Nuevo Escenario

Sabor, Triaca y Grosso, los hombres de Macri para acercarse a los sindicatos

La línea dura la encabezan Patricia Bullrich y Carrió. Tampoco descartan que Macri ceda Trabajo a Massa o los sindicatos.

El subsecretario de Trabajo porteño, Ezequiel Sabor, el diputado nacional Jorge Triaca, y el ex intendente Carlos Grosso sonlos hombres de Mauricio Macri para tejer un acercamiento con el sindicalismoperonista de cara a su hipotética gestión como presidente.

La estrategia del candidato de Cambiemos esintentar llegar a la Casa Rosada -si es que lo logra- con una relación aceitadacon el sindicalismo peronista, y para eso designó a tres hombres que pordistintas razones tienen vínculos cercanos a los gremios.

Por su labor en la subsecretaría de Trabajoporteña, Sabor –cercano a los peronistas Cristian Ritondo y Diego Santilli- halogrado tejer lazos con los gremialistas que tienen base en la Ciudad de BuenosAires. Uno de ellos es Hugo Moyano, que suele reconocerle eficiencia en todaslas gestiones con los gremios ligados al camionero. "Hay que convertir laSubsecretaría de Trabajo en ministerio, porque tuvimos muchas más respuestas deellos que del Gobierno", le concedió hace poco el líder de la CGT.

Sabor también tiene un excelente vínculo conel gastronómico Luis Barrionuevo, padrino en su momento del propio Santilli.

Grosso entretiene a los sindicalistas con sus ironías. Mientras que Sabor mantiene línea directa con Barrionuevo y Moyano.

De todos modos, la relación de Macri y Moyanoes alimentada personalmente por el jefe de Gobierno y en campaña se mostraron juntosdos veces. El líder del PRO sabe igualmente que el camionero no representa atodo el gremialismo, como en otros años.

En el caso de Triaca, su vínculo con elsindicalismo es por herencia. Su padre, Jorge Alberto Triaca fallecido en 2008,fue un histórico dirigente del sindicato de trabajadores plásticos y de la CGT,que llegó a ministro de Trabajo durante la presidencia de Carlos Menem. Si bienno tiene historia sindical, el actual diputado nacional es conocido en el mundogremial. Se trata de un caso similar al de Fernando Niembro, que por ser hijode un ex dirigente de la UOM fue designado en su momento por Macri para acercarposiciones con los gremios.

Por su parte, el ex intendente Grosso es desdehace tiempo integrante de la mesa chica que asesora a Macri en diversos temas. Grossotiene una fluída relación con los sindicatos y desde hace tiempo ya estáhablando con distintos dirigentes a quien entretiene con su oratoria pícara ypunzante, por pedido de Macri.

Macri encabeza una reunión con Moyano, Barrionuevo y otros sindicalistas.

Más allá de estos contactos, en los sectoressindicales que no responden a la Casa Rosada, hay cautela respecto a tomar posiciónde cara a la segunda vuelta entre Macri y Daniel Scioli. Aunque por lo bajoreconocen que no creen que el candidato del FPV pueda ganar el ballotagedespués de los resultados del domingo, ninguno se va a anticipar a jugarse porel líder del PRO. De hecho, tienen decidido que si hay alguna reunión formalantes del 22 de noviembre con alguno de los dos candidatos, también la habrácon el otro.

La línea dura y el tapado

Pero no todo es tan sencillo para Macri. Lossindicalistas desconfían de dos de las mujeres más importantes en el armado macrista: PatriciaBullrich y Elisa Carrió, dos enemigas públicas del gremialismo y que podríanmarcar “un límite” en el acercamiento.

Bullrich tuvo una relación pésima con Moyano yLos Gordos durante su gestión como ministra de Trabajo de la Nación, en elgobierno Fernando de la Rúa. Son recordados los cruces entre “La Piba” y elcamionero, a quien amenazaba con investigarle los negocios privados.

Algo similar ocurre con la líder de laCoalición Cívica, detestada por Moyano y los sindicatos también por susdenuncias. Como reveló LPO, Lilita podría ser procuradora General en ungobierno de Macri y eso sería una amenaza no solo para el kirchnerismo.

Pero en los equipos que ya están analizando laspolíticas a desplegar desde el Ministerio de Trabajo, no descartan que Macrifinalmente ceda esa posición como parte de alguno d elos necesarios acuerdospolíticos que va a tener que sellar si llega al Gobierno. “No sería extraño quese lo entregue, por ejemplo a Graciela Camaño en un acuerdo con Massa, odirectamente a los sindicatos”, afirmó uno de los especialistas para el áreaque designó el líder del PRO.