Elecciones 2015

El desafío es dejar atrás la decadencia

El fin de la hegemonía peronista en la provincia de Buenos Aires plantea nuevos desafíos y metas para el nuevo gobierno de Vidal.

Con los resultados de las elecciones en la provincia de Buenos Aires se terminó una hegemonía de casi tres décadas del peronismo al frente del Ejecutivo Provincial.

Tras 28 años de gobierno de un solo signo político, la Provincia más rica de la república sufrió,en distintas etapas, los avatares del desgobierno, del manejo discrecional, de la falta de asistencia y de ceder ante los caprichos del poder central a todo tipo de atropello que uno pueda imaginarse.

Gobernadores que se rendían ante la prepotencia del Poder Central hicieron de la Provincia un apéndice del Gobierno Nacional, sin margen ni posibilidades de desarrollo autónomo, sin lograr esbozar siquiera un plan, una estrategia de crecimiento genuino y sostenible en el tiempo.

En éste marco la próxima gobernadora de la Provincia tiene un gran desafío, y no es más ni menos que el de recuperar uno de los motores principales de la economía del país.

Hay que actuar con medidas estructurales para remediar los inmensos bolsones de pobreza que, a pesar de la mentira y la propaganda, han crecido sin parar en las grandes ciudades y en especial en el conurbano bonaerense, condenando a millones de argentinos a la indignidad, la exclusión y el sufrimiento.

Los retos serán enormes, ya que encontrará un territorio desmantelado, atrasado y profundamente deteriorado en cuanto al estado de su infraestructura general. Un sistema de salud pública colapsado por la ausencia de hospitales y falta de mantenimiento de los existentes, una educación pública que se lleva adelante en edificios ruinosos e indignos para cumplir con su misión, sectores inmensos de la población que carece de servicios elementales como el agua potable o cloacas, que ponen en riesgo en forma permanente su salud y condiciona el crecimiento normal de su población.

Una red vial y de transporte en general en estado ruinoso, que significa un constante peligro para las personas y limita severamente el traslado de mercancías y la producción de nuestras industrias. La ausencia de obras fundamentales que nos dejan inermes ante las lluvias y provocan inundaciones en diferentes lugares de su territorio, demuestran el abandono de años, la falta de planificación y de un plan rector de obra pública.

La inseguridad, que desde hace tiempo se esconden sus índices verdaderos, deberá encontrar un cauce eficiente para combatir ese flagelo, deteniendo el avance del narcotráfico y la corrupción, para comenzar así a recuperar la seguridad cotidiana, el poder volver a caminar tranquilo por las calles, el dormir tranquilo cuando nuestros jóvenes salen por la noche.

Thomas Jefferson, uno de los padres de la democracia moderna, decía que “me gustan más los sueños del futuro que la historia del pasado”, y por eso el desafío de éste nuevo tiempo es poner de pie la provincia de Buenos Aires, porque allí no sólo radica la posibilidad de que, a través de la producción, el campo, la industria y la generación de servicios, generar fuentes de trabajo genuino, construir un sistema educativo y de salud de calidad,generar una infraestructura moderna, para que sus habitantes vivan mejor, sino que la impulsará a convertirse nuevamente en una pieza clave en el desarrollo de toda la nación.

Es entonces el desafío avanzar hacia un Estado provincial moderno, ágil, transparente y que sea capaz de construir Políticas de Estado a largo plazo, que busquen soluciones concretas a los problemas de los bonaerenses.