenta quedó encapsulada en su capricho con Wado de Pedro y Zannini y no entra en razones.

Mauricio Macri está decidido a llevaradelante la ceremonia de entrega de atributos de la presidencia con el titularde la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti, si Cristina se sigue negando aentregarle la banda y el bastón en la Casa Rosada.

Las negociaciones que lleva adelante conel kirchnerismo el designado presidente de la Cámara de Diputados, EmilioMonzón, este jueves entraron en el terreno del realismo mágico, cuando el funcionariomacrista le tuvo que explicar al camporista Wado de Pedro que el próximo 10 dediciembre ellos ya no serán parte del gobierno y el presidente ya en ejercicioserá Macri.

De Pedro estaba comentando lasinvitaciones que pensaba cursar Cristina para “su” ceremonia en el Congreso,cuando Monzó lo cortó en seco: “Las invitaciones me las tenes que enviar a mí,como autoridad de la Cámara y veremos si las autorizamos”, le explicó.

Es que Cristina sigue encaprichada enhacer el traspaso en el Congreso ante la Asamblea Legislativa, en un acto queimagina con las gradas copadas por La Cámpora, celebrándole una despedida. Enel macrismo creen que la idea no confesada puede ser hacerle pasar un malmomento al presidente electo, con abucheos o silbidos.

Macri, más expeditivo, quiere jurar antela Asamblea, dirigir unas palabras y luego trasladarse a la Casa Rosada paraque Cristina le entregue la banda y el bastón, en un acto institucional, queademás contará con la presencia de mandatarios extranjeros. Y esa es la principalpreocupación: Temen que algún desborde de Cristina o La Cámpora empañe laimagen de cambio que quieren transmitir al mundo.

Pese a la furia de la Presidenta, queevidentemente no está pudiendo aceptar que llegó la hora de dejar el poder, aúnen su entorno más cercano –con excepción de Wado de Pedro y Carlos Zannini-,empezaron a sentir el rigor de la pérdida del poder.

De hecho, mandos de la Policía Federal yase reportaron con Macri y su equipo, como es natural. Recién hoy, los allegadosa la Presidenta entendieron que el próximo jueves hasta el uso del helicópteropresidencial para que se lleve a Cristina luego de la ceremonia de traspaso,deberá ser autorizado por Macri.

Los mandos de la Policía Federal ya se reportan a Macri y su equipo, como es natural. El jueves hasta el uso del helicóptero que traslade a Cristina luego de la ceremonia, deberá autorizarlo Macri.

El propio Julián Domínguez, presidente de la Cámara de Diputados, ya no oculta su fastidio por la ridícula situación y hoy le avisó a Monzó que mañana a la tarde cuando asuman los nuevos diputados y lo voten para presidir la cámara, se retira de la escena. "Yo apenas te elijan me las tomo y seguís vos", le avisó.

En la Casa Rosada sintieron fuerte elgolpe por el escándalo internacional que causó las amenazas de personal de la direcciónde Ceremonial de Presidencia al orfebre Juan Carlos Pallarols, para que lesentregue el bastón presidencial que talló para Macri. La idea, desopilante, esque si secuestraban el bastón podían imponer el lugar del traspaso al sucesorde Cristina.

Hartos de tener que discutir semejantedisparte, en medio de la tensión de definir las medidas económicas inmediataspara empezar a salir del desastre que dejan Axel Kicillof y Alejandro Vanoli,esta noche en el Pro afirmaban: “Si Cristina no quiere venir a la Rosada no hayproblema, que nos deje la banda y el bastón por ahí, que nosotros no ocupamos”.

Macri de hecho ya no quiere ni oír hablardel tema. “Tenemos cosas mucho más importantes de qué ocuparnos”, deslizó.

Es por eso, que en el entorno delpresidente electo aceptaron que si Cristina sigue encaprichada, dispondrán quesea Lorenzetti el que le entregue el bastón y la banda.

La posición de Cristina es tanextravagante que ni siquiera reparó que aún haciendo la ceremonia en la AsambleaLegislativa, ella no podrá hacer uso de la palabra. Como corresponde, es elpresidente electo el que debe dirigir un mensaje a los legisladores, si lodesea.

Ajena a estas realidades, Cristina sigueencerrada en su deseo de “despedirse” del poder con un gran acto camporista enel recinto del Congreso y todavía no hay nadie que se anime a explicarle que parael momento de la ceremonia, ella ya no será más la Presidenta y los presentesen el hemiciclo serán aquellos que autorice el nuevo gobierno. Es decir, sueñacon una fiesta, que en su caso, ya terminó.