La Plata

Bruera entrega a Garro un municipio quebrado y con 12.000 trabajadores precarizados

Las cuentas del municipio están en rojo y en el PRO hablan de una deuda mínima de 250 millones.

Pablo Bruera y Julio Garro ya comenzaron a diagramar la transición política en la ciudad de La Plata. El viernes, el actual intendente invitó al macrista a conocer lo que será -a partir de diciembre- su lugar de trabajo. Pero más allá de las cordialidades mutuas, el escenario de la trasición aparece complicado toda vez que Bruera deja un municipio quebrado, con una planta de trabajadores inflada, 12.000 cooperativistas precarizados y una deuda que de mínima se estima en 250 millones.

Por ahora, la estrategia de Garro es avanzar en una trasición ordenada y sin hacer mayores denuncias. Pero eso dependerá del estado en el que encuentren la administración municipal y de las intenciones de Bruera y sus hermanos de lograr un traspaso sin polémica.

En términos reales, Bruera deja un municipio arrasado. A una planta municipal por demás inflada en cantidad de personal se le suman unos 12.000 trabajadores municipales organizados por el gobierno local en cooperativas de trabajo abocadas a la limpieza en las calles de la capital provincial.

Se trata de ejércitos de trabajadores que diariamente son trasladados en camiones hasta los barrios más alejados y que cobran entre 2.800 y 3.000 pesos mensuales.

Gabinete. Julio Garro espera tener listo en los próximos días su equipo de funcionarios. Su única precisión hasta el momento es que será un gabinete más chico y modernizado. Actualmente, el gobierno de Bruera funciona con unos 500 funcionarios jerárquicos, pero el macrista aseguró que buscará que la Comuna funcione con una línea de unos diez secretarios e igual número de subsecretarios.    

Ese es sólo uno de los frentes que Garro deberá abocarse en lo inmediato. Es que el mismo lunes después de la elección, cuando el macrista brindaba una conferencia de prensa, un grupo de cooperativistas interrumpió esa actividad para reclamarle por las fuentes de trabajo. El intendente electo asegura que ninguno perderá su trabajo pero aclara también que un porcentaje importante de esos 12.000 cooperativistas no cumple con su trabajo. “El que no trabaja no sigue”, dice Garro.

En tanto, la deuda -aún no consolidada- se calcula en 250 mil pesos. Se trata, según pudo saber LPO, de vencimientos con proovedores, empresas tercerizadas y organismos estatales como Provincia Seguros.

Por lo pronto, el macrista ya designó a Guillermo Galli y Juan Nazar, como responsables de la transición en términos técnicos y ellos ya iniciaron los primeros contactos con funcionarios de Bruera.

Por parte del PRO buscarán evitar tensiones en una transición que asoma complidada. Dudan que el propio Bruera pueda controlar los distintos sectores de su gobierno. Por caso, en las últimas horas trascendió que un grupo de trabajadores municipales había comenzado a retirar juegos públicos de las plazas de la ciudad. Se difundieron fotografías y hasta un audio de la frecuencia de la policía en el que un efectivo relata lo sucedido. “El hecho existió, pero no se trata de algo sistematizado”, aseguran desde el macrismo.

A esto se le sumó además, una denuncia formulada por un referente massista respecto del desmantelamiento del centro de monitoreo de la localidad de Tolosa.

Según pudo saber LPO, Garro y Bruera conversaron sobre estos casos en la reunión del viernes y el alcalde saliente se comprometió a buscar la forma de mantener controlada a su tropa.