Nuevo Escenario

Cristina reaparece con una reivindicación de Aníbal y pone en crisis a Scioli

La Presidenta moviliza a La Cámpora para un acto en el que Aníbal será figura. En el sciolismo no saben qué hacer.

Cristina Kirchner reaparecerá este juevs tras el domingo negro del kirchnerismo. La Presidenta encabezará un acto y lo hará a su manera. Lejos de lo que indicaría el sentido común, el acto no será en un gesto de respaldo a su candidato, Daniel Scioli, sino una reivindicación del derrotado Aníbal Fernández, que viene de hacer la peor elección del peronismo bonaerense que se recuerde.

Será un capítulo más de la ya indisimulable tensión entre el kirchnerismo duro y el sciolismo, donde quedaron estupefactos cuando se enteraron de la idea de Cristina. De hecho, el equipo de campaña de Scioli quedó en crisis total y ni siquiera saben si ir o no mañana a la Casa Rosada. “Está claro que está jugando a que pierda Scioli”, decían este mediodía, todavía azorados.

De hecho, la tensión escaló tanto que el jefe de Gabinete sciolista, Alberto Pérez, se reunió con Aníbal Fernández para tratar de contener la crisis, pero terminaron peleándose a los gritos. El mensaje edulcorado típico del sciolismo es que después de la discusión acordaron "trabajar juntos por el triunfo del peronismo".  

Alberto Pérez improvisó una reunión con Aníbal para tratar de bajar la tensión, pero terminaron discutiendo a los gritos.

Nada de esto pareció conmover a la Presidenta que ordenó avanzar con un acto a toda orquesta y ya bajó la instrucción para que La Cámpora movilice gente de todas las comunas de la Ciudad de Buenos Aires. Los pibes de “la orga” serán los encargados de homenajear a Aníbal, que se ubicará a la derecha de Cristina.

Lo curioso es que nunca la jefa de Estado fue tan afectuosa con un perdedor. Lo sabe muy bien Martín Insaurralde -entre otros-, denostado por el kirchnerismo duro tras su derrota en las PASO de 2013. De hecho, el lomense tuvo que hacer campaña casi en soledad para la elección general.

Es por eso que el acto de reivindicación a Aníbal no puede ser leído de otra forma que una nueva provocación para Scioli, además de un síntoma inequívoco de la furia de Cristina por la derrota de quien era su principal apuesta electoral, ya que un triunfo le hubiera permitido a La Cámpora refugiarse en el gobierno de la provincia de Buenos.

Esta mañana, el jefe de Gabinete ya hizo pública sus quejas por la falta de respaldo que tuvo de todos sus compañeros, incluido el ex motonauta por supuesto. “La única que me bancó fue la Presidenta”, reprochó. En la misma conferencia, le mandó otro mensaje al candidato del FPV: Cristina no lo esperaba para ninguna reunión, como había hecho trascender su entorno.

La convocatoria también se inscribe dentro de las críticas que lanzaron algunos kirchneristas de paladar negro, como los intelectuales de Carta Abierta o dirigentes que cuestionaron aspectos de la campaña del gobernador bonaerense, a quien le reclaman que profundice su kirchnerismo y critique más a Macri.

El jefe de Gabinete sciolista, Alberto Pérez.

La tensión quedó a las claras con las declaraciones que hizo este mediodía Gustavo Marangoni, que destrozó a Horacio González, en un ejercicio de rebeldía poco habitual en el sciolista. El titular del Banco Provincia trató al intelectual de “dinosaurio” y le pidió que deje de “distraer con huevadas”. Algo parecido había dicho ayer el misionero Maurice Closs.

La reacción de Marangoni también es síntoma de la crisis en la que está sumergido el sciolismo por la pobre performance electoral del domingo. Esa crisis se agravó esta mañana cuando supieron de la idea de Cristina de reivindicar a Aníbal, a quien señalan sin medias tintas como un piantavotos.

“El candidato que teníamos no era el candidato ideal, no pusimos al mejor candidato”, se sinceró hoy el matarife Alberto Samid, amigo personal de Scioli. “El efecto Aníbal fue mortal, prendió mucho el tema de la droga, además que está en un lugar no agradable, donde intenta justificar todas las mañanas, y no se puede justificar todo”, agregó el empresario, que actúa como una especie de Luis D'Elía de Scioli.

El empresario fue más allá y le apuntó directo a la Presidenta. "Mas allá de que tuvimos muchos errores, nadie fue capaz de decirle a Cristina que con cada cadena perdíamos 700 mil votos. Ha habido un temor reverencial de los aplaudidores, la culpa es de ellos que no se atreven a decirle nada", remató Samid.

La duda que circulaba en el comité de campaña de Scioli -casi un comité de crisis a esta altura- es si el candidato debe asistir o no al acto. Estrictamente, todavía no fue invitado aunque se descuenta que la invitación llegará. También se descuenta que Scioli no se animará a un desplante así para Cristina y terminará yendo a reivindicar a Aníbal.