Provincia

Vidal teme una escalada de tomas de terrenos en el Conurbano

Se lo confesó a Stolbizer. En Merlo 2000 familias ocupan un predio. Los saqueos, otro temor.

María Eugenia Vidal está preocupada por la posibilidad que se dispare la escalada de tomas de terrenos en el Conurbano, que comenzaron tras las elecciones generales con 2000 familias en Merlo y podrían seguir en otros distritos, sobre todo en los que hay recambio de intendentes.

La gobernadora electa le confesó su temor a Margarita Stolbizer el sábado, cuando la visitó en su casa y le robó una foto a días del ballotage. “Creo que pueden haber más tomas. Puede ser un grave problema”, le planteó a su vecina y reciente candidata presidencial.

La toma de Merlo comenzó tras la derrota de Raúl Othacehé, intendente de Merlo desde 1991 y derrotado en las primarias frente a Gustavo Menéndez. Daniel Scioli intervino pero nada cambió y las 2000 familias nunca abandonaron los terrenos.

Vidal sospecha que ni bien asuma esta situación puede repetirse en otros terrenos y convertirse en un coctel explosivo al juntarse con las fiestas de fin año, fecha elegida por organizaciones sociales para exigir ayuda del Gobierno.

La gobernadora electa tiene muy fresco el recuerdo de la dramática toma del Parque Indoamericano que vivió en la Ciudad de Buenos Aires y que la tuvo al frente de una de las crisis más graves que sufrió el macrismo.

Esta preocupación se suma a la tensión que ya se vive en el entorno de la gobernadora electa por los reclamos de los docentes que núcela el kirchnerista Roberto Baradel de un aumento del 40 por ciento y los mensajes combativos que están enviando los estatales de Hugo Quintana, el histórico líder de UPCN de La Plata.

La todavía vicejefa porteña no quiere demorar la paritaria y estaría decidida en avanzar en las negociaciones con los docentes luego del ballotage. Sobre todo quiere evitar que por esta discusión, una vez más, se atrase el inicio de clases en la provincia.

Los proyectos de Vidal

En la reunión, Vidal también le adelantó a Stolbizer que una de sus primeras medidas será una reforma electoral, que impida las reelecciones indefinidas de los intendentes -como anticipó LPO- y que incorpore la boleta electrónica y el sistema D’Hont para elegir legisladores provinciales. 

Estos últimos en la provincia son seleccionados mediante el anacrónico sistema de cociente, que consiste en fijar pisos altos en cada sección electoral y puede ocasionar que una fuerza acapare todas las bancas sólo con alcanzarlos.

Aunque el PRO no tiene mayoría en la Legislatura bonaerense, Vidal ya tendría el compromiso de Sergio Massa y Stolbizer de apoyar la reforma. Además, el peronismo golpeado por la primera derrota en 28 años no estaría en condicione de resistir una reforma muy reclamada por la sociedad.  

Vidal también tiene decidido avanzar en una ley de ética pública que permita transparentar información del gobierno bonaerense, nada fácil de conseguir.

Otro asunto que inquieta a la gobernadora del PRO es la situación financiera de los 78 municipios con intendentes nuevos, quienes el viernes fueron recibidos por el presidente del Tribunal de Cuentas, Eduardo Grinberg. La mayoría espera una herencia calamitosa, tanto o más que la de la provincia.