La transición

Cristina inauguró una planta para enriquecer uranio y complica la relación de Macri con Estados Unidos

Está ubicada en el paraje Pichilufú. La presidenta le pidió a su sucesor no volver a ceder como con el Plan Cóndor.

Cristina Kirchner puso en marcha el Complejo Tecnológico Pilcaniyeu, ubicado a 60 kilómetros de Bariloche y dedicado al enriquecimiento de uranio mediante difusión gaseosa, tecnología que Estados Unidos prefiere extinguir por temor a que sea utilizada para construir una bomba atómica.

La pelea es de larga data y atraviesa las relaciones diplomáticas entre la máxima potencia mundial, Argentina e Irán, enturbiadas por el fallido acuerdo para esclarecer la voladura a la AMIA y la trágica muerte del Alberto Nisman, el fiscal que investigaba el atentado.

De hecho, tras la muerte de Nisman comenzaron a circular versiones periodísticas sobre un posible acuerdo con Irán para la transferencia de uranio con fines bélicos, nunca confirmadas.

En julio, Estados Unidos e Irán sí suscribieron un convenio nuclear que Cristina intentó usar como excusa para la comunión con el país persa.

En su última semana en la Casa Rosada, la presidenta también en este tema le marcó la cancha a Macri, quien tal vez debute como presidente argentino en Washington a fines de marzo, para la última Conferencia sobre Seguridad Nuclear.

“Ya pasó con el plan Cóndor. Los argentinos nunca más nos tenemos que permitir que las exigencias externas frenen nuestro desarrollo científico”, advirtió.

Su cita no es casual: el plan cóndor fue un programa para la construcción de misiles iniciado por la última dictadura militar e interrumpido por Carlos Menem, en épocas de relaciones carnales con Estados Unidos.

En esos años Menem también incumplió el primer acuerdo con Irán para transferir tecnología y construir una planta de purificación de uranio, con el objetivo de producir combustible par reactores de investigación.

Cristina aclaró que, en este caso, el enriquecimiento de uranio tiene como finalidad inmediata abastecer las central nuclear Atucha 1 y en un futuro las 2 y 3 que están en construcción con el financiamiento de China, necesitado de bajar su consumo de energía a carbón. 

“La energía nuclear es la más limpia. Francia tiene todo nuclear, porque además es más económico que los fósiles. Nosotros no producimos tecnologías para tirar bombas”, desafío Cristina, en una de sus últimas apariciones como presidenta.

En Cambiemos siguen el tema de cerca y aún no está claro si cederán por completo a las presiones de Estados Unidos o buscarán un camino intermedio.

“Los que saben de tecnología nuclear prefieren modelos de centrifugado a gaseoso, como el de Pilcaniyeu. Pero no creo que se trate de otra cosa que de un anuncio más para recuperar algo paralizado”, minimizó Emilio Apud, ex secretario de Energía de la Nación y asesor de Mauricio Macri, aunque aún sin destino definido en el Ministerio que conducirá Juan José Aranguren.

“Hay que ver si se cumplen los protocolos y si es conveniente o no producir esta tecnología o es más barata importarlas. Los acuerdos con China y Rusia por las centrales nucleares derivaron en más de 20 mil millones de dólares de deuda”, recordó.

Pero negó por completo un condicionamiento de Estados Unidos al plan de enriquecimiento de uranio. “Macri no quiere volver a las relaciones carnales. Quiere tener relaciones normales con todo el mundo”, aclaró.

Pronto se verá si podrá recuperar la relación bilateral con el Gobierno de Barack Obama sin afrontar este tema.