Elecciones 2015

Scioli dice que no se baja y lanza la campaña del miedo

En un clima erizado de desconfianza se sacó una foto con Aníbal. La nueva campaña del miedo.

Daniel Scioli tuvo que salir a aclarar dos veces en las últimas horas que no piensa bajarse de la carrera presidencial, en medio de rumores de todo tipo y mientras en su entorno le apuntan al despechado Aníbal Fernández por las versiones.

"Ese debe ser el deseo de Macri", respondió el gobernador bonaerense ayer en su primera recorrida de campaña de cara al ballotage. "Yo no aflojé nunca, ni cuando estaba realmente abajo del agua y había perdido un brazo. ¿Y saben lo que dije en ese momento a mi copiloto? 'Vamos a volver y vamos a ser campeones del mundo'", ejemplificó, recordando su accidente de lancha.

Esta mañana, tuvo que volver sobre el tema, instalado ya desde el lunes, cuando Scioli dio una conferencia de prensa en un clima de derrota. "Nunca (pensé en bajarme). Es una usina de rumores que sale del propio macrismo", respondió, molesto, en radio Vorterix.

Luego se sacó una foto muy forzada con el jefe de Gabinete y le dio otra vuelta de tuerca a su nueva kirchnerización, que en el pico de la tensión de ayer con la Casa Rosada, comenzaron a ensayar sus voceros que en una copia del slogan "Cambiemos" de Mauricio Macri, lanzaron la campaña "Cuidemos", apelando a generar miedo en el votante por lo que podría perder si gana Mauricio Macri.

No es una estrategia novedosa. Lo mismo hizo Dilma Rouseff en la segunda vuelta contra Aecio Neves, donde llegó emitir un spot en el que la comida desaparecía de la mesa de una familia humilde y se anunciaba que eso pasaría si ganaba su rival.

Más glamoroso, Scioli mando a decir que hay que preservar las vacaciones en el popular blaneario bonaerense Las Toninas, pero también los viajes a Miami, ciudad que el candidato kirchnerista suele frecuentar.

 

La nueva estrategia del miedo es riesgosa, pero mucho más puede ser salir a contestar los rumores de su presunto paso al costado. Más allá de lo verosímil o no de los rumores, lo cierto es que Scioli se ha sumergido en una incómoda posición de tener que aclarar lo que en principio es obvio. En política, salir a negar este tipo de especulaciones es una estrategia muy compleja, porque suele dejar la sensación contraria.

Acaso el ejemplo más cercano es el de Carlos Menem en 2003. El riojano se pasó dos semanas negando que se bajara de la segunda vuelta con Néstor Kirchner, cuando los rumores estaban a la orden del día. Lo hizo hasta el día antes de anunciar su decisión final. Durante esos casi veinte días no pudo hablar de otra cosa de que su posible renuncia. Ese es el peligro al que se arriesga Scioli, en una situación completamente distinta.

Más allá de que en su desmentida, Scioli le apuntó a “una usina de rumores” del macrismo, en su entorno apuntan en realidad a Aníbal Fernández, dolido porque supuestamente el sciolismo no lo apoyó lo suficiente para ganar la elección bonaerense.

La tensión con el jefe de Gabinete quedó expuesta ayer cuando varios sciolistas como Guido Lorenzino, Alberto Samid y Omar Perotti lo culparon por la derrota bonaerense y por la floja cosecha del candidato presidencial. Aníbal les respondió saliendo a negar que Cristina tuviera pensado recibir al ex motonauta.

El jefe de ministros se reunió luego con el jefe de campaña de Scioli y habrían acordado bajar la tensión luego de una discusión a gritos e incluso se habló de un pedido para que Aníbal se llame a silencio. El jefe de Gabinete no dio esta mañana su habitual conferencia de prensa y viajó a Tucumán para la asunción de Juan Manzur.

Allí se vio con Daniel Scioli, cuyo equipo se encargó de difundir una foto de un “cálido” abrazo, lo que también plantea otro interrogante. Si hasta ayer para los sciolistas Aníbal era el padre de la derrota, ¿cómo se explica que ahora los muestren juntos en plena campaña para la segunda vuelta?

Del acto de asunción de Manzur también participó Carlos Zannini, a quien anoche otros rumores daban también con ganas de bajarse. La duda es de dónde surgieron esos rumores y en todo caso la respuesta podría estar en a quién beneficiaría eso.