Elecciones 2015

Filmus: la Tormenta perfecta

No importa cómo lo miren. La explicación de lo que va a pasar el domingo es simple: la culpa la tiene Filmus.

No importa cómo lo miren. No importa cuántos asesores gordos e importados de Ecuador contraten. La explicación de lo que va a pasar el domingo es simple: la culpa la tiene Filmus.

Todas las desgracias de Scioli comenzaron el día en que dijo que Filmus iba a ser parte de su gabinete. Apenas nueve días más tarde perdió la provincia de Buenos Aires (gobernada por el peronismo desde 1987) a manos de Heidi. Apenas pasado un mes luego del fatídico anuncio, se apresta a ser sodomizado en las urnas por la esperanza blanca de este país: el ingeniero Mauricio Macri.

Daniel Filmus es como el Rey Midas al revés: todo lo que toca se convierte en derrota, todo. Perdió contra Mauricio Macri más veces que los Pumas contra los All Blacks y ni siquiera fue capaz de sostener la escuela shopping que autorizó cuando era funcionario del Dr. Menem.

Hoy es muy fácil creer que la culpa de la inminente derrota del candidato con brazo de palo está relacionada con su ineptitud, o que es culpa de la montonera mal medicada. No señores. La culpa tiene nombre y apellido: Daniel Filmus. Ni ser atropellado por una maratón de pelirrojos puede ser tan piedra.

Aclarado este punto quiero señalarles, como faro moral de la nación que soy, que la elección de este domingo es la más fácil que he visto en mi vida. Se elige entre blanco y negro. Nada más.

¿A usted le gusta subsidiar el fornicio de los negros con sus impuestos? Vote a Scioli. Si prefiere que el planero al menos limpie vidrios en los edificios públicos: Macri.

¿A usted le gusta que le retengan ganancias cuando tiene un sueldo de 100 dólares? Vote a Scioli.

¿Usted cree que los negros deben ocupar cargos en el Estado? Vote a Scioli. Si en cambio cree que deben cortarle el pasto o limpiarle la pileta, entonces vote a Macri.

Podría seguir así hasta la eternidad, así que me voy a dar el gusto.

¿Usted quiere que la aborigen guerrillera de Milagro Sala sea ministra de Educación o ministra de la Corte Suprema? Scioli.

¿Quiere comprar plasmas (ensamblados en Tierra del Fuego) en 50 cuotas a cambio de hipotecar el país para siempre? Scioli.

¿Quiere que Aníbal Fernández pueda poner cocaína en los Serenitos? Scioli. Si en cambio prefiere que Aníbal esté preso en Batán, Macri.

¿Quiere que Diego Bossio pague sus vicios lujuriosos con la plata de los jubilados? Scioli. Si en cambio prefiere que ese dinero se gaste en ancianas como yo, Macri.

¿Quiere que le metan un tiro en la cabeza a cada fiscal investigue al poder? Scioli.

¿Quiere que ISIS traiga a los terroristas que están en Ciudad del Este a abrir una franquicia en Argentina de la mano de Luis D´Elía? Scioli

¿Quiere gastar más en fútbol que en hospitales? Scioli

¿Quiere que desaparezcan los misiles de los cuarteles? Scioli. Pero si gusta de ver esos misiles lloviendo sobre los narcos, Macri.

¿Quiere que Hebe de Bonafini administre fondos millonarios junto a un parricida? Scioli. Si prefiere que las casas las construyan los arquitectos, Macri.

¿Le gusta que un juez de la Corte Suprema maneje prostíbulos en la Ciudad? Scioli.

¿Quiere que el vicepresidente se quede con la máquina de hacer billetes? Scioli.

¿Quiere que Pablo Escobar controle las fronteras? Scioli.

¿Le gusta pagar cuarenta mil pesos por una milanesa en Mar del Plata? Scioli.

¿Quiere pagar un iPhone lo mismo que vale un departamento de dos ambientes? Scioli.

¿Quiere que su próxima casa sea sorteada en un bolillero? Scioli. ¿Quiere ir a un banco y pedir un préstamo? Macri.

¿Vieron? No es tan difícil.